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La debilidad de la industria y de las inversiones ponen en duda el Plan México para apuntalar la economía

La actividad económica del país se contrajo un 0,6 % en septiembre, respecto al mismo mes del año pasado, según las cifras preliminares del Inegi

Karina Suárez

La economía mexicana pierde fuelle en el segundo semestre del año. La debilidad tanto de la inversión como de las actividades industriales ha complicado el panorama para México en el tercer trimestre. De acuerdo con las cifras preliminares dadas a conocer el martes por el Inegi, se perfila una caída a tasa anual de 0,6% en los meses de agosto y septiembre. En plena incertidumbre arancelaria frente a Estados Unidos, el mayor tropiezo el mes pasado fue el de las actividades industriales que cayeron un 0,3%, respecto al mismo mes de 2024. Aunque el gobierno de Claudia Sheinbaum ha enarbolado el Plan México para apuntalar la economía ante estos nubarrones externos, los expertos apuntan que las cifras a la baja de sectores como la manufactura y la construcción así como un endeble comportamiento de la inversión pública y privada, ensombrecen el horizonte económico rumbo al último tramo del año.

De confirmarse la caída de agosto y septiembre, la actividad económica del país ligaría tres meses en contracción, luego de descender 1,2% anual en julio. Al interior del Indicador Oportuno de la Actividad Económica del Inegi se desglosa que las actividades terciarias o de servicios tendrían un avance de 0,4%, a tasa anual en agosto y un crecimiento de 0,8% en septiembre, leves ascensos que no alcanzarían a apuntalar la actividad económica durante el tercer trimestre del año. El indicador oportuno prevé que la actividad económica se contrajo en el arranque de la segunda mitad de 2025.

Sheinbaum presentó el Plan México a inicios de este año como su carta de navegación para encarar el muro proteccionista de Donald Trump. La apuesta desde entonces para su Gobierno era clara: impulsar una mayor producción interna, elevar la sustitución de importaciones asiáticas y promover una mayor integración industrial en América del Norte, bajo el paraguas del tratado comercial, TMEC. El banderazo de salida de la estrategia sexenal estuvo acompañado de metas ambiciosas en atracción de 277.000 millones de dólares en inversión y más de 1,5 millones de empleos por año. El panorama actual no es sencillo. No obstante, los continuos embates tarifarios de Washington, la reducción de la inversión por parte del Gobierno federal y la desaceleración económica interna han complicado el despegue de la estrategia.

Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, explica que la contracción industrial prevista tanto en agosto y septiembre de este año son reflejo de la zozobra que prevalece sobre el comercio exterior con Estados Unidos, principalmente, tras la imposición de tarifas en dos sectores estratégicos: el 50% al acero y el aluminio y hasta un 25% en los automóviles enviados desde territorio mexicano al mercado estadounidense. “México no está al margen del golpe global de las medidas arancelarias de Donald Trump y las empresas están evaluando si continúan en el exterior, en lugares como México, o trasladan parte de su producción a Estados Unidos”, refiere.

En el interior, el especialista de la UNAM enfatiza un panorama microeconómico débil, con una inversión fija bruta que no repunta, un gasto público raquítico, un consumo privado endeble y, finalmente, una baja en la creación de empleo formal. “A estos factores, se añade el flagelo de la inseguridad, un elemento que también está cobrando factura en el ámbito local”, indica.

Sobre el papel que juega el Plan México para reflotar la economía mexicana, el experto reprochó que en el siguiente paquete económico no se destinarán recursos presupuestarios para este plan sexenal, una omisión que lo convierte en una consigna política más que en una herramienta factible para alcanzar en 2030. “Bajo estas condiciones, la economía de México puede crecer en 2026 y 2027, pero será por su actitud inercial, más no por la ejecución del plan”, zanja.

A diferencia del sexenio anterior, esta Administración encara una mayor incertidumbre en el comercio internacional, de la mano con la amenaza de EE UU de dar por concluido el TMEC, el acuerdo que ampara más del 80% de las exportaciones mexicanas. La falta de certeza sobre el futuro de la relación comercial entre México y Estados Unidos, aunada a la escalada proteccionista de Washington, ha paralizado proyectos de inversión privados en territorio mexicano. Además, con el mayor déficit fiscal en tres décadas, en niveles del 5,7% del PIB, este Gobierno ha puesto en marcha un plan de austeridad y ha cerrado la llave del gasto para obras. La inversión fija bruta, el indicador reportado por el Inegi, muestra una caída de 6,4% entre octubre de 2024, el arranque del sexenio de Sheinbaum, y junio pasado.

Gabriela Siller, directora de Análisis de Banco Base, coincide en la debilidad más marcada a partir del segundo semestre, lastrada por la caída de las manufacturas y la construcción. Desde Banco Base, los pronósticos de crecimiento apuntalan, cuando mucho, a 0,4% del PIB en 2025, lejos del rango de Hacienda, que fija un alza en un rango del 1,8% a 2,8%. Las previsiones de los organismos internacionales más optimistas apuntan cuando mucho a un alza de 1% para este año. “Vemos que todavía el consumo está estancado, la inversión fija bruta está a la baja y aunque las exportaciones son las que siguen apuntalando el crecimiento económico, tampoco el alza ya es tan alto”, abunda Siller.

Grupo Financiero Monex añade que las expectativas de crecimiento previstas para el tercer trimestre de 2025 tienen ante sí el reto de la debilidad de las actividades secundarias y un sector de servicios que comienza a moderar su ritmo de crecimiento. “La confianza empresarial se mantiene en terreno de contracción en los sectores relacionados con la manufactura, construcción y comercios, aunque con una ligera mejoría en los últimos tres meses. Hacia adelante, será clave el seguimiento de las cifras definitivas de agosto porque permitirán confirmar la magnitud de la desaceleración en curso”, concluye el cuartel financiero.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es periodista de EL PAÍS en México. Cubre temas de economía. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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