López Obrador se despide de su popular conferencia Mañanera
El presidente anuncia que la de este viernes ha sido su última comparecencia ante los medios, a días de entregar el poder a Claudia Sheinbaum
En su prolongada despedida de la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador ha puesto fin este viernes a su peculiar conferencia Mañanera en Palacio Nacional, una comparecencia diaria ante los medios donde ha expuesto avances de su Gobierno y ha respondido a los cuestionamientos de los periodistas. El mandatario saliente entregará el poder a su sucesora, Claudia Sheinbaum, la presidenta electa, el próximo martes. López Obrador ha dicho que la de este viernes ha sido la última conferencia en la que responde preguntas de la prensa. El lunes, ha prometido, hará un convivio con los reporteros. Tras entregar el cargo, López Obrador se jubilará en un rancho que tiene en Palenque, Chiapas. Él se irá, pero la conferencia Mañanera permanecerá. Sheinbaum ha confirmado que continuará con el mismo formato de comparecer desde las 7.00 de la mañana de lunes a viernes.
La Mañanera es televisada por varios medios, pero sobre todo es vista por decenas de miles de personas diariamente a través de YouTube. Incluso, el Gobierno mexicano recibió una placa como reconocimiento por sus visitas en esa plataforma. López Obrador presume que su conferencia es un ejercicio de transparencia, apertura y rendición de cuentas. Pero organizaciones de derechos humanos han advertido de que también ha sido una plataforma desde la cual el mandatario ha estigmatizado a los periodistas con los que no concuerda y ha criminalizado a activistas, como a los defensores del territorio o a los buscadores de desaparecidos. En una ocasión, el presidente reveló datos personales de una periodista de The New York Times, en respuesta a la publicación de un reportaje que denunciaba posibles pagos de narcotraficantes a una de las campañas electorales de López Obrador.
El mandatario también ha sido sancionado por el Tribunal Electoral por usar su popular Mañanera para interferir en los procesos electorales. En los pasados comicios de junio, el presidente atacó varias veces a la entonces candidata presidencial de oposición, Xóchitl Gálvez, mientras que a su delfín, Sheinbaum, la enaltecía frente al electorado. Los críticos de López Obrador han señalado que la conferencia es algo así como una poderosa tribuna desde la que el mandatario avienta a la hoguera a sus adversarios, que padecen ataques en redes sociales provenientes de las bases lopezobradoristas.
La Mañanera data de la época en que López Obrador fue jefe de Gobierno de Ciudad de México, entre 2000 y 2005. Igual que hoy, el entonces mandatario local comparecía ante los periodistas desde muy temprano y respondía a sus preguntas. Cuando conquistó el Ejecutivo federal en su tercer intento, en 2018, volvió a instaurar ese formato, inédito entre los presidentes mexicanos, desacostumbrados a aparecer en conferencias, muy adeptos a los actos protocolarios donde daban un discurso y luego se marchaban entre fuertes dispositivos de seguridad.
Durante su gestión como presidente, López Obrador ha dado más de 1.400 Mañaneras en Palacio Nacional. Las conferencias duran en promedio dos horas y media, aunque ha habido algunas que se han extendido más de tres horas y media. Durante las comparecencias, el presidente siempre está de pie y no toma agua. En contraste, los funcionarios a los que invita permanecen sentados, lo mismo que los reporteros. Con una popularidad que roza el 80%, el mandatario ha tenido el poder de dictar a los medios la agenda desde su tribuna y de moldear la discusión en los corrillos políticos.
En la Mañanera de este viernes, López Obrador ha hablado de la polémica entre España y México por la decisión de Sheinbaum de no invitar al Rey Felipe VI, jefe del Estado español, a la ceremonia de su toma de posesión como presidenta constitucional. El mandatario saliente ha criticado al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, por insinuar que López Obrador es quien estuvo detrás del desaire al Rey. “Está insinuando que fue una decisión que yo tomé, como si la presidenta electa fuera manipulable, es una falta de respeto adicional”, ha dicho. Los roces entre ambos Estados datan, justamente, de la Administración de López Obrador, que envió una carta al Rey demandándole una disculpa por las atrocidades que se cometieron en la Conquista.
López Obrador también ha hecho un ejercicio de futurismo y ha hablado de cómo cree que hubiera sido su Gobierno si hubiese triunfado en la elección de 2006, en la que él denunció un fraude electoral para imponer al panista Felipe Calderón. “Se hubiesen evitado muchas desgracias, porque nosotros no íbamos a declarar la guerra al narcotráfico, nosotros íbamos a hacer lo mismo [que ahora]: atender las causas”, ha afirmado. “Como íbamos a gobernar con legitimidad, después de ganar en elecciones democráticas, no íbamos a tener necesidad de actuar de manera espectacular y pegar un garrotazo a lo tonto al avispero”, ha añadido.
También ha dicho que, de haber sido presidente entonces, no se habría sometido a presiones del extranjero y se hubiesen evitado más privatizaciones de empresas estatales. Sin embargo, también ha destacado el lado positivo de haber perdido la elección. “Nos hacen el fraude y me dedicó a recorrer todo el país, que en el 2006 no lo conocía como ahora, después del 2006 yo empiezo a recorrer todos los pueblos”, ha detallado. “Soy el mexicano que más conoce el territorio. No hay ningún mexicano que conozca todos los municipios de México. Eso me ayudó mucho a recoger los sentimientos del pueblo, a conocer a México desde abajo. […] Y ya, cuando llegamos [en 2018], pues teníamos más experiencia”.
López Obrador ha reiterado que se despedirá de la vida pública y se dedicará a escribir. “Fui el presidente de más edad. La edad, la experiencia ayuda, entre otras cosas porque, cuando termina un presidente joven, pues siempre le queda el ansia de seguir mandando, de seguir detentando el poder, y ya cuando se tiene cierta edad, se reafirman los principios de no tenerle tanto apego ni al poder ni al dinero”, ha explicado. Cuando estaba por marcharse, ha respondido dos últimas preguntas de los periodistas alcanzadas al vuelo.
—¿Qué aprendizaje o lección se lleva de su etapa como presidente?
—Que el pueblo de México es amoroso, el mejor pueblo del mundo —ha dicho él.
—¿Qué consejo da a los jóvenes políticos?
—Que le tengan siempre mucho amor al pueblo, y, si no alcanzan a querer al pueblo, que cuando menos lo respeten, que no lo ofendan, que no lo ninguneen —ha afirmado y ha desaparecido tras bambalinas.
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