Juan Ramón de la Fuente llama a la “ética rigurosa” en el servicio exterior tras la polémica por la boda en el Munal

El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, ha hecho un llamado de atención a los funcionarios que integran el servicio exterior y les ha urgido a que se conduzcan de manera ética. Las palabras del secretario de Relaciones Exteriores de Claudia Sheinbaum tienen de trasfondo la polémica por la supuesta boda de un funcionario de la Cancillería en el Museo Nacional de Arte (Munal). “Me tengo que referir, necesariamente, a la ética de la diplomacia y de los diplomáticos. A la ética como marco filosófico de nuestra conducta individual y colectiva. A la ética como un imperativo de la autoridad y de la verdadera competencia en el quehacer diplomático. A la ética como compromiso ineludible del servicio público”, ha dicho de la Fuente.

Esta semana, el columnista Claudio Ochoa acusó que, el pasado 4 de octubre, Martín Borrego, que fue jefe de Oficina de Alicia Bárcena, secretaria de Exteriores de Andrés Manuel López Obrador, celebró su boda en el Munal disfrazando el evento como un acto diplomático. Borrego, que luego se convirtió en coordinador de Contacto con la Ciudadanía de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), cartera a la que pasó Bárcena en el gobierno de Sheinbaum, dimitió del cargo en medio de la polémica, aunque insistió en que no se casó en el recinto cultural. La controversia ha desatado una bola de nieve que ha llevado a la presidenta Sheinbaum a ordenar una investigación administrativa y a la secretaria Bárcena a deslindarse del evento (aunque estuvo presente) y a ordenar la renuncia de su subalterno.

Durante la ceremonia del 50 aniversario del Instituto Matías Romero, donde se forman los integrantes de la diplomacia mexicana de carrera, De la Fuente ha señalado que la ética debe ser un criterio de permanencia en el servicio exterior, más allá de los conocimientos técnicos. “[Me refiero] a la ética como mecanismo de evaluación para la promoción y para la permanencia en el servicio diplomático. La ética rigurosa como contrapeso de la diplomacia que se agota en el elogio inmerecido y en la recepción frívola”, ha señalado.

Según lo publicado por el columnista, Borrego se casó con Ionut Valcu, jefe de misión y número dos de la Embajada de Rumanía, aunque la solicitud para hacer uso del Munal se presentó como una conmemoración del 89º aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países. El exfuncionario aseguró que el acto —que, insistió, fue diplomático— se cubrió con recursos de la Embajada rumana y que no significó un daño al erario mexicano. El canciller De la Fuente no se ha referido explícitamente a la polémica de la boda, pero ha hecho hincapié en las virtudes de representar a México ante el mundo con vocación de servicio, compromiso, dignidad, generosidad y convicción. “Iniciamos un gobierno comprometido con el cambio social, con la continuidad de la transformación de nuestra realidad”, ha señalado, en referencia a la Administración de Sheinbaum.