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Ciudad de México y el Estado de México permanecen en alerta máxima por covid-19

La jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, anuncia apoyos para la industria restaurantera en enero

Varias personas caminan en el centro de la Ciudad de México este jueves.
Varias personas caminan en el centro de la Ciudad de México este jueves.José Mendez (EFE)

Ciudad de México y el Estado de México permanecerán en semáforo rojo al menos hasta la próxima semana. El Gobierno que dirige Claudia Sheinbaum ha extendido la alerta máxima por covid-19 y ha informado de que las actividades no esenciales permanecerán suspendidas en los próximos siete días en la capital, donde las hospitalizaciones superan el 86%, el porcentaje más alto de camas ocupadas desde el inicio de la pandemia. El gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, también ha informado de que las restricciones se mantendrán en la región que colinda con la capital, donde el 83% de las camas están ocupadas, debido al incremento de casos de la covid-19 en la zona metropolitana del Valle de México.

El pasado 18 de diciembre, las autoridades avisaron de que Ciudad de México y el Estado de México regresaban al semáforo rojo hasta este 10 de enero ante el avance del coronavirus. Pero pasados 20 días, ambos territorios se encuentran en pleno pico de contagios. “Por el momento tenemos que seguir guardando las mismas medias que hemos guardado hasta ahora. Sería difícil regresar a una situación de apertura ahora, sobre todo, en los lugares cerrados, que es donde hay más contagios”, ha anunciado Sheinbaum, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ante la prensa. Del Mazo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha señalado en un vídeo grabado: “Estamos conscientes de las implicaciones que tienen estas medidas en la economía de las familias. Sin embargo, tenemos que priorizar la salud y la vida de todos”.

La decisión comunicada conjuntamente en diciembre enfrentó resistencias sobre todo por las pérdidas económicas. Este jueves, más de 900 miembros de la industria restaurantera exigieron la reapertura de la economía en el valle de México, donde la crisis ha provocado el cierre de 13.500 locales, según los empresarios. Con el semáforo epidemiológico en rojo, los restaurantes han tenido que limitarse a ofrecer servicio a domicilio. Cuando se reanudaron las actividades económicas en el verano pasado solo pudieron abrir al 30% de su capacidad, lo que dificultó que muchos locales pudieran absorber los costos. El sector ha sido uno de los más afectados, según ha reconocido el Gobierno capitalino este viernes.

Por eso, la jefa de Gobierno ha anunciado apoyos económicos para la industria, que en enero no tendrá que pagar el impuesto sobre nóminas en la capital. “Nos importa que la ciudad tenga crecimiento económico. Quisiéramos no afectar a nadie, pero es un tema de salud pública”, ha lamentado Sheinbaum tras avisar que la alerta máxima se extenderá al menos una semana más. “Estamos haciendo un esfuerzo extraordinario en particular para este sector. Lo más importante es que podamos salir del semáforo rojo. ¿Cómo podemos salir? Actuando todos de manera responsable: empresarios y ciudadanos”, ha señalado.

Según los últimos datos, en Ciudad de México, la zona más densamente poblada del país y la más afectada por la pandemia, han fallecido 22.897 personas por la covid-19, más de 354.000 se han contagiado con el virus y la ocupación hospitalaria se acerca al 90%. Las proyecciones de la capital indicaban una reducción en la tasa de reproducción del virus en las últimas semanas, de acuerdo con los datos oficiales, pero los últimos dos días la gráfica ha mostrado un incremento. “Seguimos dentro de los parámetros que habíamos establecido, pero sí es importante que se rompió la tendencia a la baja”, ha dicho Eduardo Clark, director general de Gobierno Digital, que ha aclarado, sin embargo, que “siempre puede haber un día atípico” y que seguirán analizando la evaluación los indicadores.

En el Estado de México, Del Mazo ha destacado que la hospitalización de pacientes con covid-19 ha aumentado respecto al primer pico de la epidemia. En junio, ha dicho, había 2.284 ingresados, mientras que actualmente son 3.000. “El esfuerzo que estamos haciendo está funcionando, sin embargo aún tenemos una gran demanda de pacientes que requieren de hospitalización”, ha dicho el gobernador.

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