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El enigma de la muerte de El Vago: tortura y asesinato tras su fuga de una cárcel en la sierra de Guerrero

La Fiscalía de Guerrero ha informado de que el cuerpo del reo, que salió la semana pasada de prisión, presentaba signos de tortura

Pablo Ferri
El Vago, tras su detención en la ciudad de Acapulco
El Vago, tras su detención en la ciudad de Acapulco.RR.SS.

La fuga le duró pocos días a El Vago, que ha aparecido muerto en la madrugada de este lunes, en la mediana de una carretera, en Tierra Caliente, Guerrero. Quizá ni siquiera fue una fuga, dado el asesinato y el mensaje que acompañaba al cadáver, que lo anunciaba como un regalo a los pobladores. Samuel N, alias El Vago, fue detenido hace unos meses por secuestro. Un grupo de 80 hombres armados lo sacó de prisión el martes pasado. Ahora está muerto. No hay detenidos por nada de lo anterior.

La Fiscalía de Guerrero ha confirmado la identidad de El Vago horas más tarde y ha informado de que el cuerpo presentaba heridas por arma de fuego, golpes y cortaduras, signos de tortura. En la cartulina, que cubría la panza del muerto, el firmante, alias Borrego, interpelaba a los pobladores de “San Miguel Totolapan” y las “comunidades de Tierra Caliente”. Decía: “Aquí está quien es su pesadilla, este es el famoso Vago, a quien saqué de la cárcel de Coyuca de Catalán”.

San Miguel y Coyuca componen la geografía del crimen en Tierra Caliente en el último trimestre. El sábado, decenas de presuntos integrantes del grupo criminal La Familia Michoacana asesinaron a siete pobladores de El Durazno, una comunidad de Coyuca. Según testimonios de vecinos, los criminales llegaron, convocaron una reunión en la cancha de la escuela primaria y dispararon a los primeros que llegaron. Uno de los asesinados era menor de edad.

La semana anterior, otros tantos criminales llegaron a la cárcel de Coyuca y sacaron a El Vago, situación que se leyó entonces como una fuga. Los criminales que irrumpieron en el penal, al menos unos 80, según las autoridades, eran parte supuestamente de La Familia Michoacana: en la cartulina que dejaron junto a El Vago este domingo, Borrego añadía junto a su nombre las letras FM.

El cuerpo de El Vago sobre una carretera de Guerrero, el 12 de diciembre de 2022.
El cuerpo de El Vago sobre una carretera de Guerrero, el 12 de diciembre de 2022.FGE Guerrero

En octubre, un grupo criminal atacó a las autoridades municipales en San Miguel Totolapan, a 50 kilómetros de Coyuca. Murieron el alcalde, su padre y otras 18 personas, entre ellas varios policías municipales. Aunque al principio se señaló a la banda de Los Tequileros, idea que alimentó uno de los líderes de La Familia, José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias El Fresa, en un vídeo que publicó en Facebook, las autoridades señalaron después a La Familia Michoacana.

La rama de La Familia Michoacana en la Tierra Caliente de Guerrero y el Estado de México es una de las constantes del mundo criminal en la zona en la última década. El Fresa y su hermano, Johnny, alias El Pez, ya eran parte de los objetivos prioritarios del Gobierno anterior, dirigido por Enrique Peña Nieto (2012-2018). Nunca los detuvieron, pese a la aparente comodidad que ha disfrutado al menos el primero estos años, que grabó el vídeo tras la masacre de Totolapan en la sala de su casa que, dijo, estaba en el centro del municipio.

Quien sí estuvo preso fue Borrego, cuyo nombre real es José Manuel Cuevas Arias. En 2010, la extinta Policía Federal, todavía en los años de Felipe Calderón (2006-2012), anunció su detención en Guanajuato, donde al parecer comandaba las actividades criminales del grupo delictivo. Esta información la dio el entonces jefe de la división antidrogas de la corporación, Ramón Pequeño. La justicia de Estados Unidos busca a Pequeño desde hace años por recibir sobornos del Cartel de Sinaloa. Sobre Borrego, no se sabe si cumplió condena alguna o cómo recuperó la libertad.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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