Juan Jesús Varela, actor: “Sujo’ es el trampolín que hay que aprovechar si uno quiere dedicarse al cine”

Un instante tiene la descarada capacidad de cambiar una vida al completo. Ese momento puede venir en la forma de tomar un atajo en un paseo, que se cruce un desconocido contigo en el supermercado, o simplemente tardar un poco más en salir de casa. Para Juan Jesús Varela (Tijuana, 22 años), fue que unos compañeros de clase le convencieran para presentarse a un casting que se llevaba a cabo en su escuela en Guanajuato cuando tenía 16 años. “A mí no me interesaba tanto, nunca me había dedicado a actuar, pero por influencia de mis amigos fui”, recuerda el ahora actor protagonista de Sujo, la película que México ha escogido para enviar a la preselección de los Oscar y los Goya. De ese casting salió elegido para hacer un taller de actuación, de ahí pasó a tener un papel secundario en el film Sin Señas Particulares, y ahora este albañil y joven papá mexicano se prepara para la alfombra roja internacional.

Varela responde a la entrevista desde la habitación de su hermana pequeña, decorada con luces de Navidad que cuelgan desde el tejado de chapa. “Aquí hay menos ruido”, ríe el actor ante la cámara. Ha pasado el día en su trabajo temporal, ayudando a su padre a remodelar una casa habitación en Guanajuato. Reconoce que nadie de su familia está relacionado con el cine, y que para él verse en la gran pantalla fue algo “muy diferente” que ha llenado de orgullo a sus padres y hermanos.

Comenzó a trabajar desde muy pequeño, cuenta Varela. “A los ocho años empecé bailando el torito en Guanajuato [una danza regional que se realiza en las fiestas patronales], luego fui mesero, luego trabajé como mantenimiento en una casa, también cuidando gallinas ponedoras, y fui gasolinero”, enumera con una cara sonriente, demasiado joven para haber tenido tantas profesiones. A lo que más se dedicó fue a ser guía para los turistas en el centro de su ciudad en la que se crio. Admite que ahí aprendió a hablar con soltura y perder la timidez, lo que le ha ayudado en su carrera como actor. “Trabajé de muy chico para ayudar, no por necesidad. Nunca falto comida o calzado, pero quería apoyar para darnos algunos lujos”, se apresura a decir.

Sin embargo, por mucho trabajo que realizara algunas cosas quedaban fuera de las posibilidades. “Nunca pensé que podría cruzar a otro país, mi familia es de clase media baja y eran cosas inalcanzables”, dice Varela. Pero su carrera de actor ha abierto esas puertas. El joven empezó el año viajando a Utah, Estados Unidos, para presentar Sujo en el festival Sundance y ha recorrido gran parte de México para promocionar la película. “He conocido mucho de la Ciudad de México, ¡ya sé usar el metro!”, dice entre risas, “también estuve en Morelia y acabo de volver de Los Cabos. He conocido a mucha gente. Sujo me ha dado estabilidad económica”, agrega.

Su primer papel llegó en la ópera primera de la directora Fernanda Valdez, también originaria de Guanajuato, Sin señas particulares. Tenía que encarnar al hijo de la protagonista, Magdalena, interpretada por Mercedes Hernández, quien le busca cuando desaparece al intentar cruzar la frontera. “En el casting me pidieron que mirara a la cámara y le dijera a mi madre que me iba a los Estados Unidos. Yo nunca tuve esa idea, aunque tengo primos y tíos que lo hicieron. Empecé a hablar conmigo mismo sobre el dolor que le causaría a mi madre. Con eso hice mi primera actuación”, recuerda Varela sobre su primera experiencia actuando. La película ganó varios premios Ariel, pero la recién estrenada carrera del joven actor no conseguía despegar. “Duré mucho tiempo sin trabajar en cine, por más que hacía castings no entraba, me empecé a desanimar”, reconoce.

Trabajar con su padre como albañil le permitía seguir ayudando en casa y tener la flexibilidad de poder ir a castings o tomarse unos días para viajar si llegaba a salir un proyecto. En 2022, llamaron a su puerta para protagonizar Sujo, una película que muestra la vida de un niño, hijo de un sicario, que crece rodeado de violencia mientras sus tías intentan darle una vida mejor. “Astrid y Fer [las directoras] son como las tías de Sujo para mí. Ellas han tratado de apoyarme en lo actoral y en mi vida cotidiana. Ahora estamos en búsqueda de un agente que pueda trabajar junto a mí”, subraya Varela, quien continúa formándose en actuación y reconoce que su primer papel protagónico fue un reto. “Para mí fue un gusto que me invitaran al proyecto. Sujo es el trampolín que hay que aprovechar si uno quiere dedicarse al cine”, añade.

Cuando le preguntan si la exposición a los focos ha cambiado en algo su vida social, ríe tranquilo. Explica que su estrategia consistió en compartir pantalla con sus amigos y familiares para introducirles en el mundo del cine. De hecho, en Sujo el actor que interpreta a Jai, el primo del protagonista, es su primo en la vida real. “A la gente que se junta mucho conmigo los acerqué como extras. Incluso me doy un beso con mi novia en la película”, incide.

La grabación duró cuatro meses. Durante ese tiempo Varela fue padre de su primera hija, viajó a varias ciudades para promocionar la película, conoció a más directores y empezó a recibir guiones para otros proyectos. “Me gustaría dedicarme de lleno a la actuación, me ha cambiado la vida, y me gustaría salir adelante haciendo esto”, insiste, y confiesa que le gustaría participar en alguna serie. “Tengo algunas ofertas y he hecho algunos castings. Eso es muy buena señal”, dice risueño.