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El FMI pide a México un cambio de rumbo en el sector de la energía y una reforma fiscal

El Fondo Monetario Internacional asegura que, para que el país pueda proteger a su población más vulnerable, necesita gastar menos en Pemex y más en “mitigar las cicatrices de la pandemia”

Isabella Cota
Reforma energética en México
Un taxi pasa frente a una gasolinera de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la Ciudad de México, México, el jueves 1 de octubre de 2020.Alejandro Cegarra (Bloomberg)

El creciente costo en pensiones, el plan de negocios de la empresa paraestatal y el enfoque en su política energética son algunos de los riesgos más grandes al crecimiento económico de México, de acuerdo con el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) publicado este viernes. Conocido como el Capítulo IV, el reporte es un monitor de los eventos económicos del país tras una visita del Fondo al país e incluye su postura sobre políticas y decisiones tomadas por el Gobierno.

Las autoridades han sido exitosas en mantener la estabilidad externa, financiera y fiscal durante la crisis económica más fuerte que México ha vivido en décadas, dice la multilateral, cuya oficina central está en Washington. Esto ha dejado un espacio fiscal que México pudiera aprovechar para salir al mercado para “limitar el costo humano” de la pandemia de la covid-19, argumentan en el informe. Además de las 281.000 muertes por covid-19 registradas en el país, hay más de medio millón de muertes probablemente ligadas al coronavirus. Más de cuatro millones de personas siguen sin recuperar el empleo que perdieron por la crisis y, a pesar de que el producto interno bruto (PIB) va camino a la recuperación, la pobreza subió de manera alarmante.

“Un aumento permanente en el gasto de alrededor del 1,5% del PIB en 2022 podría ayudar a aliviar las presiones sobre los más vulnerables, mitigar las cicatrices de la pandemia y asegurar la recuperación”, recomienda el Fondo. El gasto en educación y salud deben aumentar si el país quiere proteger a los más vulnerables, asegura el informe, mientras que por lo menos el 0,5% del PIB debe destinarse de manera focal a reducir la pobreza. México ha sido uno de los países que menos gastó en medidas para contener el daño de la crisis económica por la pandemia, en comparación con sus pares en mercados emergentes, así como en países desarrollados.

Sin embargo, este gasto por sí solo no será suficiente para impulsar la economía. Se debe de hacer en conjunto con medidas que incluyen una “reforma fiscal que se implemente gradualmente a mediano plazo a medida que la economía se fortalezca”. Esto implicaría limitar el creciente gasto en pensiones. Además, se debe hacer un cambio en el plan de negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) y una apertura a la inversión privada en el sector energético, apunta el Fondo.

“Las pérdidas de Pemex están colocando una carga para los contribuyentes y desplazando otros usos más productivos de los recursos fiscales”, asegura el FMI. “Los escándalos de corrupción pasados subrayan la importancia fundamental de fortalecer los procesos de gobernanza y adquisiciones dentro de la empresa. Un mayor apoyo a Pemex debe ir acompañado de una nueva estrategia que priorice los objetivos financieros (por ejemplo, centrarse en campos rentables, vender activos no esenciales, posponer nuevos planes de refinería y reformar su costoso esquema de pensiones) y aumente la transparencia. La asociación con empresas privadas aprovecharía la experiencia especializada y ayudaría a administrar los costos”.

Esto va en contra de la política del presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien asegura que vender activos no rentables equivale a entregarle la empresa al sector privado. López Obrador ha destinado enormes recursos a la construcción de una refinería y la compra de otras dos a pesar de críticas y advertencias de analistas expertos de que la refinación no es un negocio rentable para la petrolera. Pemex es, además, la empresa de petróleo más endeudada el mundo, y López Obrador ha dicho que el Gobierno Federal es aval y respaldo de esta deuda.

El 1 de octubre, el mandatario envió al Congreso su propuesta para reformar la Constitución de manera que las empresas del estado como Pemex y Comisión Federal de Electricidad (CFE), mantengan una monopolio en sus mercados, efectivamente revirtiendo la reforma aprobada durante la Administración pasada que abrió a la participación de privados el sector por primera vez en 70 años. Además, el Gobierno de López Obrador detuvo las subastas de energía renovable, las cuales hubieran permitido que el país migrara de manera gradual hacia una matriz energética mas limpia.

“Cambiar el rumbo de la política energética mejoraría la competitividad y la inversión”, asegura el Fondo. “Los precios de la electricidad para las empresas se mantienen notablemente por encima de los de Estados Unidos y de muchos otros mercados emergentes. A pesar de estos altos costos, la confiabilidad del suministro de electricidad es una preocupación creciente. Aprovechar la amplia y diversa base de recursos de energía renovable de México, alentar la participación del sector privado en la generación de electricidad y distribución de hidrocarburos, y fortalecer la red eléctrica promovería un sector energético más barato, más confiable, sostenible y competitivo. Como se señaló anteriormente, es necesario reformar el plan de negocios de Pemex”, dice el informe.

Más transparencia en el Banco de México

México, como el resto del mundo, sufre ahora mismo de un rápido incremento en la inflación, lo cual afecta la capacidad de compra de los más pobres, razón por la cual el Banco de México ha subido la tasa de interés referencia. “La política monetaria tendrá que estar muy en sintonía con la evolución de las expectativas de inflación. Podría ser necesario un ritmo algo más rápido de endurecimiento de las políticas si las expectativas de inflación a mediano plazo comienzan a aumentar”.

El Fondo también aboga por mayor claridad en la evaluación del banco central de las perspectivas de inflación, lo cual ayudaría a navegar mejor los desafíos actuales. “La comunicación clara sobre la naturaleza transitoria de las presiones inflacionarias actuales seguirá siendo esencial. Continuando con las innovaciones recientes para mejorar la transparencia, los pasos adicionales para proporcionar más detalles sobre los pronósticos macroeconómicos del banco central, incluida la publicación eventual de un pronóstico macroeconómico coherente internamente que incluya la trayectoria de la tasa de política que sustenta los pronósticos, ayudarían a guiar a los participantes del mercado y facilitarían ajustes ordenados”.

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Sobre la firma

Isabella Cota
Es corresponsal económica para América Latina. Como periodista de investigación trabajó con Quinto Elemento Lab, NHK, BusinessWeek y OpenDemocracy, entre otros. También fue staff de Bloomberg News y Reuters en Centroamérica y Reino Unido. Es licenciada en Comunicación y Máster en Periodismo de Negocios y Finanzas por City University London.

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