Detenido ‘Alfa 1’, líder de la célula criminal responsable del ataque en el bar Los Cantaritos, en Querétaro, que dejó 10 muertos

La Secretaría de Seguridad de Omar García Harfuch continúa la demostración de fuerza con la que inició el mandato y ha anunciado la detención este jueves por la mañana de José Francisco “N”, alias Alfa 1, líder de la célula criminal responsable del ataque al bar Los Cantaritos, en Querétaro, en noviembre pasado, que dejó 10 muertos y 13 heridos. En seis operaciones simultáneas en tres Estados ―Querétaro, Guanajuato y Yucatán―, que ha involucrado a la Guardia Nacional, el Ejército, la Marina, la Fiscalía General, el CNI y la Secretaría, han resultado capturados otros ocho presuntos criminales, entre los que se encuentra Sandra “N”, conocida como La Patrona, líder de la célula y enlace operativo vinculada con la compra y venta de droga en la región. Además del ataque en el local, los nueve detenidos enfrentan cargos relacionados con delincuencia organizada, secuestro, robo de hidrocarburo, venta de droga, ataques armados y, principalmente, homicidios.

La detención de este jueves es resultado de las investigaciones realizadas tras el ataque en el restaurante de Querétaro, que rompió la ilusión de que había Estados donde la delincuencia organizada no actuaba o no lo hacía con la brutalidad de otros lugares. “Los efectivos de seguridad se trasladaron al sitio para colaborar en las indagatorias, analizar las cámaras de videovigilancia en la zona y realizar entrevistas ciudadanas, en coordinación con la Fiscalía General del Estado de Querétaro y las autoridades locales”, ha detallado la Secretaría de Seguridad en una nota de prensa. La información recabada tras esas pesquisas fue la clave para identificar a los integrantes de esta célula delictiva. Además, las autoridades identificaron cinco inmuebles utilizados por los criminales: cuatro de ellos en Querétaro y uno en Guanajuato.

Los domicilios cateados en Querétaro estaban ubicados en las colonias Juriquilla, Real de Juriquilla, La Pradera y el kilómetro 32.5 del Libramiento Norponiente de Tlacote el Alto. El guanajuatense, en la colonia La Providencia, en San Miguel de Allende. Los criminales apodados como Alfa 1 y La Patrona, operadores de una alianza entre grupos criminales y responsables de ordenar ataques contra organizaciones rivales, según apuntan en el departamento, fueron detenidos en uno de los inmuebles de Querétaro, donde también se aseguraron dos bolsas de cristal, una caja de cartuchos útiles, tres vehículos y dos motos de gama alta. En otro de los domicilios del Estados fueron capturados otros tres hombres y una mujer; y, en el de Guanajuato, detuvieron a otros dos hombres y aseguraron droga, teléfonos y dinero en efectivo. Simultáneamente, José Remedios “N”, operador del mismo grupo y jefe de homicidas y narcomenudistas, fue detenido en la Calle 30 del Fraccionamiento Piedra de Agua, en el municipio de Umán (Yucatán).

Aunque Querétaro no estaba entre los focos rojos de violencia del país, su cercanía con Guanajuato, uno de los Estados con más homicidios dolosos de México, y con el Estado de México, lo convierte en un punto fundamental para los grupos criminales que quieren dominar la zona y que operan en distintos Estados al mismo tiempo. De hecho, la principal tesis de las autoridades para la masacre del bar Los Cantaritos fue entonces el ajuste de cuentas entre el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima, que se disputan la plaza. Según esa hipótesis, el objetivo del ataque de noviembre había sido Fernando González Núñez, La Flaca, miembro del CJNG acribillado por el cartel rival. Las otras nueve víctimas mortales del restaurante no tenían ningún vínculo con ninguna de las dos organizaciones, solo estaban en el sitio y el momento equivocados.