Denuncian el secuestro del periodista Salvador Adame en Michoacán

Lunes: Asesinado Javier Valdez, cronista de referencia sobre el infierno del narcotráfico en Sinaloa. Jonathan Rodríguez, reportero de Jalisco, es ejecutado unas horas más tarde. Miércoles: El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se comprometió a aumentar la protección a los periodistas amenazados, mientras los reporteros que acudieron al acto exigían a gritos "justicia" y "no más discursos". Viernes: Medios y familiares denuncian el secuestro de Salvador Adame en la tarde del jueves, director del canal 6 en Nueva Italia, Michoacán. No pasaron ni 24 horas de las promesas del Ejecutivo y otro atentado contra la prensa ha abierto de nueva cuenta la herida de la violencia e intimidación contra los periodistas en México.

Un comando armado interceptó a Adame alrededor de las siete de la noche del jueves frente a una planta purificadora de agua y lo obligó a subir a un vehículo color negro, según testigos citados por la prensa. El periodista había dejado de cubrir temas relacionados con la violencia desde hace años por temor a represalias, de acuerdo con sus colegas de Michoacán, uno de los Estados más azotados por la lucha de carteles en el país.

Su familia confirmó que había recibido amenazas anónimas. La fiscalía de Michoacán, sin embargo, no ha fijado una posición oficial sobre la retención de Adame. Los familiares han dicho también que el Gobierno estatal ha pedido su silencio mientras se realizan las investigaciones para esclarecer su paradero, a la espera de que reciban una petición de rescate que confirme el rapto.

La ola de violencia contra los periodistas en México ha alcanzado un pico fatídico. Siete periodistas han sido asesinados en 2017 sin que haya detenidos de momento y 126 comunicadores han sido ejecutados desde 2000. La organización Artículo 19 ha registrado unas 2.000 agresiones a reporteros desde 2010. Peña Nieto ha sido señalado en el medio periodístico por la falta de confianza en que pueda dar solución a los ataques. En su primer año como mandatario murieron cuatro periodistas; seis, en 2014; siete, un año más tarde, y 12, en 2016.