Pablo Lemus: “Nunca he militado en Movimiento Ciudadano ni en ningún partido ni lo pienso hacer”
El alcalde de Guadalajara apuesta por la cultura para combatir la violencia en una ciudad donde el 87% de los habitantes se siente inseguro
El alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, se convirtió en político hace siete años. En 2015, se presentó como candidato de Movimiento Ciudadano en Zapopan, un municipio pegado a la capital de Jalisco. Ganó y gobernó durante dos mandatos. En las últimas elecciones, fue elegido presidente municipal de Guadalajara, que no cambió de signo político pese a la violencia desatada. Diez meses después, Lemus (Guadalajara, 58 años) tiene una aprobación de casi el 60%, según el ranking Mitofsky, que hace una lista de los alcaldes mejor valorados de México. “Quiero ser gobernador pero sé que el camino a la gubernatura es dar buenos resultados en en la capital”, asegura a EL PAÍS. Lemus venía de ser directivo en empresas o de trabajar en medios, pero “la venia política ya la tenía”, afirma. Su abuelo materno gobernó Tepatitlán, el pueblo del que es originaria su familia, y fue asesinado antes de que él naciera; el hermano de su abuela paterna fue cuatro veces alcalde de Puerto Vallarta.
El político prefiere, según dice, el diálogo a la confrontación; entona cada frase y sonríe –que todo comunica–; guarda en su despacho mango enchilado y frutos secos, los trofeos de dos carreras en las que participó y fotos con su esposa y cuatro hijos de cuando tenía el pelo más largo, antes de cortárselo para donarlo. También cuadros de artistas locales y ahora, sobre su escritorio, un ejemplar de Ensayo sobre la ceguera, el libro de José Saramago cuyas primeras líneas leyó horas antes en el acto de inaguración de Guadalajara Capital Mundial del Libro. La UNESCO otorgó ese reconocimiento a la ciudad porque consideró que las actividades van a “desencadenar el cambio social” en una urbe donde el 87% de la población se siente insegura. Durante un año, el Gobierno municipal prevé más de 1.300 actividades. “Nos permitirá, poco a poco, ir reconstruyendo el tejido social de nuestra ciudad y recuperando la paz”, asegura Lemus.
Pregunta. ¿Se va a lograr en un año?
Respuesta. La pacificación de una ciudad es un esfuerzo de largo alcance. No es un asunto que se pueda construir de la noche a la mañana ni en un año. Sin embargo, Guadalajara Capital Mundial del Libro sí es un pilar muy sólido en la reconstrucción del tejido social. Hemos elegido la cultura para reposicionar Guadalajara como la capital cultural de Latinoamérica y tener un nuevo diálogo de paz y de respeto a los derechos humanos. Esto pasa por muchas circunstancias.
La primera: no vamos a ver Guadalajara Capital Mundial del Libro encerrado en un salón, ni siquiera en un museo. Queremos llevar la lectura y la cultura a todas partes y evidentemente esto pasa porque acerquemos las escuelas a la lectura, a los espacios públicos y que la gente se sienta orgullosa. El paseo Fray Antonio Alcalde será el paseo literario más grande del mundo. Vamos a encontrar editoriales independientes, locales, nacionales, internacionales que ofertarán sus productos. Vamos a tener buzones literarios para que la gente pueda llegar a intercambiar libros. Vamos a tener wifi gratuito para poder bajar un libro a través de un código QR.
P. ¿Cuáles serán las políticas públicas para conseguirlo?
R. Muchas. Este año tendremos el programa de obra pública más importante de los últimos años. El 80% de la obra pública está en el oriente de la ciudad, que es donde están las colonias que sufren la mayor desigualdad. Ahí es donde estamos construyendo las colmenas [una red de centros comunitarios], rehabilitando las unidades deportivas, haciendo calles nuevas, peatonalizado, haciendo políticas de reforestación, llevando las inversiones. Creemos que la mezcla de inversión público-privada y la recomposición social van a ser el motor de cambio en Guadalajara.
Y ojalá lo podamos entender muy bien: no vamos a lograr una recuperación de nuestra ciudad si no entendemos la importancia que reviste el repoblamiento del Centro Histórico. Por más que traigamos atractivos culturales, actividades musicales, que traigamos un mariachi o atracciones para niños, si la gente no vive en nuestra ciudad no vamos a lograr recuperarla.
