Las autoridades federales toman el control de la policía en Acapulco
La policía mexicana y las fuerzas armadas han desarmado a más de 700 agentes municipales ante las sospechas de vínculos con el crimen organizado
El puerto turístico de Acapulco se ha quedado sin policías municipales. Las fuerzas federales y estatales de Guerrero, al sureste de México, han desarmado a los agentes bajo sospechas de que los grupos del crimen organizado se han infiltrado en sus filas.“La decisión obedeció al incremento de la incidencia delictiva que se ha registrado en el municipio y la nula actuación de la policía municipal para enfrentar el fenómeno”, ha explicado por escrito el Grupo de Coordinación Guerrero, integrado por el Ejército, la Marina, la Procuraduría General de la República, la Policía Federal y sus homólogos estatales.
La Fiscalía de Guerrero ha ejecutado dos órdenes de aprehensión a los mandos operativos de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco. Luis Fernando “N”, El Fénix y Brayan Antonio “N”, El Brayan, han sido detenidos por su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado. El director de Tránsito local, Rafael Rivas, también fue aprehendido tras una revisión en la que se constató que tenía armas distintas de las que suelen utilizar los oficiales.
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, ha informado de que entre 700 y 800 policías de Acapulco serán desarmados y sometidos a una revisión de sus armas, chalecos balísticos, cartuchos y radios de comunicación. Estos equipos quedarán bajo el resguardo de la policía estatal. El operativo ha comenzado este martes y continuará en los próximos días.
Aunque al cierre del año pasado las autoridades locales presumían que más del 80% de estos agentes municipales habían aprobado los exámenes y contaban con su certificado de confianza, ahora estos elementos volverán a ser sometidos a este tipo de escrutinio. Este tipo de prácticas han sido utilizadas desde el Gobierno de Felipe Calderón para depurar a los cuerpos policiales, sin que el país o las entidades hayan obtenido los resultados deseados.
Acapulco, una de las joyas turísticas del Pacífico mexicano, permanece asediado desde hace varios meses por la violencia y la inseguridad. Las balas han alcanzado a funcionarios, políticos y visitantes. La ciudad se ubicó el año pasado como la tercera violenta del mundo con una tasa de 106 homicidios por cada 100.000 habitantes, de acuerdo al informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
Security Alert – Federal Forces Replace Municipal Police in Acapulco – U.S. Embassy Mexico City, Mexico September 25, 2018 https://t.co/iMNNqms3tb
— Embajada EU en Mex (@USEmbassyMEX) September 25, 2018
La seguridad de Acapulco estará ahora a cargo del Gobierno federal. Después de darse a conocer estos cambios la Embajada de Estados Unidos ha lanzado una alerta de seguridad en la que sugiere a sus ciudadanos que no viajen a Guerrero debido a la presencia del crimen organizado. En caso de que visiten este Estado mexicano, las autoridades consulares recomiendan estar al tanto de las noticias del puerto y contactar a su consulado en caso de necesitar ayuda.
El desarme de la policía local se lleva a cabo a cinco días de que Adela Román, candidata electa de Acapulco asuma la presidencia municipal. La política del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) denunció previamente que había recibido amenazas de muerte con la advertencia de no hacer ningún cambio en la Secretaría de Seguridad Pública local. Después de las intimidaciones, recibió protección de escoltas federales y estatales.
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