El expresidente mexicano Enrique Peña Nieto intentó conseguir el visado español por razones excepcionales antes que como inversor
El exmandatario del PRI lleva instalado desde 2020 en Madrid gracias a una fórmula que facilita los papeles a los grandes inversores. La Fiscalía mexicana mantiene abiertas varias investigaciones en su contra por corrupción
El expresidente mexicano Enrique Peña Nieto lleva casi dos años instalado en España gracias a una golden visa o visado dorado, un permiso muy exclusivo reservado a grandes inversores extranjeros. Pero antes de lograr definitivamente la autorización por la compra de un local comercial de más de medio millón de euros (10,5 millones de pesos mexicanos), el exmandatario del PRI intentó otra vía para conseguir su residencia en España. El expresidente, que gobernó el país entre 2012 y 2018, llegó a solicitar una autorización de residencia por supuestos excepcionales, no previstos en el Reglamento de Extranjería. España, sin embargo, no admitió su solicitud a trámite “por no cumplir los requisitos exigidos para ello”.
La información es de la Secretaría de Estado de Migraciones y responde a varias preguntas planteadas por el diputado de la formación nacionalista vasca de EH-Bildu Jon Iñarritu. Peña Nieto tiene abiertas desde este verano varias investigaciones por parte de la Fiscalía mexicana (FGR) por trasferencias irregulares desde el extranjero, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. El expresidente mexicano vive desde hace al menos dos años en un chalet de una urbanización de lujo a las afueras de Madrid. La propiedad del chalet figura a nombre de una constructora con intereses en México y Chile.
La solicitud fallida que Peña Nieto realizó, según fuentes familiarizadas con el caso, se ampara en una disposición adicional del Reglamento de la ley de Extranjería que permite a la Administración otorgar autorizaciones de residencia, sin seguir el cauce habitual y sin necesidad de cumplir determinados requisitos, cuando existan circunstancias excepcionales de naturaleza económica, laboral o social que lo aconsejen. La Administración suele usar esta figura discrecional para beneficiar a perfiles de extranjeros muy vulnerables, afectados por casos de enfermedad o violencia. Esta fórmula es también a la que se ha recurrido para premiar algunos actos heroicos de inmigrantes en situación irregular. En el caso de Peña Nieto, la Administración consideró que no concurría ninguna circunstancia excepcional que justificase que el expresidente se saltase los canales habituales.
Tras la negativa, Peña Nieto, asesorado por un prestigioso despacho de abogados, decidió optar por la vía con la que los grandes inversores logran sus papeles en España. La ley ofrece desde 2013 la residencia a quien compre inmuebles por valor igual o superior a medio millón de euros. Esta opción ha sido durante todos estos años la vía más rápida y privilegiada para que decenas de magnates rusos, chinos o empresarios venezolanos se instalen en España. Según revela la Secretaria de Migraciones en su respuesta al diputado, Peña Nieto adquirió un local comercial por 570.000 euros (11,4 millones de pesos), “libre de cargas y gravámenes”. La cifra exacta no había trascendido hasta ahora. Con esta fórmula, el mexicano logró sus papeles en octubre de 2020. Tras dos años en vigor, el expresidente necesita renovar su autorización para continuar viviendo en España de forma legal.
El local comercial con el que Peña Nieto consiguió su golden visa, escriturado el 18 de septiembre de 2020 y del que no consta hipoteca, ha pasado por una reforma reciente y es ahora un “piso de lujo” de 105 metros cuadrados situado en el barrio de Chamberí, uno de los más acomodados de la capital española. El inmueble se mantiene vacío, de acuerdo a la versión de los vecinos del inmueble. Según reveló EL PAÍS, el expresidente mexicano lo puso en venta en julio. El anuncio de la inmobiliaria lo presenta como un “impresionante piso recién reformado”.
La oferta se publicó en un portal inmobiliario horas después de que se anunciara la primera investigación en su contra. El 7 de julio, la Unidad Inteligencia Financiera (UIF) de México anunció que la FGR seguía la pista del exmandatario del PRI por cobrar presuntamente un millón de dólares (más de 26 millones de pesos) a través de un esquema de transferencias irregulares desde el extranjero. En agosto, la Fiscalía mexicana anunciaba una nueva batería de investigaciones contra el expresidente por corrupción. Peña Nieto no es el único miembro del último gobierno priista en México sobre el que se estrecha el cerco de la Justicia en su país. Desde Emilio Lozoya, el exdirector de la petrolera estatal, Pemex, encarcelado el año pasado; a la exsecretaria de desarrollo, Rosario Robles, en libertad condicional desde el verano, el reguero de altos cargos con causas por corrupción es cada vez más amplio.
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