Pueblos mágicos, cascadas y surrealismo: cosas qué hacer en San Luis Potosí

En San Luis Potosí convergen la tradición, la cultura, la naturaleza, el surrealismo y lo místico, por lo que es uno de los destinos imperdibles para los turistas en busca de nuevas aventuras. La biodiversidad de este estado ubicado en el norte de México tiene una dualidad única, pues en una parte de su territorio está un desierto sagrado en el que “nació el sol” según la cosmovisión del pueblo wixárika, mientras que otra parte se caracteriza por sus bosques templados que esconden secretos surrealistas.

San Luis Potosí, la capital

En la capital del estado hay varios sitios históricos, restaurantes y museos que vale la pena contemplar en el itinerario de viaje. El Jardín Guerrero, también conocido como el exconvento de San Francisco, se encuentra justo en el corazón histórico de San Luis Potosí. En la misma zona se puede visitar la Catedral Metropolitana y diversos museos, entre los que destacan el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo Federico Silva, el Museo Regional Potosino del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), además del Museo Nacional de la Máscara.

En el Barrio de San Juan de Guadalupe se ubica el Museo Leonora Carrington, la famosa artista surrealista que se mudó a México para escapar de la Segunda Guerra Mundial y de la influencia de su estricto padre, un hombre de negocios que no aprobaba su interés por el arte. El lugar alberga esculturas icónicas como La Barca de las Grullas, además se exponen grabados y objetos personales que fueron cedidos por el hijo menor de Carrington, Pablo Weisz.

La Huasteca Potosina

En esta región hay una enorme riqueza hidrográfica, lo que atrae a los viajeros que prefieren las emociones fuertes. En la Cascada de Tamul se puede hacer un paseo en lancha que tiene una duración de más de una hora, y también practicar rappel para tener la mejor vista del lugar. En las Cascadas de Tamasopo, ubicadas en el municipio del mismo nombre, se puede nadar, realizar saltos y clavados en espacios designados, practicar senderismo y hacer un día de campo en familia. Otras áreas naturales imperdibles en San Luis Potosí son las Cascadas de Micos, la Cascada de Minas Viejas y Puente de Dios. En cualquier caso se recomienda asesorarse con personas de la localidad y siempre contar con equipo de protección para evitar accidentes.

Xilitla

El origen del nombre de este pueblo mágico es náhuatl y significa “entre los caracolillos” o “lugar de chile”. Los amantes del arte lo reconocerán como el sitio elegido por el poeta y escultor Edward James para construir su famoso jardín surrealista: Las Pozas. En un inicio su intención era tener un espacio lleno de orquídeas y animales exóticos, pero, después de una helada, el artista decidió emprender un proyecto más ambicioso —y longevo— que actualmente está conformado por 27 estructuras arquitectónicas y esculturas.

Al ser parte de la Huasteca Potosina, en Xilitla también se puede visitar la Cascada Los Comales, un área natural cuya entrada fue construida por Edward James; fue su última obra antes de morir. La experiencia surrealista para los turistas en este lugar se complementa con la segunda locación del Museo Leonora Carrington, quien curiosamente fue la mejor amiga de Edward James cuando ambos estaban viviendo en México.

Real de Catorce

Este lugar solía ser un pueblo minero en el que se extraía plata, pero después de una inundación fue abandonado por los pobladores y pasó a ser un sitio fantasmal en medio del desierto. Con el paso del tiempo algunos curiosos comenzaron a llegar y debido a esto se desarrolló una industria turística que ofrece excursiones, cabalgatas por las montañas y paseos en vehículos todoterreno. Más allá de su contexto contemporáneo, Real de Catorce (o Wirikuta en wixárika) tiene un significado clave en la cultura huichol, ya que se considera sagrado porque se cree que ahí ocurrió la creación del mundo.

En este territorio —que incluye los municipios de Catorce, Charcas, Matehuala, Villa de Guadalupe, Villa de La Paz y Villa de Ramos— el pueblo Wixárika sigue realizando peregrinaciones espirituales en las que se ingiere peyote o hikuri de forma ceremonial para adquirir el “don de ver”. Sin embargo, existe una controversia alrededor de la apropiación cultural de los visitantes que buscan recrear esta experiencia, lo que ha resultado en el saqueo y venta ilegal de este cactus sagrado para la comunidad.

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