Pictoline incursiona en la industria de los videojuegos

“¡Aló, humano! ¿Con que tú eres el candidato a Guardian del Conocimiento de este universo, eh? ¿Podrías distinguir lo falso de lo cierto?”. Así es como arranca el nuevo juego de trivia de Pictoline, la empresa mexicana de ilustración y de diseño de información, que incursiona en el mundo de los videojuegos con Dilemo, su primer desarrollo para Pictoline Games, una nueva división que busca hacer camino en la industria millonaria de los juegos para móviles en América Latina.

Los videojuegos en dispositivos móviles tienen la porción más grande del pastel con una participación de mercado del 40%, siendo los más populares entre los jugadores latinoamericanos, seguidos por los juegos de consola con un 28%. En 2020, los juegos móviles representaron casi la mitad del mercado total, con un ingreso combinado de juegos para teléfonos inteligentes y tabletas de 86.300 millones de dólares. En ese año, hubo 147 millones de jugadores móviles en la región. La expansión de los teléfonos inteligentes y el internet móvil provocará un crecimiento de casi un 17% para 2025, lo que representará casi el 10% de los usuarios de juegos móviles a nivel mundial, según datos de Statista.

“Dilemo es un videojuego de trivia como no se había visto antes, en términos del diseño, preguntas y usabilidad. La misma maquinaria de inteligencia y de desarrollo que utilizamos en Pictoline para elegir, desarrollar y diseñar las piezas de contenido que publicamos todos los días con un éxito importante, es la que hoy en día queremos aprovechar y capitalizar para poder seguir informando y entreteniendo en formatos distintos que vuelvan a jalar con la misma fortaleza con la que arrancaron las redes sociales y que hoy en día con los cambios en algoritmos cada vez se ve más mermada”, explica Jack Ades, General Manager de Capital Digital, en entrevista con EL PAÍS.

Música espacial, oscuridad y las estrellas de fondo dan la bienvenida a los usuarios en Dilemo, quienes tienen que deslizar y soltar a la derecha –como en las aplicaciones de citas– si creen que lo que dice la carta es cierto y a la izquierda, si es falso. “Soy un Hex, un ser interdimensional que viaja en busca de personas como tú que pueden proteger el saber. ¿Crees tener lo necesario?”, arranca la aventura interdimensional del videojuego en la búsqueda de los próximos guardianes del conocimiento de este universo. Películas, Ciencia, Historia, Cultura Pop, Series y Cultura General son los temas por los que el jugador tendrá que viajar en el cosmos de la interfaz del juego, donde México lidera el mercado en América Latina con 55,8 millones de gamers que gastan más de 1.000 millones de dólares anuales. El país ocupa el número 12 a nivel mundial, de acuerdo con Newzoo. México también se ha convertido en uno de los 10 que más exportan productos en animación, videojuegos y software.

Los directivos de Pictoline se dieron cuenta de que la industria de los videojuegos estaba teniendo un crecimiento exponencial en la región. Comenzaron con preguntas en sus historias de Instagram y notaron que la respuesta era “abrumadoramente alta”. “A partir de ahí determinamos que ese era el rumbo que queríamos darle al juego. Un par de meses antes del lanzamiento, desarrollamos una modalidad donde permitimos el acceso a unas 10.000 personas de diferentes países latinoamericanos, para que a partir de sus hábitos de juego, nosotros pudiéramos aclarar algunas hipótesis que teníamos respecto al desempeño del mismo: cuántas vidas debes de tener, cuántas preguntas incorrectas para que ganes o no un premio, cuántos niveles, qué tipo de elementos parecen más interesantes... Eso nos permitió pulir el juego, que es con el que ya salimos hace un par de semanas”, explica Ades a este diario. Para el desarrollo, la empresa de ilustración se alió con Antonio Uribe, mejor conocido como Fáyer, cofundador de HyperBeard, el estudio de videojuegos más grande de México. “Desde hace tiempo, yo les decía a mis conocidos en Pictoline que deberíamos de hacer algo. Veía potencial. Yo creo que lo que logramos es un perfecto híbrido entre jugar y aprender”, explica Fáyer.

