Claudia Sheinbaum pide a su equipo hacer campaña como si estuvieran 10 puntos abajo en las encuestas
La exmandataria capitalina, primera en la mayoría de las mediciones, instruye a sus colaboradores reforzar los recorridos a ras de suelo y las asambleas masivas en su carrera por la candidatura presidencial de Morena
Claudia Sheinbaum, desde hace unos días exjefa de Gobierno de Ciudad de México, ha iniciado este lunes su carrera por la candidatura presidencial de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador. Lo ha hecho con una visita al Estado sureño de Oaxaca, cuna del presidente indígena Benito Juárez, uno de los mayores referentes de López Obrador. Cientos de simpatizantes la recibieron en “asambleas” con toda la pinta de mítines electorales, con porras, carteles de apoyo, escenarios armados con asientos para el público, selfis y abrazos, todo para las redes sociales. El primer día de actividades de Sheinbaum, de 60 años, desvela que el modelo de su campaña tendrá el sello de López Obrador: los viajes en aerolíneas comerciales y por carretera, la agenda cargada con tres o cuatro eventos diarios, las visitas a los pueblos más recónditos, el arropamiento de las multitudes, el desgastarse los zapatos y empaparse las ropas en sudor, como el pueblo mismo. La exmandataria capitalina ha posicionado el eslogan de que dará continuidad al proyecto de López Obrador, pero “con un sello propio”, una idea con la que busca presentarse como guardiana de la Cuarta transformación y al mismo tiempo refutar a los críticos que la han querido reducir a un apéndice del presidente sin ideas propias.
La estrategia de Sheinbaum se sustenta en el recorrido intenso de calle por calle y barrio por barrio en los 70 días que a partir de este lunes tienen las corcholatas presidenciales para promoverse, de cara a la encuesta con la que Morena elegirá a la persona que abanderará al partido en los comicios de 2024. La exmandataria ha pedido a su círculo de colaboradores de campaña no confiarse de las encuestas y actuar como si ella estuviera diez puntos abajo del primer lugar, según han dicho a EL PAÍS dos fuentes que asistieron a una reunión de arranque con la aspirante el sábado pasado, apenas un día después de que renunció a la jefatura de Gobierno y formalizó su registro como aspirante a la candidatura. Los colaboradores consultados han señalado que Sheinbaum les dijo que, si bien la mayoría de las casas encuestadoras la colocan primera en las preferencias electorales de la ciudadanía, era mejor que ignorasen esas proyecciones y se decantasen por una dura campaña de ras de suelo.
En el encuentro del sábado, que convocó a un centenar de colaboradores en un hotel de la capital, la exgobernante les pidió recorrer las calles, visitar viviendas, repartir volantes y, sobre todo, apostar a los eventos multitudinarios en los que basará su campaña por la candidatura presidencial, una aspiración que en términos morenistas recibe el nombre de “Coordinación de comités de defensa de la Cuarta transformación”. Con esa nomenclatura, Morena busca eludir sanciones de las autoridades electorales por haber anticipado tanto la precampaña, el periodo en el que oficialmente los partidos eligen a sus abanderados de entre un conjunto de precandidatos o aspirantes. Sheinbaum, de acuerdo con las fuentes, reiteró a su círculo la instrucción de no debatir, no confrontarse ni responder a las provocaciones de parte de las otras corcholatas, y en lugar de eso concentrarse en promover las virtudes de la exjefa de Gobierno y sus logros como mandataria de la capital.
Sheinbaum ha encabezado este lunes un mitin en el municipio de Tuxtepec y dos eventos en la capital de Oaxaca. También hizo una escala por Guelatao para dejar una ofrenda a Benito Juárez. En Tuxtepec, adonde se trasladó por carretera desde un aeropuerto de Veracruz, la exmandataria reafirmó su vocación de custodia del proyecto obradorista. “Cuando hablamos de la continuidad de la Cuarta transformación es porque no queremos que llegue nadie al Gobierno que traicione al pueblo de México; no queremos que se regrese a los tiempos antiguos de los presidentes que servían a unos cuantos, que vendían las propiedades de la nación. Eso no se nos olvida, porque es historia”, ha dicho. “Yo decidí dejar el Gobierno de la Ciudad para recorrer el país, para seguir defendiendo las causas de nuestro movimiento, para seguir enarbolando los principios de Morena”, ha añadido.
López Obrador, que ha asegurado varias veces que se retirará de la política al concluir su mandato, en septiembre de 2024, ha postulado que quien lo suceda en la Presidencia de la República debe garantizar la “continuidad con cambio”. Morena, el partido que él fundó en 2014, ha hecho eco de esa directriz y la ha replicado. Pero Sheinbaum, que presume de ser una política totalmente adherida al pensamiento de López Obrador, ha preferido no hablar de cambio, sino de toque personal, de estilo de gobernar, que en su caso ella ha basado en el hecho de ser mujer y ser científica (es física e ingeniera ambiental). “Queremos un paso más por la transformación. Y eso es lo que está en este momento definiéndose en el país. Lo que queremos es que siga la Cuarta transformación. Y yo no digo ‘cambio’; por ahí puso Morena en algún lugar: ‘Continuidad con cambio’. Yo digo: ‘Continuidad con sello propio’. Y, entre otras cosas, les voy a decir por qué: porque también es tiempo de las mujeres […] y las mujeres también podemos ser presidentas de la República”, ha dicho.
La exmandataria ha hecho un repaso por las políticas de su Administración en Ciudad de México y ha asegurado que están sustentadas en los principios del obradorismo, para luego citar el vocabulario presente en la filosofía del líder: que “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, que “el poder solo es virtud cuando se pone al servicio de los demás”, que “por el bien de todos primero los pobres”. “Nunca se nos debe olvidar esa causa central, porque si olvidamos eso, empezamos a gobernar para otros, y nosotros lo que queremos es erradicar la pobreza, que disminuyan las desigualdades. ¿Y eso cómo se hace? Fortaleciendo los derechos: el derecho a la educación, a la salud, a la vivienda, al empleo digno, al campo. Los que no quieren derechos, quieren privilegios”, ha afirmado.
Este ha sido el primer día de campaña de las corcholatas de Morena, en un proceso interno denunciado por la oposición como un acto anticipado de precampaña y que ha propiciado críticas por las dudas sobre la procedencia de los recursos utilizados por los aspirantes para financiar sus giras. Sheinbaum, el excanciller Marcelo Ebrard, el exsecretario de Gobernación Adán Augusto López, el exsenador Ricardo Monreal, el exdiputado Gerardo Fernández Noroña y el exsenador Manuel Velasco visitarán los Estados hasta el 27 de agosto. Los días posteriores se levantará la encuesta, cuyo resultado se dará a conocer el 6 de septiembre.
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