Los migrantes preparan protestas y huelgas ante la llegada de Trump: “Este país depende económicamente de nuestra mano de obra”

La comunidad inmigrante se mantiene expectante ante el posible embate en su contra que detone Donald Trump al llegar a la presidencia de Estados Unidos el próximo lunes. Una cascada de asesorías legales forman parte de las previsiones que las personas con estatus migratorio irregular han tomado ante los múltiples amagos que el mandatario ha lanzado sistemáticamente. Una “política migratoria de terror”, menciona Carlos Arango, presidente del Frente Nacional Migrante en Chicago. Los migrantes no pretenden quedarse de manos cruzadas y ya alistan jornadas de protesta que incluyen un intento por paralizar la economía estadounidense con un paro nacional de labores. La propuesta está en proceso pero se plantea dentro de los primeros 100 días de la Administración, refiere el líder migrante.

Las nuevas políticas migratorias han dividido las opiniones de la comunidad migrante, una parte piensa que sí se concretarán las medidas en contra de los expatriados, otros tantos, consideran imposible que se hagan realidad las deportaciones masivas. Sería un balazo en el pie debido a que los migrantes desempeñan miles de labores que alimentan la economía estadounidense, refiere Liliana, migrante mexicana con residencia irregular en Utah desde hace cuatro años. “No tengo un plan B. Sinceramente yo estoy a favor, porque lo que aquí se sabe es que Trump tiene pensado deportar a las personas que tienen antecedentes por cometer algún delito y los americanos están preocupados por su seguridad. Me siento tranquila, no creo que se pueda o haya una deportación masiva, este país depende económicamente de la mano de obra de los migrantes”, sostiene.

En contraste, el pánico colectivo permea en una buena parte de la comunidad, principalmente de los mexicanos, refiere Arango, quien adelanta que la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ya alista una cascada de demandas para proteger los derechos humanos de las personas sin regularización migratoria. Esta organización reveló en día recientes que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha solicitado una ampliación presupuestal para incrementar su capacidad de detención migratoria en al menos ocho Estados: Kansas, Michigan, California, Nevada, Nueva Jersey, Texas, Nuevo México y Washington. A la par, un puñado de empresas han presentado propuestas para la ampliación y construcción de más centros de detención, refiere Arango.

La reciente redada en campos agrícolas de Bakersfield, California, ha sido tomada como muestra para los migrantes de que los amagos “van en serio”, apunta el líder de migrantes. “Llegaron diciendo que iban por unos criminales y se llevaron al resto de la gente”, señala. La comunidad alista una serie de marchas para el próximo lunes como protesta ante la política migratoria que promueve el magnate. En paralelo se ha puesto sobre la mesa una ambiciosa medida, pausar todas las actividades, un día sin inmigrantes. “Habrá marchas y manifestaciones aquí en Chicago y en todo el país, pero lo más importante, más allá de las marchas, es el paro económico, el día sin inmigrantes, El día sin mexicanos, como la película de Arau, para enseñarle [a Trump] la fuerza de nuestra comunidad”, adelanta Arango.

La comunidad se siente traicionada por el Partido Demócrata y la derrota de Kamala Harris podría atribuirse a un voto de castigo que viene desde el Gobierno de Barack Obama. “Dejaron al final el tema de migración [no hicieron reformas] cuando se terminó la Administración de Obama el resultado fue un gran número de deportaciones. Incluso se le llamó el deportador en jefe y eso no lo olvidamos ni lo perdonamos, la comunidad latina le dio un gran apoyo para ser el primer presidente negro de los Estados Unidos y han tenido el descaro de volver a pedir el apoyo para ese partido”, lanza una de las voces de la comunidad migrante.

El botón de pánico que ha anunciado el canciller de México, Juan Ramón de la Fuente, para auxiliar a los connacionales ante una inminente deportación es calificada como una tomada de pelo por Arango. La apuesta sigue siendo la asesoría legal, la disposición de abogados para proteger a sus paisanos y el apoyo y unidad de las comunidades, refiere Arango. “Si no son capaces de resolver las citas que se piden para tramitar la matrícula consular o las actas de nacimiento, esa es una vacilada”, dice. El miedo está en el aire, la división de familias es el mayor temor, sin embargo, los migrantes darán la batalla contra las deportaciones que se esperan sean similares a los años 30, cuando las redadas se implementaron en iglesias, centros comerciales, cines y centros de trabajo.