La relación entre David Cohen y el presidente del Tribunal de Justicia capitalino se asoma en la investigación sobre el homicidio del abogado
Una línea de investigación extraoficial en la muerte del letrado apunta al esfuerzo del magistrado Rafael Guerra por reelegirse por un tercer periodo hasta 2027


El atentado contra el abogado David Cohen ha dejado una estela de incógnitas alrededor del caso. El letrado falleció el lunes, horas después de haber recibido dos impactos de bala afuera de los juzgados de Ciudad de México. La Fiscalía capitalina ha detenido a dos presuntos responsables del homicidio, dos jóvenes sicarios, de 18 y 20 años, que cumplían su primer trabajo criminal por una suma aproximada de entre 30.000 y 50.000 pesos. Aunque fue un ataque directo, diversos especialistas ven con escepticismo una de las líneas de investigación de la Fiscalía, que apunta a un ajuste de cuentas del crimen organizado contra el litigante especializado en materias mercantiles y administrativas. Otra de las líneas de las pesquisas comienza a tomar fuerza a cinco días del homicidio. En esta resalta la relación y los vínculos de Cohen con Rafael Guerra, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Ciudad de México, una polémica figura cuya sombra se cierne sobre el caso.
Tres abogados consultados por este diario confirman que el litigante era cercano a Guerra, presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Ciudad de México y antiguo abogado del expresidente Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con algunas versiones, Cohen se encontraba el lunes en la llamada Ciudad Judicial, en el centro de Ciudad de México, para un encuentro con el magistrado con fines políticos. Guerra está en campaña para reelegirse como presidente de la máxima instancia judicial por un nuevo periodo que se extenderá hasta 2027. Tras el homicidio, la oficina de comunicación del TSJ informó que el magistrado presidente se encontraba en reuniones de trabajo con representantes sindicales y del órgano de administración durante el tiempo en que Cohen estaba en el edificio. “No hubo cita, ni encuentro informal, ni conversación entre Cohen y Guerra”, subrayó el comunicado.
David Saucedo, experto en seguridad, señala que Cohen auxiliaba a Guerra en su campaña de reelección en el TSJ. “Lo que se dice por parte de abogados y gente que conoció a Cohen, es que sabían que estaba brindando una especie de asesoría de apoyo a Rafael Guerra. En ese contexto, alguien que se opone a esto habría tomado la decisión de asesinarlo como una especie de mensaje siciliano, como lo hacía la mafia italoamericana en Estados Unidos”, explica vía telefónica Saucedo, quien tiene conocimiento de la investigación.
El 31 de agosto, el Congreso de Ciudad de México, controlado por Morena, aprobó una reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial capitalino que permitió a Guerra buscar la reelección. Este debía dejar el cargo el 1 de septiembre, pero la modificación le permitió permanecer en el puesto hasta diciembre y después convocar a una elección para renovar la presidencia del Tribunal. Aunque la reforma ha sido aprobada, ha generado controversia debido a la cercanía de Guerra con el obradorismo, y su gestión al frente del TSJ.
El experto en seguridad ve una omisión por parte de la Fiscalía de Ciudad de México, que de momento se ha resistido a llamar a declarar a Guerra y a su secretaria particular y operadora, Karen Miranda, quienes presuntamente tuvieron contacto con Cohen en los días y semanas anteriores al homicidio. “Una de las actividades políticas primordiales [de Cohen] está fuera de la investigación y al parecer la propia fiscal [Berta Alcalde] estaría encubriendo esta vertiente de investigación para no dañar la imagen del Tribunal Superior de Justicia”, agrega Saucedo. La fiscal Alcalde, por su parte, dijo el jueves que serán analizados los casos que llevaba el litigante como parte de su labor para hacer una revisión exhaustiva del caso y esclarecer el asesinato.
La cercanía de Guerra con Cohen extraña, a la luz de las publicaciones del último en redes sociales, generalmente críticas con Morena, partido que fundó López Obrador. Hace apenas una semana, el abogado calificaba de “rufianes” al oficialismo en general, por empujar la reforma judicial, un cambio de paradigma que implica, entre otras cosas, la elección popular de jueces.
Organizaciones como la Asociación Mexicana por la Transparencia Judicial, han afirmado que estas especulaciones carecen de fundamento y que parecen intentos por cuestionar la transparencia del tribunal en el marco de la reciente reforma judicial.
Líneas de investigación
Las autoridades, como ha subrayado Alcalde, investigan los casos del litigante. Dado el perfil que tenía Cohen y su cartera de clientes, entre los que se encuentran exfutbolistas y famosos, como el defensa del Club Toluca Salvador Carmona, el actor Sebastián Rulli o Anahí Puente, la cantante y esposa del exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco, por mencionar a algunos.

En el gremio, Cohen era conocido por su trabajo desde hace más de 15 años en el caso de la cooperativa Cruz Azul, un conglomerado empresarial, dueño de una cementera y de un equipo de fútbol. El largo litigio se convirtió en guerras entre sus socios, que acabó con su último hombre fuerte, Guillermo Billy Álvarez, en prisión, acusado de fraude y delincuencia organizada, entre otros delitos. “Si tuviera que apostar, diría que el ataque tiene que ver con ese asunto”, dice un abogado citado, que prefiere reservar su identidad por seguridad.
La tercera vía es la que, a ojos de David Saucedo, parece menos probable. El analista afirma que Cohen no tenía un perfil en la abogacía o historial como representante de miembros del crimen organizado; o participación en casos en los que haya perjudicado a alguna célula criminal que opera en la capital. Se dio a conocer que los dos jóvenes detenidos, Héctor N y Donovan N, tenían antecedentes por crímenes menores, como narcomenudeo, pero sin ninguna afiliación a una asociación delictiva. La última revelación, con base a testimonios de ambos acusados, es la existencia de un presunto reclutador, Erick N, alias El Goofy, quien habría contratado a los atacantes.
“No me hace sentido lo que dicen las autoridades. Son personajes completamente anónimos que no son jefes de plaza, ni de sicarios. No tienen una historial criminal destacado. Se trata de asesinos primerizos de bajo rango”, complementa Saucedo. La sombra para esclarecer el asesinato de David Cohen es aún larga.
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