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El conflicto laboral en Monte de Piedad: una amenaza de huelga, la sospecha de despidos injustificados y 18 sucursales por cerrar

El amago de la suspensión de labores por parte de 2.500 trabajadores ha sido aplazada hasta enero próximo, en espera de llegar a un acuerdo con la empresa sobre el contrato colectivo de trabajo y un aumento de salario

Karina Suárez
Conflicto laboral y amenaza de huelga en el Monte de Piedad México
Clientes esperan ser atendidos en la sucursal del Centro Histórico de Nacional Monte de Piedad, en Ciudad de México.Susana Gonzalez (Bloomberg)

Monte de Piedad, la empresa de préstamo prendario con dos siglos de historia en México, ha esquivado en el último minuto el estallido de una huelga en sus más de 300 sucursales. La noche de este miércoles, el sindicato de la institución decidió aplazar la suspensión de actividades que había anunciado para protestar por la negativa de la directiva de aumentar un 18% el salario y de aceptar las condiciones de su contrato colectivo actual. El líder sindical, Arturo Zayún, explica que conjuraron la huelga tras considerar que el cierre indefinido, justo en los umbrales de la época decembrina —una de los momentos de mayor demanda de empeños— supondría un riesgo para los trabajadores de perder sus aguinaldos y daría a la empresa la justificación idónea para liquidar su relación con el sindicato. “Tienen la idea de echarnos la culpa, de acusarnos de intransigencia y así, terminar su relación laboral con nosotros y no vamos a caer en ese juego”, afirma.

El aplazamiento de esta huelga supone un capítulo más en un conflicto que parece no tener fin. El desencuentro comenzó a finales de 2021, cuando la compañía se negó a aumentar los salarios de los más de 2.500 trabajadores sindicalizados. Después, el pasado agosto, la empresa presentó un procedimiento de Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje para solicitar la terminación de las condiciones del contrato colectivo de trabajo, una afrenta directa para el sindicato al que ellos contestaron con la legitimación de dicho contrato. Zayún asegura que el respaldo del documento por un 89% de los trabajadores ha provocado el despido injustificado de 28 personas. “Es una medida de presión para que claudiquemos y entreguemos el contrato colectivo. El acoso y las amenazas están en todo su apogeo”, asevera.

Ante la escalada del conflicto, el sindicato anunció que se irían a una huelga si la empresa no cedía a su pliego petitorio. Sin embargo, ahora ha reculado y, a petición de la Secretaría de Trabajo, ha accedido a aplazar la protesta para enero próximo. Las posibilidades de acuerdo, no obstante, se avizoran complejas, reconoce Zayún: “Espero que el tiempo haga reflexionar a la administración de Monte de Piedad y que se sienten a negociar”.

La postura de Nacional Monte de Piedad es clara: o cambian las condiciones sindicales o la empresa se verá obligada a cerrar. “Es imperativo cambiar de fondo el rígido contrato colectivo de trabajo. El costo de las prestaciones que incluye es insostenible, y mientras más disminuyen los ingresos de la institución, más se dificulta pagarlas. Si esto no se logra cambiar, el Monte tendría que cerrar sus puertas”, advirtieron los directivos por escrito.

El pago de 105 días de aguinaldo, 60 días de fondo de ahorro y un servicio médico ilimitado, son algunas de las prestaciones que contempla el actual contrato colectivo de trabajo. Además, se otorga una pensión y servicio médico vitalicio para aquellos empleados que se retiran y sus dependientes. El retiro se adquiere cuando los trabajadores han cumplido 24,5 años de antigüedad.

Nacional Monte de Piedad justifica su demanda de rehacer un nuevo contrato con su sindicato a las horas bajas que vive el préstamo prendario. “Las familias mexicanas tienen cada vez menos alhajas de oro, durante la pandemia tuvieron que vender buena parte de ellas para hacer frente a la crisis y a las nuevas generaciones ya no les gusta comprar alhajas. El volumen de oro contenido en las alhajas que hoy se venden es 80% menor al del año 2000. Esta tendencia continuará y cada vez habrá menos clientes con alhajas de oro para empeñar”, defiende la compañía. Anualmente, Monte de Piedad contabiliza alrededor de 7,5 millones de préstamos a 1,2 millones de hogares.

La institución asegura que el actual contrato no solo impide la expansión de más sucursales, sino también forzará a la empresa a ejecutar un “plan de austeridad” que considera la reducción de personal y el cierre de, al menos, 18 puntos de empeño.

Frente a los señalamientos de que el sindicato ha sido “rígido” e indiferente a las problemáticas de la compañía, Zayún insiste en que están dispuestos a negociar tanto el nivel de aumento salarial como las horas de trabajo por semana, sin embargo, no permitirán el desmantelamiento del actual contrato colectivo. “La gente del patronato ha sido muy voraz y como todos tienen carrera de banqueros, ahora quieren convertirlo en un Monte de Piedad para los ricos, quieren meter otros productos porque el préstamo prendario ya no es negocio”, zanja el líder sindical.

El desencuentro de la compañía de préstamo prendario y su sindicato, se suscribe en un año especialmente convulso en materia de trabajo en México. Con una reforma laboral como telón de fondo, las recientes huelgas de la acerera ArcelorMittal y de los telefonistas de Telmex son un punto de muestra de cómo se ha elevado la tensión entre los trabajadores y las empresas. En el caso de Nacional Monte de Piedad, el tiempo decidirá si prevalece el acuerdo o una huelga se impone como el único camino viable para dirimir las diferencias obrero-patronales.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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