La trova de Silvio Rodríguez se sumerge en el Zócalo de Ciudad de México

Lo volvió a hacer. Silvio Rodríguez dedicó al presidente mexicano la canción El Necio, como había hecho el pasado lunes en el Auditorio Nacional. En el Zócalo, ante 100.000 seguidores, el trovador cubano dejó clara la sintonía con Andrés Manuel López Obrador. Ambos se han visto estos días en la capital. Hace ocho años, Silvio Rodríguez ya había deleitado a los mexicanos en un concierto ofrecido por el Gobierno, pero ese no incluyó un homenaje al presidente. “Hoy se la vuelvo a dedicar a Andrés Manuel (López Obrador) y a todos los mexicanos que creen que es posible un futuro mejor”, dijo este viernes. Si en el Auditorio la mención al presidente se recibió con vítores por todo el graderío, en la plancha capitalina hubo pitos y aplausos, un poco de todo.

El cantante llegó con la lluvia. Apenas el cubano pisó el escenario, las primeras gotas comenzaron a caer en el Zócalo y remojaron las banderas de Cuba, del Che Guevara y del movimiento feminista que resaltaban entre la multitud. Al son de Tonada de dos poemas, el aguacero se desató poco antes de las 21.00 horas, entre los gritos y los aplausos de quienes recibían al músico, de 75 años, en el corazón de la capital.

Algunos llevaban paraguas, otros consiguieron un impermeable o cualquier plástico para resguardarse de la lluvia, pero prácticamente todos se quedaron para disfrutar del concierto gratuito. Danzón para la espera, Te amaré, Unicornio, Óleo de mujer con sombrero, entre discursos y ovaciones, el interpreté dio vida a sus éxitos más populares, ante un público emocionado y atento. Su más reciente disco, el que le lleva ahora de gira, se titula Para la espera.

Pero ha sido El necio la protagonista de estos días en México. Ya la puso el presidente en su conferencia matutina y Silvio le ha dado la réplica en los conciertos. Pese a que no se considera afín a López Obrador, Fernando Torres, un trovador de 39 años que asistió al concierto en el Zócalo, asegura que las afinidades políticas de su ídolo musical no cambian para nada su afición por esa canción y toda su discografía. “Le dedicó El necio, y, puede serlo, depende de cómo lo veas. Si el presidente es algo de necio, no tiene que ver con la canción, lo puedes ver por el otro lado de la moneda”, dice mientras se resguarda de la lluvia en la esquina de la calle 16 de septiembre, frente al Palacio Nacional.

En medio de la plancha del Zócalo, Humberto Calzada opina todo lo contrario. “Yo creo que está muy bien, la canción que le dedicó es parte del proyecto que ha hecho y los alcances que ha tenido. (López Obrador) se ha esforzado mucho para poder llegar adonde está ahorita”, considera. Seguidores o no del presidente, Silvio Rodríguez recogió los aplausos por su canción.

Aunque estaba programado para iniciar a las 19.30, la cita con el cubano se retrasó una hora. Mientras, los asistentes seguían llegando e intentaban colarse lo más cerca posible de la tarima, hasta que formó un gran tumulto del que era casi imposible moverse. Aracely Rodríguez llegó pasadas las 18.00, pero prefirió quedarse en la orilla y disfrutar tranquilamente de la música. “Yo crecí con Silvio Rodríguez y la trova cubana. Es espectacular y verlo es toda una delicia, además de que disfrutar de la orquesta es impresionante”, comentaba la mujer de 45 años que vive en Iztapalapa.

Entre la multitud, Dae Montaño, de 17 años, y Emiliano Ramos, de 19, cumplen su ilusión de ver por primera vez al artista que los inspira, quien comenzó su carrera casi medio siglo antes de que ellos nacieran. “Ya estoy aprendiendo a tocar sus rolas en guitarra”, cuenta Montaño. “Me gustan sus letras, lo que comunica y la música en sí es muy relajante, está muy chida”, agrega Ramos. Aunque los gustos de algunos amigos que los acompañan no son tan similares. “Venimos más a ver a Vivir (Quintana) que a Silvio”, confiesa David Medeño, de 23. “Me gusta mucho por el mensaje que tiene en sus canciones. La sigo desde hace tres años, desde las marchas (feministas) que se hizo himno”, continúa Renata Cisneros, de 19.

Poco antes de las 20.30 horas, salió Vivir Quintana al escenario encargada de abrir el concierto. “Por todas las compañeras que luchan sin miedo”, dijo la cantautora mexicana, intérprete de Canción sin miedo, que se ha convertido en un himno del movimiento feminista en América Latina. “Justicia para todas las compañeras desaparecidas. Justicia. No olvido”, exclamó antes de dar paso al artista cubano.

La espera valió la pena. Unos cantaban, otros bailaban y alguno lloraba de emoción. Como Johanna Cruz, al recordar junto con su esposo cómo hace 15 años se enamoraron rodeados de Mariposas y otras canciones de Silvio Rodríguez. “Lo seguimos disfrutando igual y nos encanta que por todos lados vemos gente de 40, de 20, de todas las edades que también vienen a disfrutarlo”, comparte. A unos pasos, Cleotilde Fuentes, de 70 años, reconoce que se ha sorprendido al ver a tantas generaciones en el concierto. “Pensaba que nada más íbamos a venir los viejitos, pero hay muchos jóvenes y eso me gusta”, comenta.

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