El MUAC cierra el acceso a una pieza de la artista Ana Gallardo tras la polémica abierta por una obra sobre la prostitución
La decisión del museo de la UNAM se da tras protestas de agrupaciones de mujeres que acusan a la creadora de denigrar el trabajo de las trabajadoras sexuales
El Museo de Arte Contemporáneo (MUAC) ha decidido suspender el acceso a una obra de la artista argentina Ana Gallardo, tras las protestas desatadas en redes sociales y en la misma sede del centro, por una el contenido de la pieza, sobre una casa de acogida para trabajadoras sexuales en Ciudad de México. Se trata de la pieza Extracto para un fracasado proyecto, 2011-2024, que forma parte de la exposición Tembló acá un delirio, que iba a estar expuesta hasta el 15 de diciembre, y que reúne 20 años de producción artística de Gallardo. El museo, que forma parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha informado de que ha cerrado la exposición “en tanto las instancias universitarias correspondientes llevan a cabo un proceso de revisión al considerar necesario analizar las diferencias y críticas que la obra ha suscitado”.
Las protestas apuntan al método de Gallardo y señalan que la artista grabó a una trabajadora sexual enferma, sin su permiso. En la tarde del domingo, un grupo de manifestantes protestaron en la sede del recinto artístico y mancharon las paredes con mensajes críticos. En algunos se pide “respeto total al trabajo sexual” y “no discriminación a las trabajadoras sexuales”. Desde el museo han informado a EL PAÍS de que, en acuerdo con Gallardo, colocaron un aviso en la exposición advirtiendo de que “esta obra fue concebida previamente a la ley de datos personales de 2017, por esta razón y en atención al cuestionamiento de la obra, la artista hace adecuaciones a la misma, considerando la legislación actual de protección de datos personales”. La explicación no fue suficiente y durante el fin de semana subió el tono del descontento con la obra de la creadora argentina.
En una entrevista con este periódico, a mediados de septiembre, la artista explicó que visitó la Casa Xochiquetzal, en el barrio de Tepito, en la capital. La casa atiende a trabajadoras sexuales de la tercera edad, en situación de calle. “Esa experiencia tiene varias aristas. Está bueno entender que la mayoría de las veces la prostitución callejera no es la elegida. La prostitución es un trabajo que tiene mucha lucha. En Argentina hay sindicatos y hay mucho orgullo por la mujer prostituta, pero hay otra rama de aquellas que no tienen opción, que no saben qué elegir y este geriátrico en ese momento estaba compuesto de esas mujeres viejas que habían vivido toda la vida en la calle”, relató Gallardo.
La artista dijo que le tocó cuidar a una mujer de ese centro que estaba muy enferma, aunque ese no era su plan original. “Quería hacer una obra de arte contemporánea y la directora del centro en aquel momento fue brillante. Me dijo: ‘Ah, ¿querés violencia? Esta, que es privilegiada. Ven, trabaja y cuida a esta mujer’. No fue mucho tiempo, porque tenía una beca de tres meses y yo estuve dos. Además, al mes y medio, esta mujer, Estela, se muere porque ya estaba en una situación de agonía. Fue muy duro para mí, porque yo no tenía herramientas para hacer eso. Lo hice porque he sido creada en la educación con monjas y la idea del sacrificio y la solidaridad y no concebía no hacerlo. Hice lo que pude. Entendí que la directora me había dado una lección de vida enorme. Mi lugar de artista era ridículo pensando que iba a hacer un arte contemporáneo valiente, pero finalmente esa pieza fue muy potente, porque siento que Estela murió de una manera distinta a como lo hubiera hecho si yo no hubiera estado. En ese proceso de agonía, los momentos en que yo la toqué, la bañé, le lavé el pelo, le hacía masajes, ella tuvo un tránsito diferente en su enfermedad. Y eso es el poder del arte”, narró Gallardo.
El MUAC ha explicado que la “pieza se conforma de un texto calado sobre un muro que alude a la frustración que vivió la artista, desde su perspectiva personal, pero también al aprendizaje sobre los límites del trabajo artístico para abordar ciertos temas. Dentro del contexto de la exposición, esta pieza se une a una serie de obras que construyen una suerte de autobiografía de la artista, quien narra sus luchas, encuentros, desencuentros, victorias y frustraciones frente a una sociedad que abandona a sus adultos mayores”.
Sus críticas han denunciado que grabó a la mujer en agonía sin su permiso y que usó esas grabaciones en su arte para provecho propio. La obra fue creada hace más de una década y se ha presentado en viarios museos internacionales, pero ha sido en México donde ha despertado tal polémica que las autoridades de la UNAM han decidido cerrarla. La Casa Xochiquetzal envío una carta al museo expresando su preocupación por la pieza porque considera que la autora argentina se dirige en su obra a esa institución “con mentiras, descalificaciones e insultos”. Según el centro, la artista “falta al respeto a la identidad de las habitantes de la casa, revela el nombre de Estela, la graba y muestra, miente, difama, insulta, revictimiza, afecta a las mujeres, y todo esto con presupuesto público y validado por el MUAC”.
Desde el museo han explicado que han mantenido contacto con ese centro y que además han abierto espacios de diálogo para responder a la controversia creada por la obra de Gallardo. “El MUAC, como recinto universitario, promueve la libertad de expresión en sus distintas manifestaciones. El rol de este museo es albergar la libertad artística y suscitar una discusión en un marco de respeto”, informaron las autoridades en un comunicado hecho público el sábado. El domingo, la UNAM reiteró que “está en contra de toda violencia hacia las personas, y particularmente hacia las mujeres y grupos históricamente vulnerables”. Se espera que este lunes tanto el museo como la universidad tomen una decisión sobre el futuro de la exposición de Gallardo.
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