P. Un 87% de los ciudadanos se sienten inseguros, según la última encuesta de percepción del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Ese índice había mejorado. ¿Qué pasó?
R. Hemos estado revisando las cifras duras sobre los índices delictivos y tenemos avances muy importantes en la reducción en los cuatro delitos que nosotros elegimos, que son robo a casa habitación, robo a persona, robo a negocio y robo de vehículo. Sin embargo, estamos viendo que estas cifras positivas en los índices no se están reflejando todavía en materia de percepción. Nosotros creemos que las distintas acciones que estamos celebrando ahora –por ejemplo, la llegada de alrededor de 780 nuevas unidades para la policía, el acercamiento con la ciudadanía, la nueva relación de los ciudadanos con el Centro Histórico– nos van a ayudar a mejorar esa percepción.
Desde la entrada de nuestra Administración no ha habido un evento relevante en materia de inseguridad que impacte en la percepción ciudadana. Parte de lo que puede estar pasando es... Pongo un ejemplo: si se descubre una fosa de cuerpos humanos en un municipio del área metropolitana de Guadalajara eso impacta negativamente en la percepción de los ciudadanos de la capital. Acaba de suceder en Escobedo con el asesinato de esta joven [Debanhi Escobar]. Nadie habla de Escobedo, todo mundo habla de Monterrey. Es lo mismo que está pasando en Guadalajara.
P. El viernes hubo acá una manifestación por la muerte de Debanhi Escobar en Nuevo León. Una de cada tres personas desaparecidas en Guadalajara son mujeres. ¿Siguió la protesta?
R. Por supuesto. Estuvieron en el antimonumenta. Nos da mucho gusto, primero, que [haya] estas expresiones libres de exigencia, de respeto, de cuidado y de erradicación de la violencia en las mujeres en nuestra ciudad. Nuestra policía y los servicios públicos estuvieron siempre atentos y debo de reconocer y de agradecer que esta acertada manifestación se dio en un ambiente de respeto y de paz.
P. ¿Qué puede hacer desde el Gobierno municipal para que las cifras de desapariciones bajen?
R. Hay muchas cosas que ya estamos haciendo. Hemos establecido una estrategia de erradicación de la violencia hacia las mujeres, que pasa por el fortalecimiento y capacitación de nuestra policía. También por el vincular la tecnología con la protección a las mujeres. En Zapopan diseñamos un dispositivo de geolocalización de las mujeres que tienen órdenes de protección para evitar que sus agresores se acerquen a ellas. Ese mismo sistema lo hemos traído a Guadalajara. También hemos creado una unidad especializada en la atención a víctimas de familiares con personas desaparecidas. Y por supuesto estamos teniendo un diálogo constante con las colectivas, con los colectivos, con las asociaciones civiles que tienen muchos muchos años en esta lucha, en la cual evidentemente tienen mucha razón. No se trata de hacer labores de investigación porque esta es una facultad constitucional exclusiva de la Fiscalía del Estado.
P. ¿Han tenido resultados?
R. Ya se empieza a apreciar una disminución en la violencia hacia las mujeres, pero no se trata de tener disminuciones, sino que el objetivo es la erradicación. Vemos un incipiente cambio de cultura en nuestra ciudad, sobre todo el respeto a los derechos de las mujeres.
P. Van dos años de pandemia, ¿cómo se impulsará a editores independientes, libreros, impresores durante este año dedicado al libro en Guadalajara?
R. Para muestra un botón, así decimos en México. Si bajas a los portales de la Presidencia, vas a poder ver la Feria Municipal del Libro y la mayor parte de las editoriales que están exhibiendo son independientes, pequeñas, locales. La lógica de la economía de Jalisco es la fortaleza de la micro, pequeña y mediana empresa, entre ellas, las editoriales. Es decir, claro que recibiremos con los brazos abiertos a una empresa de tecnología transnacional que venga a invertir en Guadalajara, pero siempre estamos apoyando que pueda haber una derrama de talento para la ciudad, un valor agregado. ¿Qué es lo que tenemos que hacer? Romper paradigma y que se puedan crear nuevas empresas pequeñas en todos los rubros. El impulso a las pequeñas empresas, en este caso a las editoriales locales e independientes, es fundamental para la democratización de la lectura y lo que queremos lograr.
P. Va a haber una inversión de 100 millones de pesos, ¿qué le va a quedar a la ciudad después de este año de actividades?
