Isidoro Pastor, director del Aeropuerto Felipe Ángeles: “Seguimos apostando por la publicidad boca a boca”

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) está agarrando el paso. Los pasillos inmensos de esta terminal área de más de 2.000 hectáreas de extensión poco a poco se han ido llenando de turistas nacionales y extranjeros. A dos años y medio de inaugurado, el proyecto emblema de la Administración de López Obrador presume un crecimiento de pasajeros, vuelos, carga y ganancias. Al mando, el general en retiro, Isidoro Pastor Román (Guerrero, 65 años), desgrana unas estadísticas que revelan un crecimiento cada vez más acelerado. Si en 2022, año de arranque, atenían a 1.200 personas por día, ahora la cifra ha escalado a 20.000 pasajeros diarios. Aunque el despegue aún es lento y aún faltan obras por concretar, el directivo celebra que han superado ya sus propias previsiones para este año con 168 vuelos diarios y más de 4,5 millones de pasajeros transportados en lo que va del año. Con estas cifras bajo el brazo y el arranque de un puñado de rutas adicionales en el último tramo del año, el directivo confía en que superarán las 170 operaciones diarias y cerrarán 2024 con más de seis millones de viajeros.

El aeropuerto Felipe Ángeles, construido en el Gobierno de López Obrador con una inversión de 75.000 millones de pesos, busca ser un balón de oxígeno para el congestionado aeródromo Benito Juárez, en Ciudad de México. En marzo de 2022, en el corte del listón de la magna obra, las autoridades aseguraron, por todo lo alto, que en su primera fase, este aeródromo recibiría 20 millones de pasajeros, una meta que se ha ido ajustando sobre el terreno. A poco más de dos años de arranque, Pastor Román enfatiza en que esta cantidad de viajeros se logrará, en el mejor de los escenarios, en 2028 o hasta 2032. “En 2028 habrá la necesidad de desdoblar el edificio terminal para pasar de 20 a 40 millones de pasajeros”, prevé. Por ahora, las cifras de viajeros van al alza, pero aún son modestas respecto a la terminal aérea capitalina. En 2023, el AIFA transportó 2,6 millones de pasajeros, mientras que el aeropuerto aledaño, el AICM, superó los 48 millones de viajeros. Si en el aeródromo capitalino prevalecen las largas filas para documentar y pasillos repletos, en el aeródromo en Zumpango, Estado de México —a 45 kilómetros de distancia de la capital— aún hay mostradores vacantes, locales sin estrenar y espacio de sobra en sus salas de espera.

A poco más de dos años de su inauguración, el aeropuerto emblema de López Obrador, parece una obra de reciente estreno. Desde los baños temáticos hasta los puntos de documentación se conservan en perfecto estado, en la parte más alta, una enorme terraza acoge a los turistas que desean ver, a lo lejos, su icónica torre de control, y el despegue y aterrizaje del puñado de aeronaves. Poco a poco, el AIFA ha ido incrementando su oferta aérea. Hasta ahora cuenta con 34 rutas nacionales y ocho rutas internacionales a destinos como Bulgaria, Panamá, Venezuela, Colombia, Estados Unidos, Cuba, entre otros. En el horizonte al cierre de este año y 2025 ya están en la mira la apertura de 17 destinos internacionales más por parte de las aerolíneas Viva Aerobus y Mexicana, la aerolínea del Estado. De acuerdo con las cifras de dirección general, los vuelos tienen un factor de ocupación promedio del 80%. “Hay vuelos que van a su máxima capacidad, en las rutas más transitadas a Cancún, Vallarta, Oaxaca o Tijuana y en algunas rutas van al 50%” refiere el director.

Como obra prioritaria de su Gobierno, López Obrador ofreció, desde el inicio, facilidades en el pago de impuestos para que las aerolíneas priorizaran el AIFA por encima de otras terminales aéreas, un incentivo que continúa. “Seguimos apostando a que las personas que viajan por este aeropuerto nos han hecho la publicidad de boca en boca y, aunque les pueda quedar un poquito más lejos, está prefiriendo venirse para acá. Aquí tenemos, prácticamente, un 50% descuento en la tarifa de uso aeroportuario (TUA) y todas las tarifas que se cobran a las aerolíneas son más económica que las que cobran nuestros hermanos mayores, como es el aeropuerto de la Ciudad de México”, indica Pastor Román.