Pictoline surgió en 2015 y en pocos años se ha convertido en un referente en ilustración en América Latina. Presume de ser el medio de su tipo con más engagement de la región e invitan a sus seguidores, que no son pocos, “a mantenerse épicamente informados”. La recepción de Dilemo, a pocos días de haberse lanzado, ha sido “muy buena”, aceptan sus creadores, que esperan sea “el primero de varios”. Siendo top 5 en juegos de trivias en App Store y Play Store, más de un millón de partidas completadas y más de 150.000 descargas, promete ser un negocio viable a mediano plazo para los socios de Pictoline, cuyo valor agregado más valioso consiste en sintetizar al máximo para contar historias relevantes para la vida de los que consumen sus contenidos. Pictoline ha demostrado ser no solo viable sino además rentable. En 2016, registraron ganancias de cerca de un millón de dólares.

La popularidad de Pictoline reside en su “especialidad en recortar el exceso de información que está disponible en internet”, opina Eduardo Salles, su cofundador y líder artístico. No todas las imágenes son iguales, y Pictoline ha recurrido a varios formatos: pósters, humor gráfico político, animaciones, tarjetas, viñetas de cómic, infografías, GIFs. En Latinoamérica, con conexión 3G y una velocidad de internet más lenta, las imágenes se cargan más rápido que los videos y entender esto fue un factor principal de su éxito. Ahora, fieles a su sello innovador, son los pioneros en los videojuegos para móviles.

“Creemos que los medios de comunicación, como bien y trilladamente decimos, a menos de que evolucionen, mueren. Y para nosotros esto es una evolución que nos parece muy natural. Pretendemos que se convierta en una manera de informarte diaria. Probablemente las notas más importantes del día las transformemos en preguntas y entonces tu manera de informarte puede ser a través de un juego”, se aventura Jack Ades. “Pronto, entrarle a los videojuegos ya no será una novedad, sino una necesidad en la industria de la comunicación”, asegura. El juego para móvil se financia a través de publicidad, pero su intención es aliarse con marcas, empresas y productos, como lo hacen ahora con sus ‘bacons’, como ellos llaman a sus publicaciones diarias en redes sociales.

Las producciones de Pictoline son de orientación progresista y atraen a una amplia audiencia. Los fundadores no se sienten cómodos con el mote de medio de comunicación, sino que se consideran una empresa que diseña información visual para distintos propósitos, como generar conciencia de marca o para fines educativos. Como Pictoline no se dedica al reporterismo, confía en otros medios noticiosos como fuente para sus noticias. El material que alimenta sus publicaciones puede provenir de las redes sociales, medios de comunicación, instituciones académicas y científicas reconocidas como la NASA, Harvard o el Instituto Smithsonian, Google Trends, y también de canales informales como grupos de WhatsApp. Hasta ahora, están colaborando con dos socios para la creación de contenido editorial: UNICEF y The New York Times.

La fuente principal de ingresos de Pictoline proviene de la producción de contenido patrocinado, aunque también genera ganancias adicionales a través de la publicación de un álbum de imágenes y planifican un encuentro educativo para el año entrante. Pictoline ha probado diferentes modelos de negocio a lo largo de su existencia, pero el contenido patrocinado demostró ser el más exitoso.

Pictoline es capaz de actuar como una agencia creativa, pues ofrece a los anunciantes ilustraciones pagadas por las marcas, distribución de la pieza a lo largo de las exitosas redes sociales de Pictoline, y la cesión de los derechos de las ilustraciones para que los anunciantes también puedan publicarlas en sus propios canales de comunicación. Pictoline también construyó herramientas de curación de datos para detectar lo que está dominando la conversación en línea (una herramienta llamada Newsroom o Zeitgeist), así como su propio CMS llamado Tenderloin.

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