José Antonio de los Reyes, rector de la UAM: “Volver a clases el 8 de mayo no significa abandonar el diálogo con las colectivas”
Las alumnas y alumnos de la Universidad Autónoma Metropolitana llevan más de un mes en paro debido a la crisis interna por violencia machista que se vive dentro de los campus
Las alumnas y los alumnos de la UAM llevan más de un mes en paro debido a la inseguridad que viven dentro de los cinco planteles de la tercera universidad pública más importante del país. El pasado 9 de marzo, un nutrido grupo se puso en pie y tomó las instalaciones del campus Cuajimalpa como reacción a una denuncia de violación que no fue atendida correctamente por las autoridades universitarias. Aquello fue la gota que colmó el vaso. Detrás, años de negligencias y desatención de otras denuncias de abuso y acoso sexual.
La resolución que las autoridades universitarias dieron a la denuncia de una alumna contra su expareja por violación fue el detonante para que el hartazgo de sus compañeras acabara en paro. La comisión evaluadora del caso se declaró incompetente para ejercer ninguna acción contra el estudiante, incluso cuando reconoció haber cometido la agresión “por accidente”.
El hartazgo y las protestas pusieron contra las cuerdas a la institución y comenzó una ardua negociación entre estudiantes y autoridades para llegar a varios acuerdos. Una semana después del paro, una nueva comisión encargada de analizar el caso de violación rectificó su dictamen y decidió expulsar al alumno. En un país en el que la violencia de género impregna todos los rincones de la sociedad, la universidad no es la excepción.
Los cinco campus ―Cuajimalpa, Xochimilco, Iztapalapa, Azcapotzalco y Lerma― acordaron en asamblea compartir una serie de demandas en conjunto. Entre ellas, erradicar por completo la violencia de género y unificar los protocolos contra el acoso; reestructurar los órganos colegiados para que tengan una persona experta en perspectiva de género y reformar la oficina de Equidad de Género.
Entre las demandas también se recoge que no existan represalias con los estudiantes después de la huelga; reformar el reglamento del alumnado para delimitar correctamente las faltas y amonestaciones; establecer las sanciones para el personal académico por cometer violencia sexual; crear medidas cautelares para que en el momento en que se reciba una denuncia por violencia sexual se atienda correctamente a la víctima y una disculpa pública de los máximos representantes de la casa de estudios con las estudiantes.
Durante la última reunión del Colegio Académico, el órgano colegiado de la UAM ―donde hay representantes de los alumnos, los trabajadores y el cuerpo docente― se acordó el regreso a clases el próximo 8 de mayo. Hasta el momento se desconoce si ese mismo día se producirá la entrega de las instalaciones ocupadas. Las negociaciones todavía siguen en marcha y faltan varios puntos por atender antes de esa fecha.
El rector general de la UAM, José Antonio de los Reyes Heredia, conversa con EL PAÍS sobre los retos que enfrenta la casa de estudios y el compromiso renovado de las autoridades con las y los estudiantes.
Pregunta. Rector, ¿qué cambios se han implementado desde que comenzó el paro estudiantil?
Respuesta. Una comisión está revisando el reglamento del alumnado y demás normas de la legislación. Por otro lado, también se acordó una reforma al Reglamento de Ingreso, Promoción y Permanencia de personal académico relacionada con la incorporación transversal de la perspectiva de género, eso quiere decir que no podrá ingresar a la universidad quien tenga alguna denuncia o queja por violencia. También hay avances en la integración del protocolo que atiende los casos de violencia de género y hemos firmado un convenido con la Fiscalía de la Ciudad de México para atender este tipo de casos.
P. ¿Hay una fecha para el regreso a clases?
R. Estamos abiertos al diálogo y creo que eso permitió expresar distintas voces. El órgano colegiado acordó volver a clases a partir del 8 de mayo. Sigue existiendo un consenso sobre la legitimidad del movimiento, pero ahora, en una segunda etapa con mejores condiciones en la universidad, necesitamos que se involucre a toda la comunidad. Y hay un punto que quisiera resaltar: las colectivas son parte de la universidad, son nuestras alumnas, son nuestros alumnes y compartimos el interés de tener una universidad libre de violencia.
P. Más allá de lo acordado por el Colegio Académico sobre el 8 de mayo, rector, las alumnas dicen que el regreso a clases dependerá de cómo avancen las negociaciones en cada plantel y que es algo más complejo que lo que están diciendo las autoridades universitarias...
R. El 8 de mayo es la fecha que acordó el Colegio Académico para dar certidumbre, porque el 24 de abril se vencía el trimestre, vencían contratos temporales para profesores y otros trabajadores. No es de ninguna manera una presión. Volver a clases el 8 de mayo no significa abandonar el diálogo con las colectivas y que demos carpetazo al tema. Es pasar a una nueva etapa de diálogo. Por otro lado, tenemos un número importante de alumnas, alumnes y alumnos pidiendo que también se considere su derecho a recibir educación.
