El PRI y Movimiento Ciudadano intensifican sus choques en el final de la campaña en Nuevo León
Las dos formaciones encabezan la disputa de las elecciones de junio entre acusaciones preventivas de fraude o de hacerle el juego a Morena
Nuevo León se prepara para las elecciones del 6 de junio como terreno de disputa entre formaciones de la oposición a Andrés Manuel López Obrador y su partido. Movimiento Ciudadano y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) encabezan los sondeos con una holgada ventaja frente a Morena y esta circunstancia configura una batalla única con vistas a los comicios intermedios. Los votantes del Estado norteño no solo elegirán a su gobernador entre Samuel García y el priísta Adrián de la Garza, sino que otorgarán al ganador un trampolín para liderar una iniciativa política alternativa al Gobierno, prácticamente ausente durante la primera mitad del mandato del presidente.
Con estas premisas, las dos fuerzas han intensificado sus choques en la recta final de la campaña. Lo han hecho entrando en un cuerpo a cuerpo sin muchos matices. Movimiento Ciudadano acusa abiertamente al PRI de ser responsable de la mayoría de los males de México y ya ha lanzado acusaciones preventivas de amaños electorales. En los últimos días, tanto García como Clemente Castañeda, líder nacional de la formación, o Luis Donaldo Colosio, aspirante a la alcaldía de Monterrey al que las encuestas dan un amplísimo margen de ventaja, lo han expresado sin rodeos. “Aprovechamos para hacer un llamado al PRI. al PAN y a Morena a respetar el resultado, a que tengamos la fiesta en paz”, se adelantó Castañeda el viernes durante una comparecencia en el municipio de San Pedro Garza García.
Más que sospechas, García y Colosio aseguran tener la certeza de que el PRI tratará de “hacer todas las trampas posibles”. El candidato a la gubernatura fue más allá este sábado con un mensaje que representa un ataque frontal. “Ni un voto al PRI, que provocó las peores crisis y devaluaciones, que hundió en la pobreza a millones de mexicanos. Ni un voto al PRI de los excesos, la corrupción, la impunidad. [...] Ni un voto al PRI de la guerra sucia, el fraude electoral y el robo de elecciones. Ni un voto al PRI de las masacres, represión, los asesinados y los desaparecidos. Ni un voto al PRI que se disfrazó de Morena para, una vez más, mentir, robar, traicionar”. El vídeo, difundido en las redes sociales, resume en buena medida el clima de la recta final de la campaña.
Pese a rechazar estas acusaciones, el PRI también ha aprovechado la polarización con Movimiento Ciudadano. Su candidato, Adrián de la Garza, señala en declaraciones a EL PAÍS que la formación rival “desde el primer día hizo una campaña negativa, de desgaste, de guerra sucia. Ha sido siempre su bandera, no está tratando de convencer a la gente por las propuestas”. Y durante un evento con jóvenes en un centro de convenciones de Monterrey se ha empleado en descalificar a García por su falta de experiencia y la omnipresencia que ha tenido en Twitter, Facebook e Instagram. El lema del aspirante priísta, que fue alcalde de Monterrey y procurador del Estado, es “todo va a estar bien”. Con él pretende transmitir estabilidad, mientras busca identificar a sus adversarios de MC con Morena.
La candidata del partido oficialista, Clara Luz Flores, se niega a verse apartada de la carrera electoral antes del próximo domingo, aunque desde el pasado mes de marzo, cuando empezó a desplomarse en las encuestas, se ha enfrentado al ninguneo de sus rivales. Flores, exregidora de General Escobedo, un municipio del área metropolitana de Monterrey, llegó a Morena precisamente de las filas de PRI. Su gestión como alcaldesa era prometedora y arrancó la precampaña con un buen índice de popularidad. La filtración de un video en el que aparece junto al autodenominado gurú Keith Raniere, líder de la secta NXIVM condenado en Estados Unidos a 120 años de prisión por explotación sexual, tráfico de pornografía infantil y trata de personas, sentenció sus aspiraciones. La grabación se remonta a 2016, pero la política había negado haberse reunido con Raniere y, al menos según los estudios de opinión, aún no se ha recuperado de ese escándalo.
Este domingo Flores presentará su plan de seguridad para Nuevo León. Al margen de las posiciones ideológicas, ese es uno de los temas que han centrado la contienda electoral junto a la economía. La recuperación de uno de los Estados que más Producto Interior Bruto aporta a las arcas federales después del drástico desplome sufrido durante la pandemia de coronavirus y la violencia son los ejes centrales de las formaciones. de Movimiento Ciudadano al PAN de Fernando Larrazábal, a la cola de los sondeos. La memoria de los regiomontanos está marcada por el fantasma de los asesinatos que hace una décadas asolaban la segunda ciudad del país por la guerra que mantenían los carteles del Golfo y de Sinaloa frente a Los Zetas.
Adrián de la Garza ha aprovechado esa preocupación para agitar el espantajo de Jalisco, gobernado por sus rivales y golpeado por una oleada de violencia. Sin embargo, el propio Samuel García ha prometido fortalecer los sistemas de seguridad en el Estado. Quizá, solo hay algo en lo que coinciden los dos candidatos. La Fiscalía General de la República les abrió hace semanas dos carpetas, respectivamente, por aplicar un supuesto sistema de compra de votos y por presuntas aportaciones ilícitas. Ambos atribuyen los expedientes a su proyección electoral y señalan a las autoridades federales.
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