En la línea de lo sustentable

En estos últimos cuatro años, Chile ha vivido una verdadera revolución energética. Si comparamos cifras, resalta el cambio radical del sector, las energías renovables no convencionales que antes representaban un 6% en la matriz hoy representan un 19% de la capacidad instalada en el país. El precio de la energía ha caído drásticamente y Chile se ha posicionado como uno de los países más atractivos para la inversión extranjera en energías renovables.

¿Qué ha cambiado? La visión estratégica y de largo plazo. Estamos en período de elecciones presidenciales y, aunque con matices, todos los candidatos coinciden, a diferencia de años anteriores, en que estamos caminando por la senda correcta. Existe convicción de que las energías renovables son el presente y futuro de nuestro trabajo en materia energética.

Este cambio también se proyecta más allá del sector energético, ya son muchos los hogares, empresas de menor y mayor tamaño e instituciones que han decidido que su suministro eléctrico provenga exclusivamente de fuentes renovables o a una fracción significativa de ellas. Estamos cada vez más conscientes de que está en nuestras manos cambiar el destino del planeta y es nuestra responsabilidad adoptar medidas que vayan de la mano al cuidado del medio ambiente y hacia un desarrollo sustentable. Sin duda, que uno de los grandes factores que ha influido en que nuevas empresas empiecen a optar por este tipo de medidas es la rebaja de precios de estas energías y su ingreso masivo en la oferta durante esta administración de Gobierno, donde se crearon condiciones favorables para operar en el mercado.

No fue casualidad que el propio Al Gore, en su último documental, haya destacado a Chile como ejemplo en materia de lucha contra el cambio climático, gracias al esfuerzo de este Gobierno en impulsar las energías renovables.

Sin lugar a dudas Chile tiene condiciones geográficas extremadamente favorables. El potencial solar está cifrado en más de 1.600 gigavatios, siendo el desierto de Atacama el lugar de mayor radiación solar en el mundo. Pero no todo es solar. El país sigue teniendo una fuerte presencia de generación hidroeléctrica y potencial de energía eólica a lo largo de todo el país, tiene extensas costas para aprovechar un futuro potencial marino y ya tenemos la primera central geotérmica en Sudamérica.

Hoy, como chilenos, hemos aprendido a aprovechar nuestra privilegiada situación geográfica utilizándola a favor de nuestro crecimiento y producción.

Es este contexto, destaca el caso del metro de Santiago. Hoy, inauguramos y comienza a funcionar una nueva línea en nuestro transporte público. Una nueva línea que será la más eficiente de su red, gracias al uso de tecnología de punta, y llevará a una significativa disminución de emisiones de carbono. En un par de meses más, un 76% de la electricidad que utiliza el metro para operar será suministrada solamente por energía solar y eólica.

Con ello, estamos apoyando, además, el esfuerzo de nuestro país en la consolidación de una matriz con precios bajos, para que nuestras empresas sean competitivas y para que disminuya el gasto de las familias; que no dañe el medio ambiente, que mejore la salud y la calidad de vida de las personas.

Hoy los más de 3,7 millones de personas que usan el metro podrán no solo viajar más rápido y más seguros: también lo harán en un medio de transporte que cuida el planeta, que disminuye nuestra huella de carbono y que hace posible un futuro sustentable para todos.

Estamos entrando en ese futuro de la humanidad que tiene conciencia ambiental y del transporte que no contamina. Esta es, sin duda, una gran oportunidad para que nuestra capital y nuestro país avancen en un tema que impacta tan directamente la calidad de vida de las personas.

Andrés Rebolledo es el ministro chileno de Energía.