El secuestro de 31 migrantes en Tamaulipas revive el horror de las masacres del norte de México
Las autoridades estatales confirman la desaparición de los migrantes, interceptados el 30 de diciembre mientras viajaban en autobús. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirma que al menos cuatro de los secuestrados son ciudadanos de ese país
En varios comunicados e intervenciones en prensa absolutamente confusas, las autoridades del Estado de Tamaulipas, en el golfo de México, han confirmado el secuestro de 31 migrantes, sustraídos de un autobús que cubría la ruta entre Monterrey y la frontera. El secuestro ocurrió pasadas las 19.00 del sábado, 30 de diciembre, en el tramo de la carretera que comunica Reynosa y Matamoros. En un mensaje publicado este lunes en la noche, la vocería de Seguridad del Estado ha informado del rescate de cinco ciudadanos venezolanos en el mismo tramo carretero. No está claro si los cinco serían parte de los 31.
Preguntado por reporteros este martes, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se ha referido al caso. “Se sabe que es un camión con 31 migrantes que fueron bajados, dejaron a cinco, se llevaron a los demás migrantes, pero ya se está haciendo la búsqueda desde los primeros momentos”, ha dicho. Su homónimo colombiano, el presidente Gustavo Petro, ha señalado en la tarde que cuatro de los 31 son colombianos. Se ignora hasta el momento el origen de los demás.
Uno de los conductores del autobús informó del secuestro el mismo sábado. Según su relato, reportado parcialmente en comunicados de la vocería y en entrevistas que ha dado su titular, Jorge Cuéllar, cinco camionetas con hombres armados interceptaron el autobús, de la empresa Grupo Senda, y obligaron a bajar a los migrantes. Los criminales habían detenido el vehículo entre Reynosa y la ciudad de Río Bravo, unos kilómetros al este. No se llevaron a todos los pasajeros, cinco se libraron y se quedaron en el vehículo junto a los choferes, que llamaron al número de emergencias, 911.
Se trata del mismo modus operandi de los grupos criminales que desaparecieron a decenas de personas en la misma región, algo más al sur, sobre todo en San Fernando, en 2011. Criminales que interceptaban autobuses y otros vehículos y se llevaban a los pasajeros, en una lógica de guerra entre los grupos de delincuentes de la frontera. Para los criminales, los migrantes, ya fueran de Estados del sur o de países vecinos, son pura mercancía, mano de obra para sus batallas. Así, para evitar que ingresaran a las filas de sus rivales, los mataban. Cientos aparecieron muertos en esos años en la región.
Desde el sábado, autoridades estatales y federales peinan la zona, frecuentada por migrantes que buscan la frontera con Estados Unidos. El hallazgo de los cinco migrantes el lunes por la noche hizo pensar en los 31 y en posibles pistas para su rescate. En su comunicado, la vocería explicó que la Guardia Nacional detectó un Ford Fusion blanco en la carretera entre Monterrey y Matamoros, a la altura del kilómetro 30, en Reynosa. “Al detectar la presencia de las unidades de la Guardia Nacional, la Ford realizó maniobras evasivas entre el tráfico y posteriormente detuvo su marcha. Dos masculinos descendieron del vehículo y huyeron a pie. Se inspeccionó el vehículo, encontrando a cinco personas de nacionalidad venezolana, entre ellas, dos menores de edad”, reza el comunicado.
Los migrantes señalaron que viajaban en un autobús del Grupo Senda, igual que los 31, cuando el Ford Fusion interceptó el vehículo. Los dos hombres que huyeron les habrían hecho bajar y abordar su camioneta. En entrevistas con medios locales, el vocero Cuéllar señaló que “se trata de otro caso”, aunque no explicó qué elementos le permitía eliminar el vínculo entre ambos casos.
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