“Con él hay trabajo y justicia”: los fieles de López Obrador se movilizan en la consulta sobre la revocación de mandato

La fotografía es distinta a la de unas habituales elecciones federales. Ya estaba de alguna manera anunciado, pero la primera consulta sobre la revocación del mandato presidencial que se celebra este domingo en México moviliza esencialmente a los seguidores más fieles de Andrés Manuel López Obrador. El Instituto Nacional Electoral (INE) nacional instaló 57.423 casillas, cerca de un tercio de las que tenían a su disposición los votantes en los comicios de medio términos de junio pasado. A ese recorte, consecuencia del ajuste del presupuesto destinado al referéndum, se suman las circunstancias políticas. Para empezar, las fuerzas de la oposición llamaron a no participar. Un paseo por algunos colegios electorales de Ciudad de México a lo largo de la mañana confirma el modesto interés, con algunas excepciones.

En la Escuela Primaria Capitán Emilio Carranza, en la colonia Roma, un funcionario de casilla, Fernando Rico, comenta el ambiente de desolación que se palpa pasadas las once de la mañana. “Este es un territorio en el que viven ciudadanos informados y no ir a votar también es una postura”, razona. Al cabo de unos segundos, una pareja que sale del recinto rebate esa posición: “Hay mucha gente que se queja, que vayan a votar entonces”. Los partidos tradicionales, el PRI, el PAN y el PRD, boicotearon abiertamente la consulta al interpretarla como una suerte de trampa para fortalecer al presidente. En las filas de Morena, el partido oficialista, defienden en cambio que los críticos con López Obrador renunciaron a medirse porque temen peder.

Mauricio Solís, de 59 años, pide que se le haga un retrato delante de la Primaria Miguel de Unamuno de la calle Nápoles, en la colonia Juárez. Exhibe con orgullo el dedo manchado de tinta, un clásico de cada elección. Lo que no es habitual es esta votación. “Es la primera vez, tiene una importancia simbólica más allá del resultado. Ya sabemos que el presidente tiene una aceptación muy alta, pero va a servir para que el próximo también se sienta presionado y convoque otra consulta”, opina.

En el centro histórico el panorama era parecido a medio día. En una de las mesas electorales a la espalda del plaza del Zócalo, apenas ha entrado una pareja de ancianos en en un transcurso de más de 15 minutos. El representante de Morena, único partido presente en esta casilla, dice que a medio día habían pasado unas 150 personas. “Llegan bolitas como de 10 personas de vez en cuando”.

Mucho más movimiento había a una de las dos casillas especiales de la céntrica delegación Cuauhtémoc. Estas mesas son las habilitadas para los votantes que no están empadronados en la capital. Cerca de un centenar de personas hacía cola a la una de la tarde para depositar su voto. Manuel López es del estado de puebla, pero este domingo le tocaba trabajar en la periferia de la capital. Es ingeniero civil y está construyendo la prolongación de la autopista para el nueva aeropuerto. “Me he venido corriendo a votar por el presidente. Con él hay trabajo y hay justicia”, dice poco antes de entrar en el colegio electoral después de una espera de más de 30 minutos.

En el parte trasera de fila, acaba llegar María Guerrero, una teleoperadora de 34 años. También va a votar por la continuidad de Andrés Manuel López Obrador aunque en su entrono no todos son de la misma opinión. “Mis amigos se han estado burlando de que vaya a votar. Pero yo les digo que no se confundan, que los pendejos son ellos. No que no querían al presidente, pues esta es la oportunidad”, comenta en relación a la campaña de la oposición en contra de participar en la consulta.

López Obrador acudió a primera hora a votar al antiguo Palacio del Arzobispado. Como había anunciado esta semana, ha anulado su boleta escribiendo un “viva Zapata”. Este 10 de abril se cumplen 103 años del asesinato de Emiliano Zapata. “Un hombre honesto, dirigente ejemplar que, como él mismo lo expresó, no fue a la Revolución para hacerse hacendado sino para garantizar el derecho de los campesinos a la tierra”, ha escrito el presidente en sus redes sociales antes de añadir: “Participamos en el histórico ejercicio democrático que hoy se lleva a cabo en todo el país. La democracia debe ser una forma de vida, un hábito de las y los mexicanos para que nadie se sienta absoluto. El pueblo es el que manda”.

Durante la mañana también han acudido a votar algunos de los dirigentes más prominentes de la Cuarta Transformación. La alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, fue quien más cerró filas con el revocatorio durante la campaña, exponiéndose a varios llamados de atención de la autoridad electoral. “Que viva la la democracia participativa”, ha exclamado en Twitter. También el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard lo ha calificado de ”gran ejercicio”. “Muy pocos países tienen algo como la revocación de mandato que ahora se implementa en México, en donde la ciudadanía puede determinar si un presidente en turno termina o no su periodo”, ha afirmado. En 2019 López Obrador impulsó una revisión de la Constitución y que permite esta convocatoria y en septiembre el Congreso emitió la ley que la regula. “Por primera vez en la historia de nuestro país tenemos un instrumento constitucional para revocar el mandato presidencial. Ejerzámoslo”, ha animado el veterano senador Ricardo Monreal.

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