López Obrador propone seguir con su rescate a Pemex y advierte de la “dependencia extranjera” en energías limpias

Hoy hace 86 años, el presidente mexicano Lázaro Cárdenas declaró el petróleo propiedad del país, expropiando bienes de las empresas extranjeras que lo explotaban. Con motivo de la efeméride, el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, sugirió que su propia política es una misión cumplida similar a la de Cárdenas. Además, advirtió que “nuevos vendedores de cuentas de vidrio” están promoviendo una salida de los hidrocarburos para migrar a energías limpias de manera prematura por lo que propuso seguir con su estrategia.

“Nuestro petróleo siempre ha sido la gran tentación para propios y sobre todo, extraños”, dijo López Obrador en una ceremonia este lunes en la sede principal de Petróleos Mexicanos (Pemex), conocida como la Torre Pemex. “Por nuestra parte y con este ideario, hemos venido actuando desde antes de llegar a la presidencia y ello ha marcado el camino que ha seguido nuestro Gobierno”, agregó el mandatario en la que fue su última celebración de este aniversario de su sexenio, el cual concluye en octubre.

Tanto López Obrador como el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, destacaron “logros” de la empresa del Estado, incluyendo un incremento en la producción de 150.000 barriles de crudo diarios. Al asumir el poder, López Obrador prometió que alcanzaría 2,4 millones y hasta la fecha se registra una producción de 1,8 millones. Además, Pemex es la empresa petrolera más endeudada del mundo, con 106.000 millones de dólares en deuda, por lo que el Gobierno de López Obrador le ha tenido que inyectar 49.000 millones de dólares en efectivo, deducciones de impuestos y otro tipo de ayudas, según un estimado de Bloomberg.

“En esta fecha histórica estamos demostrando con la información aquí compartida que es un mito decir que Pemex es un barril sin fondo, que Pemex es una carga para las finanzas públicas o como lo señaló recientemente el banco Citi, que Pemex es el mayor riesgo para las finanzas públicas del país”, dijo Romero Oropeza. “Esto no es más que propaganda conservadora que solo busca engañar y confundir a la gente”, agregó.

La estrategia de inversión en refinerías de petróleo para hacer gasolina y la cancelación de subastas de generación eléctrica en manos de empresas privadas de energía renovable han generado críticas en contra de la Administración de López Obrador. En su discurso el lunes, el mandatario aseguró que su estrategia funcionó porque los tiempos de la transición energética no resultaron como esperaban analistas y empresarios.

“Hace tres o cuatro años se esparció el rumor de que ya todos los carros iban a ser eléctricos. Y se lo creyeron. No solo los expertos, sino hasta los dueños de las grandes empresas petroleras extranjeras”, dijo López Obrador. “¿Qué sucedió? Una vez que se constató de que todavía faltaba tiempo para prescindir de los motores de combustión interna, las refinerías existentes continuaron produciendo”, agregó.

La estrategia de esta Administración ha sido reducir la venta al extranjero del crudo que se extrae del subsuelo mexicano para procesarlo dentro del país, abastecer el mercado interno y mantener los precios de los combustibles bajos. Esto va en contra de la transición energética que involucra una electrificación de las tecnologías, incluyendo la de automóviles, que se alimenten de energías eólicas y solares, de acuerdo a como la promueven algunos países.

“En los últimos tiempos...de manera sutil, ha surgido una fuerza, una corriente de opinión en contra del petróleo y de otras energías fósiles, lo cual ha llevado a plantear que se elimine o se reduzca su utilización y a poner en práctica la producción de energías limpias y renovables”, dijo López Obrador, pero “debemos calcular bien los tiempos de esa transición energética para no volver a caer en México en la dependencia del extranjero, por dejar anticipadamente de invertir en la extracción de petróleo y en la producción de gasolinas y combustibles”.

“Cuidado con los nuevos vendedores de cuentas de vidrio”, acusó el presidente, “con los que piensan que la riqueza de las naciones no depende de la producción y del trabajo, sino de la especulación financiera y de las bolsas de valores. Mientras no tengamos la total certeza de que podemos sustituir el petróleo sin dificultad y en poco tiempo, sigamos con la estrategia que hemos adoptado”.

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