Las reñidas elecciones en Coahuila ponen a prueba a los hermanos Moreira
La entidad actualmente gobernada por el PRI nunca ha experimentado la alternancia política
Coahuila vivió este domingo una de sus elecciones más complejas y que puso a prueba el poder de los hermanos Moreira. Miguel Ángel Riquelme, candidato del gubernamental PRI y el Partido Joven, se disputó el poder estatal con Guillermo Anaya, del conservador Partido Acción Nacional (PAN). Los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) colocan Riquelme como el ganador con una ventaja de 1,5% sobre Guillermo Anaya. Antes de que se conocieran los resultados del PREP, el programa que captura los datos plasmados por los funcionarios de casillas en las actas, ambos candidatos se habían declarado ganadores.
La entidad ha sido gobernada por el PRI desde 1929 y es uno de los cinco estados del país que nunca ha experimentado la alternancia. El hartazgo de los escándalos de corrupción protagonizados por los hermanos Moreira: Humberto y Rubén, tambalearon la continuidad del PRI, pero no lograron derrocarlo. Anaya, que por segunda vez disputa la gubernatura, prometió durante su campaña que de ganar los comicios se encargaría de castigar a Humberto Moreira con cárcel.
La oposición señaló incansablemente que de ganar Riquelme, las irregularidades cometidas por los Moreira quedarán impunes. El candidato del PRI es muy allegado a los dos políticos. En la administración de Humberto (2005-2011) y de Rubén (2011-2017) tuvo cargos en el gabinete estatal. "Los Moreira y Riquelme son lo mismo: Riquelme fue empleado de Humberto y de Rubén Moreira, y ahora ambos quieren que sea el gobernador para que les cubra las espaldas", dijo el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, hace unas semanas al interponer una denuncia en la Fiscalía general (PGR) en contra de los tres políticos.
Los polémicos hermanos
Humberto asumió la gubernatura de Coahuila en el 2005, pero en enero de 2011 pidió licencia para dejar su cargo y dirigir el PRI, que en ese entonces se preparaba para llevar a Enrique Peña Nieto a la silla presidencial. Envuelto en un escándalo de corrupción, Moreira tuvo que dejar la presidencia del partido a finales de 2011 cuando se dio a conocer que durante su gestión como gobernador de Coahuila multiplicó la deuda por más de cien, hipotecó las finanzas de los impuestos locales y comprometió recursos futuros.
Desde que dejó la dirigencia del PRI, su carrera política se fue a declive. En abril de 2012 padeció la pérdida de uno de sus hijos asesinado por el sanguinario cártel de Los Zetas. En 2013 partió a España a estudiar un máster en la Universidad Autónoma de Barcelona. En enero del año pasado fue nuevamente noticia al ser detenido por la policía española en el aeropuerto de Madrid tras ser acusado de blanqueo de capitales y de formar parte de la banda criminal de los Zetas. Estuvo en la cárcel apenas una semana y luego le dejaron libre. Un tribunal archivó definitivamente la causa en su contra y a finales del año pasado volvió a México para anunciar que contendería por una diputación local en el Estado que gobernó y lo haría por un partido distinto del que siempre lo cobijó.
Humberto participó como candidato a una diputación local en estas elecciones. El también profesor fue expulsado del PRI cuando aceptó la candidatura del Partido Joven, una formación de reciente creación que también participó junto al PRI y otros partidos para postular a Miguel Riquelme como candidato a la gubernatura. Riquelme fue un cercano colaborador de los hermanos Moreira. En la gestión de Rubén fue secretario de Gobierno y en la de Humberto fue titular de desarrollo social.
Rubén heredó de Humberto una entidad endeudada y con una fuerte crisis en materia de seguridad, ya que Loa Zetas habían logrado imponer un dominio criminal sin precedentes. Pese a ello, nunca actuó en contra de su hermano. El diario Reforma ha documentado que una investigación hecha por las autoridades de Coahuila exoneró a Humberto Moreira de los delitos de fraude y lavado de dinero en mayo de 2015.
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