Los fertilizantes en México multiplican su precio ante la ofensiva rusa en Ucrania
El conflicto bélico, el alza de los fletes marinos y el encarecimiento del gas natural empujan hasta un 187% el coste de este insumo esencial para el campo
Las ondas expansivas del conflicto bélico en Ucrania están propagándose en el campo mexicano. Rusia, el primer productor de fertilizantes en el mundo y principal proveedor de este insumo para el campo en México, ha detenido sus fletes marinos, provocando una escasez en el mercado que ha generado un encarecimiento por encima de los 24.000 pesos por tonelada. Un alza que, de acuerdo con analistas agropecuarios y productores, ya se está traduciendo en una menor rentabilidad para los agricultores y en incrementos para el consumidor final.
Desde que Rusia invadió Ucrania, las compañías navieras han evitado atracar en territorio ruso para recoger mercancías, lo que ha repercutido en una caída de los envíos de las exportaciones de fertilizantes desde Rusia, el mayor productor mundial de este insumo para la producción de alimentos. Juan Carlos Anaya, director general de Grupo Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA), explica que la ofensiva rusa en Ucrania ha agravado la escalada de precios que se venía observando desde el último tramo del año pasado sobre los precios de los fertilizantes. En ese entonces, el encarecimiento se explicaba sobre todo por una crisis en el abasto del gas natural.
Ahora, los precios recabados de distribuidores en zonas de producción alcanzan los 23.000 pesos por tonelada de urea, cuando en marzo de 2021 la tonelada se ofertaba en 8.000 pesos, es decir, un aumento del 187% en el precio. El fosfato monoamónico, otro fertilizante muy utilizado en las siembras, sigue la misma inercia: su precio al primer trimestre de 2021 se situaba por mucho en unos 11.000 pesos por tonelada, ahora se cotiza por encima de los 24.000 pesos, lo que supone un incremento interanual de 118%. El director de GCMA advierte de que el consumidor final será quien más resentirá el impacto de los precios.
De los 5,4 millones de toneladas que se consumieron en México de fertilizantes en 2021, el 62% se cubrió con importaciones, lo que indica el alto de grado de dependencia del mercado exterior. Rusia fue el principal proveedor del campo mexicano el año pasado, con una participación del 27% de las compras, principalmente de urea. En segundo lugar, se ubicó China con un 20% de las adquisiciones, seguido de Estado Unidos, Indonesia y Noruega, de acuerdo con los datos recabados por GCMA.
“Los distribuidores mexicanos lo que están haciendo es buscar proveedores que le puedan vender el fertilizante. México tendrá que buscar otras alternativas para comprar fertilizantes, como Canadá o EE UU. Lo que vemos es que el productor a estos costos o va a fertilizar menos o deja de fertilizar y esto pues trae un impacto en la reducción de los rendimientos para el productor”, comenta Anaya.
El director general de GCMA añade que el efecto del conflicto bélico sobre el campo mexicano se observará en las próximas siembras primavera-verano, anticipando que los agricultores de maíz, frijol y caña de azúcar serán los más golpeados por el encarecimiento debido a que sus unidades de producción muy pequeñas, con márgenes muy estrechos de rendimiento.
David Magaña, analista senior de Rabobank International, explica que derivado a los buenos precios de los commodities —maíz, trigo, café— los fertilizantes comenzaron a encarecerse desde mediados de 2020. Magaña detalla que el año pasado los incrementos de precios en un 50% se derivaron por problemas de logística, heladas y cuestiones geopolíticas que limitaron la oferta. Ahora, esta alza de costes se profundiza con el conflicto en Europa del Este que están afectando a Rusia, Ucrania y Bielorrusia, países clave en el abasto mundial de fertilizantes.
“El aumento de los costos de producción que están enfrentando los productores de productores frescos es mucha: los fertilizantes, la energía, el transporte, la mano de obra. Parte de eso lo están ahora absorbiendo los productores y parte de eso lo van a transmitir hacia los consumidores inevitablemente”, refiere Magaña.
Hasta la primera mitad de marzo, la inflación en México se ubicó en 7,29% a tasa anual, de acuerdo con las cifras oficiales. El precio de los alimentos sigue siendo un bastión al alza en esta escalada de precios. Entre los productos que más se encarecieron esa quincena se encuentran la cebolla, con un aumento de 8,41%; el aguacate, con 6,7% y el huevo, con 2,98%.
Gustavo Rojo, vicepresidente de Enlace Gubernamental del Consejo Nacional Agropecuario y uno de los productores de Estado de Sinaloa, reconoce que el incremento desbocado de los fertilizantes ha elevado en un 35% todo el costo de producción. El líder agrícola pide en el corto plazo el apoyo del Gobierno con subsidios para compensar esta alza y seguir produciendo a los mismos niveles que en años previos. “No habíamos visto estos precios en mucho tiempo, por eso insistimos en que se le dé avance a la planta de fertilizantes aquí en el puerto de Topolobampo, tener esta producción todo el año en la región nos ayudaría muchísimo”, zanja.
México produce alrededor de 2,1 millones de toneladas de fertilizantes, una cifra insuficiente para cubrir sus necesidades. Esteban Chavoya, presidente del sector agroindustrial de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) coincidió recientemente en que los productores del campo han tenido que gastar hasta 30.000 pesos para adquirir una tonelada de fertilizante.
Analistas, productores y consumidores observan atentos la tendencia al alza de los precios de los fertilizantes, que ahora son tres a cuatro veces más altos que en 2020, con consecuencias de gran alcance para los ingresos de toda la cadena agroalimentaria.
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