El apagón resta protagonismo a la marcha contra Maduro y a la chavista
Maduro acusa a EE UU de un ataque informático pero no aclara cuándo volverá la luz
El apagón que sufre Venezuela desde el jueves por la tarde restó protagonismo este sábado a las movilizaciones convocadas por Juan Guaidó para mantener el pulso con el Nicolás Maduro y la marcha oficialista que buscaba una exhibición de fuerza contra las presiones internacionales y de la oposición. El colapso generado por los cortes de luz, telón de fondo de la jornada, y los cercos policiales añadieron tensión y empañaron las convocatorias. El jefe del Gobierno chavista compareció pasadas las cuatro de la tarde ante sus seguidores para endurecer su discurso contra el Gobierno de Donald Trump, al que responsabiliza del fallo eléctrico, aunque no ofreció un balance de lo sucedido ni estuvo en condiciones de decir cuándo se reestablecerá el servicio.
El hartazgo de los venezolanos crece, pero su reflejo en las calles es cambiante. El presidente de la Asamblea Nacional, reconocido como mandatario interino por más de 50 Gobiernos, buscaba una respuesta masiva ante el apagón que ha paralizado el país. Sin embargo, precisamente los inconvenientes de transporte y de comunicación producidos por la falta de suministro eléctrico, que se reanudó la noche del viernes y volvió a interrumpirse a lo largo de la mañana, dificultaron la participación.
A esa situación se suma el clima de máxima polarización política que acompaña el desafío de Guaidó al sucesor de Hugo Chávez. La policía cerró el paso a los manifestantes con gases lacrimógenos al comienzo de las concentraciones y rodeó la Avenida de la Victoria, punto de llegada de las marchas. De madrugada, las fuerzas de seguridad habían detenido a tres operarios que montaban el escenario desde el que el político venezolano tenía previsto dirigirse a los suyos. Con estos obstáculos no logró hacerlo en condiciones normales y tuvo que hablar desde el techo de un vehículo, megáfono en mano.
“Es difícil decir que vamos bien cuando mueren niños en hospitales. Sabemos la crisis en la que estamos, por culpa del régimen. La crisis eléctrica se puede transformar también en la crisis de la gasolina, en la que ya tenemos con el agua, en la situación en los hospitales. Esa crisis tiene nombre y apellido", enfatizó, culpando al Gobierno del caos en el que está sumido el país. A pesar de ello, pidió a sus seguidores resistir frente a Maduro. “Creen que van a meternos miedo hoy, pero se van a llevar una sorpresa. Ya no tienen manera de contener a un pueblo que está decidido a concretar el cese de la usurpación”.
Sin balances
El apagón eléctrico se convirtió también en apagón informativo por parte del Ejecutivo, que aún no ha ofrecido un balance oficial de las incidencias y se ha limitado a asegurar, sin entrar en detalles, que todo está bajo control pese al fallo en la represa de Guri que ha dejado a oscuras a Caracas y 22 Estados. Maduro convocó a los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a una marcha “antiimperialista” para recordar que hace cuatro años la Administración de Barack Obama declaró a Venezuela como amenaza para su seguridad.
El líder bolivariano insistió en que se trata de un sabotaje, pero no pudo presentar pruebas. "Han utilizado tecnología de alto nivel, que solo tiene Estados Unidos en el mundo, han utilizado armas de alto nivel. Y se sabrá", dijo. "Hoy habíamos reconectado un 70% del país, cuando recibimos a las horas del mediodía otro ataque de carácter cibernético a una de las fuentes de generación que estaba funcionando perfectamente y eso perturbó la reconexión y tumbó todo lo que habíamos logrado hasta el mediodía", aseguró.
El sábado, los servicios seguían intermitentes en la capital y en los Estados de Miranda y Vargas, que forman parte de su distrito metropolitano. En varias regiones como Táchira, Zulia, Lara o Barinas todavía no había vuelto el normal suministro.
El Gobierno atribuye lo sucedido directamente a un plan del senador republicano Marco Rubio y de la oposición. Maduro sostiene, además, que el apagón se concretó con la ayuda de "infiltrados" de la extrema derecha en el sector eléctrico. Se trata, según el argumentario chavista, de un intento de intervención indirecta igual que la operación, frustrada por la violencia policial, para introducir ayuda humanitaria en el país. Guaidó lo considera, en cambio, un motivo más para acelerar la salida de Maduro del poder. “Anuncio mi recorrido por toda Venezuela para traerlos a Caracas y lograr el objetivo”, aseguró el presidente del Parlamento.
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