La policía libera a los detenidos por un linchamiento en México por falta de pruebas
El asesinato a golpes de dos presuntos secuestradores por parte de una turba vecinal se convirtió en un motín contra el acalde del pueblo, que fue retenido en el ayuntamiento. Los policía libera a los 18 vecinos detenidos y sigue investigando
El asesinato a golpes en la plaza de un pequeño pueblo del Estado de México de dos supuestos secuestradores derivó durante la noche del martes en un motín vecinal en contra del propio alcalde de Atlatongo. Un tumulto mantuvo retenido durante varias horas al edil en el ayuntamiento como medida de presión para exigir la liberación de los 18 vecinos detenidos por el linchamiento que había acabado por la tarde con la muerte de dos personas. Tras la intervención de la policía estatal, tanto el alcalde como los vecinos detenidos fueron liberados.
La Fiscalía estatal ha anunciado este miércoles en un comunicado que no disponen de pruebas para "establecer la flagrancia de algunos de estos sujetos en el delito de homicidio", y que continúan con las investigaciones para identificar a los responsables del asesinato de las dos personas.
Los investigadores vinculan la desconfianza en las instituciones y los agujeros del Estado de Derecho con el origen de estos brotes violentos
El conflicto estalló durante la madrugada del martes. Un grupo de vecinos paró la camioneta donde viajaban dos hombres y una mujer. Los sacaron a golpes y los llevaron a la plaza del pueblo. En el quiosco donde toca la banda municipal, rodeado por columpios infantiles y mirando de cara a la iglesia de Atlatongo, decenas de vecinos les patearon sin clemencia.
La intervención de la policía estatal y el ejército evitó que el brote de ira popular en este pueblito de apenas 4000 habitantes ejecutase también al tercer presunto secuestrador, que ha sido detenido. La fiscalía confirmó que durante la madrugada del martes un hombre de 25 años fue secuestrado en el pueblo y liberado a las pocas horas.
Los accesos de la carretera federal que conecta Atlatongo con la capital mexicana -a unos 100 kilómetros- fueron bloqueados por los vecinos. Una de las patrullas fue zarandeada y volcada a las puertas del pueblo, según fuentes oficiales recogidas por la prensa local.
La policía y los militares rompieron el cerco con cargas de gas lacrimógeno y lograron rescatar el cadáver del hombre, de 35 años, y a los otros dos supervivientes medio moribundos. De camino al hospital, la mujer, de unos cuarenta años, falleció debido a los fuertes golpes.
El linchamiento es un fenómeno frecuente en México. Sólo el año pasado se registraron 62 casos según un estudio de la UNAM. El Estado de México es junto a Oaxaca y Puebla las entidades donde se concentra el mayor número de episodios de ajusticiamiento sumario y popular. En México, apenas de los 10% de los delitos acaba en sentencia. Los investigadores vinculan la desconfianza en las instituciones y los agujeros del Estado de Derecho con el origen de estos brotes violentos.
El pasado octubre, dos hermanos de 20 años fueron apaleados y quemados en la plaza de Ajalpan, un pequeño municipio de Puebla, con el pretexto de que eran secuestradores de niños y ancianos. También en octubre, un grupo de vecinos de Amecameca, otro pequeño pueblo del Estado de México, intentaron linchar a dos hombres que presuntamente habían matado a navajazos a un comerciante del pueblo. El Estado de México, una inmensa mancha urbana que rodea a la capital, es la entidad más poblada, una de las más pobres y más violentas del país.
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