La exdiputada y supuesta amante de El Chapo, detenida al intentar cruzar a Estados Unidos
Lucero Sánchez, la política acusada de visitar al capo con documentación falsa y verlo en su fuga, quería salir de México por amenazas
La exdiputada del partido conservador PAN por Sinaloa, Lucero Sánchez, señalada por las autoridades como supuesta amante de Joaquín El Chapo Guzmán, ha sido detenida en la frontera por cruzar a Estados Unidos mientras esperaba un proceso penal en su contra en México. La Procuraduría General de la República la acusa de haber ingresado al penal donde se encontraba el capo en México con documentación falsa en 2014. Sánchez quiso salir del país porque, según su defensa, estaba desesperada por la cantidad de presiones y amenazas contra ella y sus hijos.
Sánchez tenía prohibido salir de México, pero aún así intentó hacerlo. Según unas declaraciones que hizo su abogada a la prensa mexicana, quería pedir asilo político en Estados Unidos porque había sufrido amenazas contra ella y su familia en su casa de Cosalá, un municipio sinaloense. Desde que perdiera el fuero como diputada el año pasado, dejó de ganar un salario y los gastos de su defensa se le acumulaban. Con el auge de la violencia en Culiacán los últimos meses, la plaza que antes controlaba el cártel de Sinaloa, la situación se volvió insostenible para su familia, según explica su defensa.
Acompañada de sus dos hijos, uno de 12 y otro de tres años, quiso cruzar a Estados Unidos. El día que lo intentó, ellos esperaban en un restaurante cercano. Las autoridades estadounidenses la arrestaron, después de retenerla tres horas en San Ysidro (San Diego, California) este miércoles porque había un aviso contra ella de conspiración y se encuentra en una prisión de San Diego. Está acusada en ese país por conspiración y delincuencia organizada. Fuentes de la PGR señalan a este diario que las autoridades estadounidenses no les han informado sobre el arresto de la también apodada Chapodiputada.
El 4 de noviembre de 2014, El Chapo recibió una visita especial en la prisión de máxima seguridad del Altiplano. Era una mujer joven y embarazada. Se hacía llamar Devany Vianey Villatoro Pérez. La fiscalía consideró que era Lucero Sánchez y que falsificó los papeles para ver al narco. Ella lo niega hasta hoy. Las fotografías hechas públicas por la Procuraduría indicaban, no obstante, lo contrario.
En uno de los videos difundidos a mediados de 2015 se observaba a los dos conversando sobre los trámites de la escritura de un terreno, así como de la cesión de algunos bienes patrimoniales: un rancho, camiones de transporte y ganado bovino.
Rosalba Alarcón, la defensa legal de la sinaloense, aseguró desde el primer momento que el video de la supuesta visita era falso porque las grabaciones del penal se borran cada 27 días. "Lo único que hay son fotografías del vídeo, pero esas no son fidedignas para demostrar que haya estado en ese lugar", dijo la abogada. Y negaron rotundamente que ella hubiera entrado en algún momento a ver al narco. "Yo no soy novia, ni conozco, ni me interesa conocer a otra persona, mucho menos si es parte de la delincuencia organizada", señaló en una rueda de prensa antes de que el capo fuera detenido por última vez. "Solo lo he visto en ocasiones de lejos", agregó.
La visita, que podría costarle una condena de 12 años de cárcel, tuvo una segunda parte meses después. En plena fuga, siendo el hombre más buscado del mundo, El Chapo volvería a verla. Fue el 31 de diciembre de 2015. Ese día, siempre según la fiscalía, ambos lo pasaron juntos. No fue la única mujer a la que vio Guzmán Loera en su huida. Meses antes se había reunido en las montañas con su idolatrada Kate del Castillo, la explosiva protagonista de la Reina de Sur. La reconstrucción oficial muestra que la Nochebuena de 2015, para escarnio de las fuerzas de seguridad, el narcotraficante más buscado del planeta la pasó con su esposa, la antigua reina de la belleza Emma Coronel. La última noche del año la reservó para Sánchez.
La historia política de la exdiputada fue algo inusual. Empleada de una modesta empresa de bienes raíces, en 2011, tras un fugaz paso por el PRI, ingresó en el PAN. Y apenas año y medio después, en las elecciones de julio 2013, logró convertirse en la diputada más joven de la historia de Sinaloa. Su fulgurante éxito, conseguido con un inusual despliegue de medios, pronto encontró su anverso. Al poco de recibir el escaño, su marido fue asesinado a balazos a la salida de casa. Nadie sabe si por aquellas fechas ya conocía al líder del cártel de Sinaloa. La primera alerta saltaría al año siguiente.
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