“Nunca he robado, nunca he traicionado a los mineros de México”
Tras más de una década envuelto en señalamientos de corrupción y fraude, el líder sindical regresará a México para asumir su cargo como senador por Morena
El líder sindical minero de México Napoleón Gómez Urrutia regresará a México tras 12 años de autoexilio en Canadá por la puerta grande. Economista de profesión, jerarca de los trabajadores mineros en México por herencia desde 2002, Gómez Urrutia se dice listo para asumir su cargo como senador del partido por la vía plurinominal de Andrés Manuel López Obrador, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) la próxima semana.
El presidente y secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos de la República Mexicana se niega a dar una fecha precisa de su aterrizaje en México, pero asegura que estará antes del 29 de agosto, día de la toma de protesta del órgano legislativo. “Estoy totalmente seguro y confiado, yo no tengo nada de qué preocuparme, ni de qué avergonzarme. Si acaso lo que he hecho es defender los derechos de los trabajadores”, señala en entrevista telefónica desde Canadá.
El hombre que fue acusado en 2006 de desviar 55 millones de dólares de los trabajadores mineros a sus cuentas personales asegura que ha sido víctima de una “persecución política” orquestada por los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón y por los empresarios mineros Germán Larrea, presidente de Grupo México, Alonso Ancira, al frente de Altos Hornos de México y Alberto Baillères, presidente de Grupo Bal. “Todos esos seres miserables a quienes no les alcanza la categoría de hombres, pobres en dignidad, en solidaridad y en humanidad y se ven como siempre, lo que han sido, seres vacíos”, acusa.
Aunque desde agosto de 2014 Gómez Urrutia no tiene procesos judiciales en su contra en México, explica que hasta ahora se ha dado el “momento adecuado” para su regreso. Un retorno con cargo público incluido y con el respaldo del próximo presidente del país, Andrés Manuel López Obrador quien ha asegurado en distintas ocasiones que el líder sindical ha sido “estigmatizado por la propaganda oficial y oficiosa”. Gómez Urrutia, por su parte, indica que desde hace tiempo tiene una relación cordial y de respeto con el líder de Morena.
Esta cordialidad dista mucho de la relación que desde hace años tienen los principales empresarios mineros con Gómez Urrutia. Frontal en sus señalamientos, el presidente sindical asegura que detrás de las 11 causas penales que tuvo que enfrentar en la última década han estado los intereses de la iniciativa privada. “Estos ataques cobardes e injustos arbitrarios e indebidos hicieron algún daño a la organización, pero no detuvieron su marcha. En este momento el Sindicato Nacional de Mineros está más fuerte y más unido que nunca”, pregona.
Hacia adelante, Gómez Urrutia asegura que no tiene ánimos de venganza. Sin embargo, no descarta el emprender alguna acción legal en contra de quienes considera han dañado al gremio minero. “Hay algunas cuestiones que los mismos abogados han planteado porque obviamente se han cometido injusticias”, comenta. Entre sus primeras acciones, una vez que resida en México, propondrá la reapertura de la investigación de la explosión de la mina de Pasta de Conchos (Coahuila), el accidente ocurrido el 19 de febrero de 2006 en un yacimiento de carbón en el que murieron 65 mineros.
Pese a estar a más de 4.000 kilómetros de distancia, el líder minero no ha dejado de ser portavoz de una de las asociaciones sindicales más importantes de México, que reúne unos 250.000 afiliados, según sus cálculos. Desde 2006, año en que abandonó el país, los trabajadores mineros se han acostumbrado a vitorear a una pantalla. Gritos, porras, aplausos a un líder sindical remoto, que obligó incluso a los empresarios mineros a viajar hasta Canadá para negociar. “Lo que hemos hecho con todas las empresas mineras nacionales y extranjeras es reunirnos una vez cada año, lo hemos hecho en Vancouver Canadá”, describe.
Gómez Urrutia rechaza los señalamientos de excesos y riqueza que rondaron durante su estancia en el extranjero. "Aquí nadie ha cometido ningún abuso, por eso los trabajadores me han reelecto seis veces unánimemente. Los trabajadores no son tontos, ni son borregos. Nunca he mentido, nunca he robado, nunca he traicionado a los mineros”, refiere. Sin dar detalles sobre sus ingresos, el líder minero que sus funciones al frente de la organización sindical y las regalías de los libros que ha escrito le han dado sustento.
México es el principal productor de plata en el mundo y uno de los mayores extractores de oro y cobre. Las más de 290 empresas mineras que operan en el país emplean en total a 371.000 personas de manera directa. El sector contribuye con el 2,5% del PIB mexicano, ocupando el sexto lugar en la generación de divisas, según los datos de la Cámara Minera de México (Camimex).
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