El Tribunal Electoral avala la reelección de Alejandro ‘Alito’ Moreno como presidente del PRI

El Tribunal Electoral ha validado la reelección de Alejandro Alito Moreno en la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El polémico líder ha cumplido su propósito y llevará las riendas del histórico partido durante cuatro años más, con posibilidad de perpetuarse hasta 2032. Los magistrados, que tenían la última palabra, han anulado la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE), que en una resolución de septiembre había invalidado las reformas a los documentos básicos priistas, incluidos los cambios aprobados en la asamblea nacional del 7 de julio, fuera del plazo que marca la Ley General de Partidos Políticos. Dichas enmiendas volaron el candado para dar paso a la reelección del dirigente en unos comicios apresurados la primera quincena de agosto, en los que el líder priista se hizo con el 97% de los votos de los consejeros, cercanos a él. El fallo del máximo órgano electoral deja sin efectos la resolución del INE, que había dejado en suspenso el futuro de Alito al frente de la histórica formación.

Tres de los cinco magistrados, Felipe Fuentes, Felipe de la Mata y la presidenta del máximo tribunal, Mónica Soto, han dado sus votos en contra del proyecto de su par, Janine Otálora, que consideraba improcedente la impugnación que presentó el dirigente contra la resolución del INE. Con el aval de la mayoría, incluido el magistrado Fuentes, vinculado, sin pruebas, a una camaradería con Moreno, validaron las enmiendas a los documentos de dirección del PRI que permitieron la reelección de Moreno el 11 de agosto.

El argumento que sustentó el proyecto de Otálora fue la prohibición establecida en la ley de partidos a que se hagan reformas a los documentos básicos de los partidos en medio de un proceso electoral. Los comicios concluyeron el 18 de agosto, un mes después de la aprobación de las enmiendas. Esta tesis no agobió a la dirigencia priista. En los pasillos del histórico partido que gobernó 70 años ininterrumpidos el país y que se hundió en las elecciones de de junio, reinó una confianza ciega en que la resolución del INE sería rechazada por el máximo tribunal electoral, según apuntan fuentes del partido.

La presidencia del tribunal electoral aupó los múltiples cambios estatutarios priistas, incluida la reelección de Alito. “Es conforme a derecho”, lanzó para adelantar su voto en contra del proyecto de Otálora. La magistrada puso sobre la mesa algunos de los problemas y violaciones a derechos que la validación de las reformas estatutarias destapa. “Cuarta el derecho de la militancia del PRI a impugnar las reformas estatutarias. Hemos recibido impugnaciones a estas reformas”, dijo la magistrada. Además, sostuvo, se priva al INE de revisar la constitucionalidad de las enmiendas a los estatutos y vulnera los derechos políticos de las mujeres. Bajo el principio de alternancia de género en las dirigencias de los partidos, correspondía a una mujer ocupara la dirigencia priista, lanzó la magistrada. El argumento fue rechazado por Soto. “No es en automático la reelección y está abierta la posibilidad a que aspiren y compitan mujeres para dirigir el partido”, lanzó.

Los tres magistrados que han validado las enmiendas y en consecuencia la reelección han recurrido a los antecedentes. En 2018 se aprobaron cambios a los estatutos de Morena en pleno proceso electoral, por una excepción, la proximidad (15 días) de los comicios locales. En este caso, Durango y Veracruz son los Estados que tendrán elección en 2025, ambos procesos inician en noviembre, sin embargo, las reformas del PRI se realizaron cuatro meses antes. Este fue la reflexión del magistrado Reyes Rodríguez, que junto a Otálora apostaron por invalidar las reformas priistas.

“No es aplicable el precedente, no hay urgencia”, dijo Rodríguez en respuesta los argumentos que consideraron que por la proximidad de los comicios en Durango y Veracruz era necesario avalar los cambios. El magistrado se remitió a su proyecto. En julio puso una fecha límite a los órganos internos del PRI y al INE para resolver las impugnaciones que presentaron los exdirigentes del PRI, Dulce María Sauri, Enrique Ochoa y Pedro Joaquín Coldwell, junco con militantes, para invalidar la convocatoria a la asamblea en la que se aprobaron los cambios estatutarios. Pero fue rechazada. “Hace dos meses no era urgente ¿por qué ahora sí es urgente?”, cuestionó el magistrado.