R. El amor por su ciudad. Creo que va a ser lo más importante. En Guadalajara somos muy críticos de lo que somos. Espero que recobremos ese orgullo por Guadalajara porque cuando se habla de México en el mundo se habla del mariachi, del tequila, de la charrería… El referente siempre será Guadalajara.
P. ¿Cómo es su vínculo con el gobernador Enrique Alfaro?
R. Tenemos una relación desde hace más de siete años, fue él quien me invitó a participar en la política. Evidentemente, no lo puedo negar, tenemos formas distintas de hacer política y esto ha generado diferendos públicos y privados, pero nuestra relación es de comunicación constante, de respeto, de trabajo conjunto, de acuerdos. Esto nos permite tener una estabilidad política, no solamente en el área metropolitana, sino en todo el Estado.
P. Entró a la alcaldía de Zapopan con Movimiento Ciudadano pero su perfil de Twitter dice “sin militancia en partido político”. ¿Qué pasó en el medio?
R. Nunca he militado en Movimiento Ciudadano, nunca he militado en ningún partido político en mi vida, ni lo pienso hacer. Movimiento Ciudadano me invitó como candidato externo a la presidencia municipal de Zapopan, me invitó como candidato externo a la reelección a la presidencia municipal de Zapopan y me invitó como candidato externo a la presidencia municipal de Guadalajara. Esa frase la tengo en mi perfil de Twitter desde que fui presidente de Coparmex en 2008.
P. ¿No ha habido un alejamiento entonces?
R. No, en lo absoluto. Tengo una relación de mucho respeto, también de mucho diálogo, y de verdad tengo un gran cariño por Dante Delgado [coordinador nacional de Movimiento Ciudadano]. Simple y sencillamente mi filosofía es que creo más en las personas que en los partidos políticos.
P. Pero son parte de la vida política.
R. Que no milite en un partido político no quiere decir que no lo respete, por supuesto que respeto a las instituciones democráticas que tiene nuestro país, no las niego ni las borro. Pero eso no me obliga a militar en alguno de ellos. Prefiero seguir orientado en resultados y no haciendo grilla partidista. Es la clave de que nos haya ido bien en Zapopan y que ahora tengamos una muy buena aceptación en Guadalajara. Tiene que ver con el acercamiento con la calle. Hoy estoy así [vestido] porque tenemos la festividad de Guadalajara Capital Mundial del Libro, pero a diario estoy de tenis, con unos pantalones de mezclilla, viendo los problemas de cerca, presionando, haciendo que las cosas sucedan.
P. ¿No suele confrontar?
R. Muy poco. Mi lógica es de acuerdo. Estamos aquí de paso, la vida de un político es sumamente efímera. Estamos tres años, seis años, nueve años, lo que sea, y vendrá alguien nuevo. Lo único que espero es que cuando ya no participe en política la gente me salude con respeto. Pues evito, sí, la confrontación estéril. Evidentemente hay veces que uno tiene que entrar con mano dura, con mano firme en distintos temas y lo he hecho. He elegido las batallas que tengo que dar. No soy una dama de la caridad.
P. Con sus buenos niveles de aprobación, ¿piensa en ser candidato a gobernador?
R. Por supuesto que sería un grandísimo honor ser el próximo gobernador de Jalisco, y estoy trabajando para ello. Pero ojo, sin distracciones de Guadalajara.
P. ¿Enrique Alfaro lo va a apoyar?
R. Yo espero que sí. Es más, estoy seguro que así será.
P. ¿Qué fue lo que lo llevó a entrar en política y tener ahora aspiración a gobernador? Usted viene del sector empresarial.
Soy una persona de motivaciones y de logros, de objetivos y de divertirme en mi trabajo. Dentro de la iniciativa privada participé en muchas actividades y una vez que sentía que cumplía mi ciclo, cambiaba. Participé en el sector comercial, en negocios familiares, participé en el sector financiero y cuando vi cumplido el ciclo, volví a cambiar. Participé en medios de comunicación, hice radio, prensa, televisión y cuando sentí que ese ciclo había terminado, pues un sueño era también tener una participación pública. No quiero eternizarme aquí porque somos efímeros en esta vocación. Cuando yo sienta que ya no tengo más por qué luchar o que ya no tengo una motivación para hacerlo cambiaré nuevamente de giro, probablemente volviendo a la iniciativa privada o yendo al sector social, no lo sé.
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