P. Entonces, el 8 de mayo, ¿también será la entrega de instalaciones?
R. Dependerá de las condiciones en que se den las negociaciones. No lo podría yo adelantar. Hay tiempo suficiente para que las colectivas sigan avanzando. Un exhorto del propio Colegio Académico es que ambas partes intensifiquen las negociaciones para estar en condiciones de transitar hacia la nueva etapa que estamos proponiendo. Y si eso coincide con el 8 de mayo, pues qué mejor.
P. Si el 8 de mayo no han entregado las instalaciones, ¿cómo se producirá el regreso a clases?
R. Pues mire, será algo que tendrá que decidir el órgano colegiado en su momento. Una parte importante de la comunidad se ha manifestado en favor de volver a las clases presenciales.
P. ¿En qué situación se encuentran las negociaciones en cada unidad?
R. Estamos escuchando todas las voces. Todavía existen puntos a discutir en Iztapalapa, Xochimilco y Lerma. En la unidad es Azcapotzalco y Cuajimalpa prácticamente se han concluido los procesos de diálogo y se han ejecutado los planteamientos que se hicieron a las autoridades.
P. Hace un mes, hablamos del problema que tenían los protocolos de atención a la violencia de género porque se habían quedado obsoletos y usted me hablaba de la posibilidad de crear un protocolo único para toda la universidad, ¿cómo va ese asunto?
R. La comisión del Colegio que está trabajando va a seguir trabajando en la integración del Protocolo Único. Ahora, también mencionarle que “obsoleto” no es la palabra porque los protocolos siguen estando vigentes, lo que han tenido son fallos quizá en alguna de las partes y creo que es ahí donde requerimos reforzar esta atención.
P. ¿Para cuándo estaría listo ese Protocolo Único para atender la violencia de género?
R. Probablemente en el trimestre que empieza en agosto. Depende del ritmo de discusión de las comisiones.
P. ¿Cuánto presupuesto van a dedicar para acabar con la violencia machista dentro de sus planteles?
R. Depende de cada unidad académica. En algunos casos puede ser que el orden cercano al millón de pesos dependiendo de la unidad, en otras es menor, pero sí son varios millones de pesos dedicados institucionalmente a esa problemática, más una serie de cursos y cambios en los planes y programas de estudio para transversalizar la perspectiva de género.
P. Rector, ¿qué pasó con los casos que detonaron esta crisis?
R. En Cuajimalpa se expulsó a un estudiante y en los otros dos casos que había también se tomaron medidas que fueron aceptadas por las colectivas. Se va a atender a todos los que presenten queja, porque es imposible atenderlos si no hay denuncia. Nombres en los tendederos hay muchos, pero tiene que traducirse en situaciones que estén sustentadas por una denuncia para que siga el curso legal.
P. ¿Y qué sucede cuando las denuncias de acoso o abuso son contra personal administrativo o contra el profesorado?
R. Mire, esto es bilateral y tiene que ver con el Contrato Colectivo de los Trabajadores. En 2021 le planteamos al Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) que retomara el tema de la perspectiva de género dentro de la negociación bilateral sin que hayamos tenido éxito. Falta mejorar todos esos causales para que quede más claro en la comunidad todos los procesos involucrados en términos de protección a víctimas, en términos de la no revictimización... Todo lo que se menciona en las legislaciones a varios niveles, se tendría que poner en el contrato colectivo y eso todavía no sucede.
P. Una de las quejas de las alumnas es que las instancias para denunciar en la UAM no funcionaron o se dio carpetazo a sus casos...
R. Yo también tuve un acercamiento con algunas alumnas y me decían que no se sienten con la suficiente confianza de ir a contarlo. Entonces, creo que en ello radica la importancia del protocolo integrado. Tenemos que perfeccionar nuestra legislación para mejorar la atención a los problemas y sobre todo trabajar en la prevención, atención y erradicación de la violencia.
P. ¿Le ha fallado la Universidad Autónoma Metropolitana a sus alumnas, rector?
R. Yo creo que la respuesta es sí, porque si no, no habrían ocurrido casos como los que lamentablemente ocurren. Y creo que el fallo no está en términos de las acciones propiamente dichas, sino que lo que tenemos que hacer es un ejercicio de reflexión profunda sobre el significado de erradicar la violencia por razones de género para garantizar el acceso y la oportunidad a todas, todos y todes a la universidad.
P. Usted como como rector general de la UAM, ¿a que a qué se compromete a partir de a partir de ahora?
R. Me comprometo a que todo esto de lo que le he hablado se traduzca en cambios. Por ejemplo, cambios reglamentarios para que nadie pueda llegar a ser jefe de departamento, rector o alguna autoridad, si tiene algún antecedente en términos de violencia sexual u otras.
P. Una de las demandas de las alumnas en los diferentes planteles es que haya una disculpa pública por parte de las autoridades universitarias. ¿Usted estaría dispuesto a ofrecer una disculpa pública?
R. Claro, yo estaría dispuesto. Lo he señalado en múltiples ocasiones. Nada más, tendríamos que ver el momento apropiado para llevar a cabo esa disculpa pública.
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