Gentrificación, poetas y Dua Lipa: Ciudad de México está otra vez de moda

Basta con agudizar un poco el oído cuando se camina sobre las calles de la colonia Roma o Condesa para caer en cuenta que la Ciudad de México está de moda. De fuera llegan y llegan personas que en la cartera cargan euros o dólares, hablan en lenguas extranjeras, rentan departamentos al triple del precio que costaban hace unos años. A la capital se suman celebridades como Dua Lipa, Lenny Kravitz, Dev Patel, Drake Bell o el más reciente, Travis Baker. Artistas que no se han asentado aún, pero coquetean con la idea.

Visto de esta manera hace difícil digerir con positividad la llegada extranjera. Carteles se han colgado por las calles pidiendo a los ‘gringos’ regresar a sus tierras. De acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación, en 2020 entraron al país casi 13 millones de extranjeros; en 2021, ascendió la cifra a 19 millones. En los últimos tres meses de 2023, al Aeropuerto de la Ciudad de México entraron 367.575, en octubre; 358.680, en noviembre; 420.071, en diciembre, según reporta la Secretaría de Turismo. Las cifras confirman lo codiciada que está la capital mexicana, pero no es la primera vez que esto pasa.

En los años 50, la generación beat encontró en México su refugio para olvidarse de las guerras y vivir en una sociedad liberal y vanguardista. En un café sobre Bucareli, cuenta la leyenda, que Fidel Castro y el Che Guevara se reunían para conjurar; en los 70, José Rosas Ribeyro, Claudia Kerik y Roberto Bolaño inician el movimiento poético infrarrealismo, junto a otros poetas mexicanos. Entre oleadas se mueven las tendencias alrededor del mundo. México se empapa por esta nueva ola como el París de Hemingway en los años 20, y el de Cortázar en el 50.

Jérôme Sans (Francia, 63 años), director de arte francés que desempeñó el papel de curador de Capítulo V: Heat en la recién celebrada semana del arte en la ciudad, el pasado febrero, argumentó a un medio especializado en arte que la ciudad “es vibrante para el arte, diseño, cine y comida. Hay buenos espacios para producir (arte) e, históricamente, lo saben apreciar. Tiene todos los componentes para hacer que pasen cosas”. Las palabras de Sans se han dicho muchas veces, con otras palabras y por otros medios. “México, son el mejor público al que hemos tocado”, es una de las frases más comunes que los músicos y cantantes dicen cuando se plantan sobre la tarima para tocar frente a 600 personas en un espacio pequeño en Roma Sur, o ante 65.000 escuchas que abarrotan el Foro Sol. Como México no hay dos.

En lo que va de este 2024, tres nombres han acaparado la atención: Dua Lipa y su recorrido turístico a través de la capital, romanceando en la esquina de Colima y Jalapa en la colonia Roma, y al sur conociendo Casa Pedregal, diseñada por el arquitecto mexicano Luis Barragán. Por otro lado, están Drake Bell y Travis Baker, que ha expresado su deseo de mudarse a la capital mexicana. De Bell se sabe que pasa mucho tiempo en México mientras trabaja en su nuevo álbum, pero se mantiene esquivo a confirmar que ha dejado de vivir en Estados Unidos, alimentando el misterio. Baker, baterista de la banda Blink 182, aprovechó las fechas canceladas de la banda para pasearse por la Roma-Condesa y no escatimó en las publicaciones que subió a Instagram: “Podría mudarme a México”. Todos quieren ser parte de esta moda citadina.

No es la primera vez que Ciudad de México vive este furor extranjero y lo que la historia nos cuenta prevé que tampoco será la última. Pero en los años 50 y 70, la información no se movía con tanta rapidez. Basta con sacar el celular, grabarse en modo selfie descansando en Parque México y subirlo a cualquiera de las plataformas digitales. La nueva popularización de la capital mexicana atrae a los más famosos, a miles de extranjeros y también levanta cejas entre la gente local.

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