Sheinbaum, sobre un decomiso de armas provenientes de EE UU a México: “La coordinación está funcionando”
La presidenta destaca los acuerdos alcanzados por los dos países en las mesas de negociación para aplazar los aranceles de Trump


Los acuerdos alcanzados por México y Estados Unidos en las mesas de negociación para aliviar las amenazas arancelarias de Donald Trump han traído resultados para ambas naciones. Mientras que México ha hecho decomisos históricos de fentanilo, Washington ha tomado medidas para contener el tráfico de armas por la frontera con su vecino latinoamericano. El pasado lunes, la autoridad que controla las aduanas y la Patrulla Fronteriza, la CBP, aseguró un cargamento ilícito de armas que intentaba cruzar a México, a donde seguramente iban a ir a parar a las manos de los carteles de la droga, como muestran las estadísticas oficiales. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha celebrado el decomiso. “Se ve que la coordinación, en efecto, está funcionando”, ha señalado este miércoles en conferencia de prensa. “Nosotros seguimos con la Operación Frontera para evitar que llegue particularmente fentanilo a Estados Unidos, y ellos nos están ayudando a que no lleguen armas de Estados Unidos a México”, ha agregado.
La CBP incautó en el Puente Internacional Del Río, Texas, un alijo de 16 armas, incluidos tres rifles de asalto, 26 cargadores y 128 cartuchos. Los agentes aduanales efectuaron el aseguramiento en una camioneta que intentaba cruzar a México. La CBP ha calificado el decomiso como “significativo”. “Grandes aseguramientos de armas como este, mediante la coordinación entre autoridades estatales y federales, ejemplifican nuestros esfuerzos continuos para ayudar a mantener nuestras comunidades fronterizas seguras en ambos lados del río [Bravo]”, ha indicado la CBP en un comunicado.
Las amenazas arancelarias del presidente Trump no solo han movilizado a sus socios comerciales más inmediatos, México el primero de ellos, para atender problemas compartidos. Trump reclamaba a su vecino latinoamericano su supuesta inacción ante el tráfico de fentanilo y la inmigración irregular y le urgió a tomar medidas contundentes. México, con la presidenta Sheinbaum a la cabeza, señalaba que el problema del narcotráfico y la violencia era común, y le reclamaba a Washington su inacción ante el trasiego de armas que han inundado México y que a cada momento aparecen en las escenas de asesinatos violentos.

“En los acuerdos que tenemos con el Gobierno de Estados Unidos, planteamos que, así como nosotros estamos apoyando para que no llegue fentanilo y otras drogas, particularmente sintéticas, a Estados Unidos […], nosotros también le pedimos al Gobierno de Estados Unidos que ayudaran a que no lleguen armas a México. Ese fue el acuerdo”, ha comentado la mandataria. La Administración de Sheinbaum puso en marcha la Operación Frontera, que consistió en el despliegue de 10.000 elementos de la Guardia Nacional en la línea divisoria con EE UU y en la concentración de los operativos contra el crimen organizado en las ciudades que colindan con el vecino norteamericano.
En enero, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos estadounidense (ATF) confirmó que el 74% de las armas que usan los grupos del crimen organizado en territorio mexicano llegan ilegalmente —sobre todo— desde Arizona, California, Nuevo México y Texas. Los lugares de destino de esas armas, adquiridas en EE UU y traficadas ilegalmente hacia México —pistolas y rifles en su mayoría—, fueron los Estados de la frontera norte de México: Sonora, Baja California, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, pero también Guanajuato, ubicado en el centro del país y que ha sido azotado por una creciente violencia en los últimos años. La ATF reconoció que el 82% de las armas rastreadas en México llegan a territorios dominados por los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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