Polémica por el ‘merchandising’ del Gran Premio de México: el último episodio de la turbulenta relación de Red Bull y Checo Pérez

Las horas se van contando para el inicio de una nueva edición del Gran Premio de México y los ánimos se van calentando más otra vez desde las gradas. Este año no ha sido el más cordial entre los aficionados del piloto Checo Pérez y su escudería Red Bull, esto a raíz de distintos sucesos. Uno de ellos, la salida de tono del asesor del equipo austriaco, Helmut Marko, considerada “racista” y “discriminatoria”, cuando afirmó el pasado mes de septiembre que “es sudamericano [Pérez] y por eso su cabeza no está tan enfocada como la de Max Verstappen o como era Sebastian Vettel”, además de un año tenso a raíz de factores como el trato “injusto” al jaliscience y “preferencial” a su compañero de equipo, según consideran los seguidores.

En otro episodio de enojo contra la escudería de Red Bull, que marca la previa de la competencia automovilística más importante del país, los aficionados del piloto tapatío se han volcado a las redes para criticar y burlarse de la mercadería que el equipo austriaco ha sacado a la venta para el GP de México en honor a Checo. El diseño, colorido con tonos verdes y rojizos brillantes, con letras grandes que deja ver de forma repetida su nombre, Sergio Pérez, su apodo, Checo, el número 11 y una leyenda que dice en inglés “el piloto número uno de México”. “Voy despertando y veo la mercancía de Redbull para Checo en México, y está horrible. ¿Qué tiene de mexicano?”. “La neta si está bien fea la mercancía. Hasta parece réplica”, dicen algunos de los comentarios en redes.

El distintivo del diseño que este año ofrece Red Bull para el GP de México es que “se inspira”, o más bien “se apropia”, según explica Aldo Solano, doctor en Historial del Arte, en el arte de los murales de promoción que utilizan los sonideros. El especialista explica que es un tipo de arte y de diseño, más común en áreas rurales y la periferia, para dar a conocer eventos a la clase trabajadora. Generalmente, eran hechos por la disquera, los organizadores de los bailes y que, por eso mismo, se ha nutrido y ha cambiado a lo largo del tiempo.

“Tiene mucho que ver con los logotipos de las grandes bandas del swing que en México evolucionaron hacia la música norteña, que también son grandes bandas. Por ahí se decanta un poco del diseño gráfico, pero luego también vemos que se nutre de la estética del high energy, esta música asociada con el disco, que tiene esta gráfica en sus discos muy ochentera, muy futurista. El mejor ejemplo que te podría dar es el tipo de letra que se usa en Star Wars. También se nutre del graffiti y empieza a tomar los colores brillantes e incluso algunos manierismos en las letras, en cómo se trazan estos logotipos. Es algo cambiante que va tomando distintas referencias y no es estático”, explica Solano.

Sin embargo, el historiador del arte también cuestiona las intenciones de Red Bull, sobre cuándo deja de ser homenaje y se vuelve apropiación cultural. Sin embargo, así como sucedió con el blanqueamiento de los espacios públicos e invisibilización de los rótulos en Ciudad de México, más específicamente en la alcaldía Cuauhtémoc, bajo el mandato de Sandra Cuevas, Solano dice que el lenguaje artístico de comunicación, en este caso de los rotulistas que hacen este tipo de murales, solo puede existir a partir de la regulación de la publicidad y del blanqueamiento. “Solo puede existir legitimado a partir del comercio transnacional, las grandes marcas y en los medios de la publicidad. ¿No hubiera sido mejor llamar a un rotulista de estos y que diseñara la playera de Checo si vamos a referenciar eso?”, precisa.

Distintos aficionados han preferido diseños y mercancía de otras escuderías que se han inspirado en otros elementos culturales del país con motivo del Gran Premio. Algunos ejemplos son el uso de la deidad Quetzalcóatl por parte del fabricante francés Alpine o las catrinas, tradicionales de este mes por el Día de Muertos, que lucen en los diseños de la escudería Alpha Romeo o la camiseta de Lando Norris, piloto de McClaren.

“Está la gente que no le da el debido valor, que piensa que son cosas de una baja cultura y eso todo es a partir de la ignorancia. No te vas a dar cuenta de que son expresiones culturales de toda la vigencia y toda la valía, y que esta separación entre arte formal, entre comillas, y arte popular es simplemente una separación clasista”, agrega el especialista en arte.

Con toda la polémica de por medio, no han faltado los aficionados que han llamado a boicotear las ventas de Red Bull, indicando a otros seguidores del piloto tapatío que solo compren la mercadería de la marca personal de Checo a través de su página oficial u otros comercios afiliados. Con boicot o no, el valor de marketing de Pérez no es para subestimar y es una de las principales razones por las cuales mantiene su puesto en la escudería austriaca, según explica el analista de Sky Sports David Croft. “Checo aporta mucho dinero de patrocinio al equipo y eso es importante, incluso en esta época de la F1 con un límite presupuestario. Casi el 65% de todo el merchandising online de Red Bull F1 se vende en México”, explicaba en una transmisión.

A pesar de que Pérez ha intentado poner paños de agua fría a la tensa relación de sus fans con su equipo, con Helmut Marko y su compañero Versttapen, de cara al domingo, desde la grada ya se calientan los ánimos y quedará ver cómo acaba este nuevo episodio de la checomanía desde el Autódromo Hermanos Rodríguez, el santuario de la Fórmula 1 en México.

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