Guatemala cambia de nombre a su estadio de fútbol más representativo
El Mateo Flores se llamará Doroteo Guamuch, nombre de pila del principal atleta del país
El Congreso (Legislativo, unicameral) de Guatemala decretó este martes el cambio de nombre al estadio Mateo Flores, que a partir de ahora se llamará Doroteo Guamuch, el nombre de pila del atleta, la figura más importante del deporte de este país centroamericano. Doroteo Guamuch fue el primer deportista guatemalteco en alcanzar notoriedad mundial al ganar, en abril de 1952, la Maratón de Boston.
El triunfo del maratonista fue celebrado aquí como una fiesta nacional, con un único “inconveniente”: para el racismo y la mojigatería de la época resultaba chocante que un "indio" alcanzara tanta celebridad. Pasando por encima del Registro Civil y los archivos bautismales de su parroquia, dispusieron castellanizar su nombre: Mateo, por Doroteo, que les debió sonar muy silvestre, y Flores, el apellido materno. Eliminaron así el de la rama paterna, Guamuch, claramente de origen maya.
La decisión, iniciativa del presidente del Legislativo, Mario Taracena, fue celebrada por las organizaciones indígenas como un pequeño avance hacia la integración racial en Guatemala, país donde conviven 23 etnias precolombinas.
La trayectoria de Doroteo Guamuch está marcada por el éxito. Los cronistas de la época destacan la medalla de oro en la categoría de medio maratón –21 kilómetros– en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en la capital guatemalteca en 1950. Cuatro años antes y siempre en el marco de estas justas regionales celebradas en Barranquilla (Colombia, 1946), se alzó con las medallas de plata en las especialidades de medio maratón y 5.000 metros planos.
Pero fue su triunfo en Boston –recorrió los 42 kilómetros en 2 horas, 31 minutos y 53 segundos, cinco minutos por delante del segundo lugar, el estadunidense Vic. Dorgall. El tercero en ingresar a la meta fue el también guatemalteco Luis Velásquez, según señalan los diarios de la época– lo que motivó al Gobierno guatemalteco a bautizar el estadio como “Mateo Flores”.
El Mateo Flores, como se llamó hasta este martes, fue construido en 1950 con un aforo de 30.000 personas, pero que llegó a cobijar en ocasiones hasta 60.000 espectadores. Fue ese abuso, marcado por la sobreventa de boletos, el que ocasionó la tragedia ocurrida en 1996, cuando una avalancha humana costó la vida a 83 aficionados. A partir de entonces fue rediseñado y su capacidad reducida a 18.713. En aquella trágica ocasión, las selecciones de Guatemala y Costa Rica se enfrentarían en la búsqueda de una de las plazas destinadas a la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf) para la Copa del Mundo de Francia’98.
Doroteo Guamuch Flores, nació en Mixco, una ciudad dormitorio ya absorbida por la Ciudad de Guatemala, el 11 de febrero de 1922. Murió el 11 de agosto de 2011. Sus vecinos y amigos lo recuerdan como una persona sobria, amable, a quien nunca afectaron los éxitos deportivos. Tras su retiro de las competiciones, motivada por un accidente de moto sufrido cuando esquivó a un perro que atravesó la carretera, ejerció oficios como albañil, dependiente de comercio, o caddy en un campo de golf.
Y partir de su publicación en el Diario Oficial (Boletín Oficial del Estado), todas las calles, puentes y avenidas dedicadas a su persona deberán igualmente cambiar el Mateo Flores, por Doroteo Guamuch, según ordena el decreto autorizado la víspera por el Congreso guatemalteco.
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