Liberados los dos hombres de la comunidad de los Lebarón que permanecían secuestrados en Chihuahua

La familia de los Lebarón ha vuelto a recuperar el aire, después de que la noche del domingo cuatro de los integrantes de su comunidad fueran secuestrados en la sierra de Chihuahua, en el norte de México, un territorio que se ha convertido en campo minado para los habitantes de esa región, ante el poder y la presencia cada vez más omnipotente del crimen organizado. La noche de este lunes, Christian Bruce Lebarón y Shem Lamar Stubbs Gwin, dos de los retenidos, pudieron comunicarse con su familia y confirmaron estar a salvo. Ha sido hasta la tarde de este martes, y en medio de una caravana de amigos y familiares que marcharon hacia la sede del Gobierno estatal en Chihuahua, cuando Bryan Lebarón informó que Miguel Ángel Moreno Sánchez y Manuel Horacio Ríos Jacob habían sido contactados y que las autoridades iban por ellos, aunque aseguró que se encontraban “muy golpeados”.

La noche de este lunes, los Lebarón habían anunciado una marcha desde distintos puntos del Estado, hacia la capital, Chihuahua, para plantarse frente al Palacio de Gobierno y exigir la liberación de los dos hombres que permanecían retenidos. En medio de la manifestación, Byan Lebarón informó que Miguel Ángel Moreno Sánchez y Manuel Horacio Ríos Jacob ya se habían comunicado vía telefónica: “Nos acaban de llamar las víctimas. Ya están liberados, están en una tienda, ya nos dieron la ubicación, la autoridad ya va por ellos”, dijo.

Los cuatro hombres de la comunidad mormona del norte de México y sur de EE UU —que incluye a los Lebarón— fueron retenidos la noche del domingo cuando viajaban por la sierra de Chihuahua. La última vez que se les vio fue en su paso por la región de El largo Maderal, en el noroeste del Estado de Chihuahua —en el norte de México—. En entrevista con Milenio, Julián Lebarón confirmó que sí se trataba de un secuestro y que los captores de sus compañeros les dijeron que no hicieran “más ruido en los medios de comunicación”.

Las familias mormonas que viven entre los Estados de Sonora y Chihuahua han sido víctimas del embate de los grupos de la delincuencia organizada que operan en la sierra, muy cerca de la frontera con Estados Unidos. El 6 de noviembre de 2019, el grupo criminal de La Línea, lanzó un ataque armado en contra tres camionetas repletas de niños y mujeres, donde murieron baleadas y calcinadas nueve personas, todas integrantes de la comunidad.

En los últimos meses, no solo estos ataques a comunidades han salido a la luz. Grupos armados han secuestrado a líderes indígenas y asesinado a miembros de la Iglesia Católica en varios puntos del norte del país, incluyendo la Sierra Tarahumara, en Chihuahua.

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