“Los hombres tienen que reflexionar sobre la visión que tienen de sí mismos”

En la portada del diario Extra de Morelos del 6 de marzo, una mujer en bañador comparte espacio con los cadáveres de otras dos mujeres. Nadine Gasman, directora de Instituto Nacional de las Mujeres en México, Inmujeres, la observa con una mirada de desagrado. “Es escalofriante”, dice.

Pregunta: ¿Por qué hay hombres a los que les gusta esto?

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Respuesta: Es esta visión, esta educación en que la masculinidad es ese espacio de superioridad. Todo lo demás es inferior y lo puedes tratar de la manera que quieras. Tienes desde estas cosas tan gráficas, tan perversas, hasta cuestiones más sutiles. Pero el tema es ese: cómo los hombres ven a las mujeres en relación a ellos mismos. Y cómo hay una cuestión de superioridad, de posesión. Lo que no valoras, lo deshechas, lo golpeas. Y una cosa que tiene que ver con la propia concepción de la masculinidad hegemónica: la demostración de fuerza, de cero sensibilidad con la otra o el otro. Esta cosa de macho alfa.

Gasman acaba de llegar a Inmujeres de la mano del nuevo Gobierno, que esta semana cumple cien días en el poder. Y lo ha hecho en un momento de críticas al Ejecutivo por dos decisiones que ponen en duda el compromiso del presidente, Andrés Manuel López Obrador, con los derechos de las mujeres. Primero decidió retirar los apoyos a las estancias infantiles, guarderías para bebés y niños pequeños, organizadas en parte por particulares, apoyadas económicamente por el estado. López Obrador dijo que daría los recursos directamente a los padres y que los padres podrían pagar a las “abuelitas” para que cuiden a los nietos.

P: Y cuando el presidente dice eso, ¿no se siente como un insulto a las mujeres?

R: Nosotras lo entendemos en el tema global, en el tema de realmente trabajar el sistema de atención, de buscar alternativas para que el Estado cumpla su papel. Y crear alternativas. El Gobierno lleva 98 días, con una visión de cambio muy profunda y compleja. En este tránsito el objetivo está en a dónde queremos llegar, cuál es el papel que queremos que tenga el estado.

Responsable de ONU Mujeres en Brasil hasta hace apenas unas semanas, Gasman es médica y doctora en gestión y políticas de salud. Lleva pocos días en el cargo, pero habla como una política veterana: a preguntas concretas, da respuestas aguadas.

Si el caso de las estancias infantiles supuso el primer choque entre el Gobierno y un colectivo integrado principalmente por mujeres, el de los refugios para víctimas de violencia machista le tomó el testigo. De un día para otro, el dinero de los refugios, gestionados mayoritariamente por organizaciones no gubernamentales, desapareció del presupuesto. Luego el Gobierno rectificó, dijo que el dinero llegará, pero fue un asunto que dejó intranquila a mucha gente.

P: Las decisiones del presidente en este aspecto se han entendido, creo, como un ataque a las organizaciones, muchas comandadas, representadas o integradas por mujeres. ¿Por qué esta actitud del presidente?

R: El mensaje del presidente, el objetivo de esta administración es fortalecer al Estado, que ha estado ausente de políticas públicas por mucho tiempo. Su objetivo es fortalecerlas. En ese sentido, las propuestas que nosotras planteamos tienen que ver con el fortalecimiento del sistema de prevención y atención a la violencia contra las mujeres. Ahí entra el tema de los refugios. El Estado tendrá un papel rector, fiscalizador.

Esta semana, Gasman y Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, presentaron el plan emergente para garantizar la integridad, la seguridad y la vida de las mujeres y las niñas. Una remodelación total del sistema de prevención de la violencia machista. Durante la presentación del plan, Gasman dijo que los hombres deben “trabajar su masculinidad”.

P: Preguntado por varios asesinatos de mujeres perpetrados en su Estado, el jefe de la Policía dijo que en algunos casos el comportamiento de las mujeres no era propio de una dama. ¿Cómo se construye una nueva masculinidad?

R: La deconstrucción del machismo pasa por diferentes niveles. Tenemos el andamiaje social, jurídico, organizacional, que no permite este tipo de comportamientos. Pero tenemos que hacer un reflexión profunda sobre estereotipos, sobre la visión que tienen los hombres de sí mismo, y de reconocimiento de espacio de privilegio.

P: En la presentación del plan, ustedes recordaron que una mujer muere asesinada cada dos horas y 40 minutos en México. La situación es terrible en toda América Latina, pero parece que México se lleva la palma. ¿Por qué?

R: Es cierto. De los 25 países con más asesinatos de mujeres, 14 están en América Latina. Es una región violenta. El ciclo de la violencia está presente y termina en asesinatos en un número muy alto. ¿Por qué? Por la construcción social de las relaciones entre hombres y mujeres. Es decir, el patriarcado. Esta idea de que hombres y mujeres no somos iguales; que los hombres tienen la posibilidad de influir en la vida de las mujeres al punto de insultarlas, violarlas, hasta matarlas. Es una cuestión estructural, tiene que ver con el machismo, con cómo se valora a hombres y mujeres en sociedad y cómo se resuelven los conflictos.

Obviamente, el contexto tiene mucho que ver. En contextos violentos, hay más asesinatos de mujeres. Nosotros hemos visto que se tortura, se mutila que se mata a las mujeres de un bando para agredir al otro.