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‘La Santa Cecilia’ asume su voz cantante en la crisis migratoria de Estados Unidos

La banda originaria de Los Ángeles cierra su gira en México antes de iniciar con una serie de conciertos del otro lado de la frontera

La banda mexicoestadounidense La Santa Cecilia, el pasado 25 de febrero en Ciudad de México.
La banda mexicoestadounidense La Santa Cecilia, el pasado 25 de febrero en Ciudad de México.Aggi Garduño
Alejandro Mendoza

A Marisol Marisoul Hernández, cantante de la banda mexicanaestadounidense La Santa Cecilia, la idea de venir a vivir a México le ha pasado varias veces por la cabeza. Dice que en su natal Los Ángeles, California, “hay tacos muy buenos”, pero que no se compara con venir a comerlos de este lado de la frontera. Sin embargo, mientras disfruta con el resto de la banda de los últimos días de su más reciente gira en el país y se prepara para iniciar una serie de conciertos por Estados Unidos, otro motivo más grande le hace querer habitar, algún día, la tierra de sus padres: “Ya no nos quieren por allá”.

Tanto ella como el percusionista de la banda, Miguel Oso Ramírez, nacieron en Estados Unidos y, por lo tanto, aunque son de padres mexicanos, tienen la ciudadanía de ese país desde la cuna. Pero el camino de Álex Bendaña (bajo) y Pepe Carlos (acordeón y requinto) fue diferente, ya que ellos nacieron en Venezuela y Oaxaca, respectivamente, y migraron con sus familias cuando eran pequeños. Así es que la retórica antiinmigrante del nuevo gobierno estadounidense les interpela directamente, y por eso mismo asumen un compromiso con su público y con los latinos del otro lado del río Bravo. “Somos servidores de nuestras comunidades, de la gente que nos escucha o que nos va a conocer”, reafirma La Marisoul.

Con la música como trinchera, los integrantes de La Santa Cecilia entienden que su responsabilidad está en escribir canciones que reflejen su realidad. Pero esto no tiene que ver solamente con la autenticidad con la que puedan expresarse o con el uso de ritmos como la cumbia y la ranchera para generar identidad, sino que cantar sus experiencias “puede consolar o inspirar a la gente”, destaca la cantante de la banda. Esto lo aprendieron muy bien con el tema ICE El Hielo, que publicaron en 2013 para denunciar, precisamente, la incertidumbre con la que viven diariamente los inmigrantes que llegan a vivir sin papeles a Estados Unidos. Aun así, la realidad se impuso ante sus ojos y fueron testigos de “cómo no cambian las cosas, sino que empeoran”. “Sí te desanimas; yo me desanimé”, lamenta La Marisoul. La situación les dejaba sin ganas de tocar esa canción, pero luego la propia gente se acercaba a pedirla: “Queremos escucharla”, les decían. “Tenemos que hacer lo que nos pide nuestro público”, concede la cantante, “ellos nos enseñan esa fuerza”.

La situación no es nueva, tal como remarca Oso, el percusionista del grupo. “En Estados Unidos, siempre hay un ciclo de progreso y, después, vamos para atrás otra vez”. Lo que sí está cambiando, desde su punto de vista, es que “la gente está viendo las cosas de una manera más positiva y está buscando cómo salir de esto, cómo crear un sistema que funcione mejor”. Los Ángeles, la ciudad donde residen y donde fundaron la banda, es precisamente uno de los mayores puntos de resistencia. Por un lado, porque culturalmente es una urbe de habla hispana, gracias a que ahí habitan más de 900.000 mexicanos. “Los gringos y la gente que no habla español tienen que aprenderlo a fuerza”, recalca La Marisoul. Esta identidad ha incentivado una lucha social de la que, dicen, también se sienten parte: “Llevamos muchos años tratando de reformar las leyes de los inmigrantes y otras iniciativas así para ayudarnos”, afirma Álex, el bajista de la banda. “Todos merecemos una vida digna y queremos humanizar esa experiencia de ser inmigrante”.

Marisol Hernández, Alejandro Bendaña,  Pepe Carlos y Miguel Ramírez, en Ciudad de México.
Marisol Hernández, Alejandro Bendaña, Pepe Carlos y Miguel Ramírez, en Ciudad de México.Aggi Garduño

En La Santa Cecilia, de hecho, han estado en los zapatos de los migrantes que ahora mismo corren el riesgo de ser deportados. Cuando la banda comenzó, en 2007, Pepe Carlos, su requintista y acordeonista, no tenía papeles para vivir en Estados Unidos. Así es que, cuando comenzaron a invitarles a tocar en otras ciudades fuera de California, tenían que viajar por carreteras secundarias para evitar revisiones que pudieran poner en riesgo a su compañero. Al recordar esos años, Pepe Carlos explica que “es difícil, porque uno se ve con sus sueños y como que hay una barrera”. “¿Para qué le sigo?”, se llegó a cuestionar muchas veces. Pero ahora, visto en perspectiva, tiene un mensaje muy claro que mandar a las personas que estén atravesando la misma situación: “Tus sueños tienen que ser más grandes que lo que se te pone enfrente. Siempre hay que ver hacia adelante y siempre hay que mantener ese sueño vivo”.

Este es el contexto en el que la banda afrontará un 2025 muy especial en su carrera. Primero, porque cerraron su gira en México el 1 de marzo con el concierto más grande hasta la fecha en el país, que fue también su primer Teatro Metropolitan, con un lleno total. Esta presentación fue el final de un recorrido por el país en el que visitaron, por primera ocasión, ciudades como Chihuahua y Torreón. “Fue algo muy bonito ir y ver que había público ahí para recibirnos y que se sabía las canciones”, celebra La Marisoul. Además, este año cumplirán la mayoría de edad como banda. Celebrar 18 años de trayectoria juntos le da oportunidad a Oso de soltar una broma —”ya vamos a poder tomar y votar”—, pero también le permite reflexionar sobre las metas conseguidas: “Todos los días, yo me siento afortunado de pensar que estoy viviendo todas las cosas que soñé cuando tenía 15 años”.

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Sobre la firma

Alejandro Mendoza
Redactor de Escaparate y también ha pertenecido a las secciones de Cultura y Deportes. En México, trabajó y colaboró en diversos medios culturales, como Canal 22, La Digna Metáfora y la revista N3RVIO. Es licenciado en Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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