El general en retiro reconoce que uno de los puntos de inflexión de la obra será el arranque del Tren Suburbano, una vía crucial de acceso de Ciudad de México al AIFA. 15 kilómetros inconclusos separan a esta magna infraestructura con la capital del país. En un inicio, el Gobierno había asegurado que la vía de acceso estaría lista en 2023, sin embargo, el mandato concluyó y la obra sigue sin ser finalizada. Frente a los recurrentes retrasos del privado concesionario, CAF, serán los militares los que asuman este último tramo del Tren Suburbano. “La construcción de esos 15 kilómetros la va a asumir la Secretaría de la Defensa Nacional a través del agrupamiento de ingenieros militares”, adelanta. Según sus nuevos cálculos, será al primer semestre de 2025 cuando se tenga ya en operaciones esta línea férrea, una vía de acceso vital para los planes de crecimiento de la magna obra, ya que tendrá una capacidad para transportar a 719 pasajeros en cada tren, en 39 minutos desde Buenavista hasta la terminal del AIFA.

Aunque con estas cifras, el Felipe Ángeles ocupa el sexto lugar en traslado de pasajeros, puede presumir un liderato indiscutible en el transporte aéreo de carga, luego de que el Ejecutivo anterior ordenara mediante un decreto el cierre exclusivo de este tipo de operaciones desde la terminal aérea de Ciudad de México. “En estos primeros meses del año, el aeropuerto ha transportado unas 343.000 toneladas de todo tipo de mercancías al resto del mundo, albergando a 41 aerolíneas de carga y 200 operaciones diarias. En 2022, a través del aeropuerto de la Ciudad de México se transportaron un promedio de 250.000 toneladas, nosotros consideramos cerrar arriba de las 425.000 toneladas anuales, es decir, ya estamos prácticamente duplicando la operación de Ciudad de México”, abunda Pastor Román. En el acumulado desde marzo de 2022 a la fecha, el traslado aéreo de mercancías suma las 529.000 toneladas.

El aumento acelerado del transporte de carga aérea supone un desafío logístico. Los militares están construyendo seis nuevos recintos fiscalizados para recibir estos miles de toneladas. La nueva infraestructura estará lista en marzo próximo y, también en 2025, está considerada la aplicación de una nueva plataforma de carga. Ambos proyectos supondrán un desembolso de 1.500 millones de pesos. El director Pastor Román refiere que dichos planes, ya autorizados y en marcha, se concretarán con recursos propios del AIFA. De enero a junio de este año, la terminal aérea facturó 1.500 millones de pesos y el gasto operativo durante ese periodo rondó los 900 millones de pesos, unas cifras a favor que no obtuvieron el año pasado. “Esperamos terminar entre 500 y 600 millones de pesos a favor en 2024 y tenemos recursos que ingresaron en 2023 y 2022 y con eso estaremos cubriendo las necesidades de construcción de esos seis recintos fiscalizados más la ampliación de la plataforma de carga y, obviamente, seguir teniendo recursos para los gastos de operación del aeropuerto. Desde que iniciamos este año 2024, ya somos rentables con los ingresos que tiene el AIFA”, zanja.

Aunque las metas de transporte de turistas se vislumbran en un largo horizonte de, al menos, cuatro años más, el ritmo de transporte de carga ha supuesto un balón de oxígeno en el balance de las finanzas del Felipe Ángeles. “Estas 529.000 toneladas le han permitido al Sistema de Administración Tributaria recaudar 97.240 millones de pesos hasta el 30 de septiembre, qué significa esto, que si el aeropuerto costó 75.000 millones de pesos, tenemos miles de millones de pesos a favor. La inversión ya fue pagada, ya fue amortizada”, afirma. Si el transporte de pasajeros diarios ha tenido un despegue más lento de lo esperado, los vuelos con miles de toneladas de carga siguen llegando, con los ingresos que suponen por las operaciones de comercio exterior que suponen para el fisco mexicano. Hacia el 2025 y con un nuevo Gobierno entrante, Pastor Román, concluye contundentemente que su objetivo para el próximo año será mantener la calidad de servicio.

Finalmente, el aeropuerto ajustado sobre una base aérea del Ejército, edificado en un tiempo récord de menos de tres años y construido y gestionado por los propios militares, ha sido nominado como uno de los aeropuertos más hermosos del mundo por el Prix Versailles, un galardón mundial de arquitectura y diseño, una obra diseñada por ingenieros militares con el apoyo de empresas civiles. Un reconocimiento internacional que Pastor Roman califica como un timbre de honor.

La terminal aérea, obra insigne del Gobierno anterior, puede presumir ser un acierto su diseño, calidad y servicio. Sin embargo, su desafío más importante aún está por llegar: el aterrizaje de esos 20 millones de pasajeros entre el 2028 y 2032, una promesa que en el arranque de su operación no parecía difícil de alcanzar dado el congestionado funcionamiento de la terminal aérea del AICM y su relativa cercanía con la Ciudad de México.