“El sistema de Aguas del DF es un enfermo en terapia intensiva”
En el Día Mundial del Agua, un experto en Planeación Urbana por Berkeley y la UNAM explica las fallas del sistema hidráulico de la capital mexicana
En la Ciudad de México sí hay agua pero su uso y administración es muy deficiente. Sus problemas hídricos no se deben a la falta del líquido sino a una gestión que sólo busca paliar emergencias en lugar de desarrollar un gran plan para la ciudad, aunado al desperdicio entre la población y por las constantes fugas. Ese es el diagnóstico del investigador Manuel Perló para el sistema hidráulico de la capital mexicana, al que califica como un “enfermo en terapia intensiva”.
Este “paciente” tiene múltiples padecimientos: baja calidad del agua, inundaciones, falta de irrigación, bombas muy viejas (algunas hasta de 70 años), dispendios, fugas y mal aprovechamiento del agua de lluvia. “Acá tenemos todos los problemas juntos: no hay dónde tirar el agua (de drenaje) y no hay de dónde más sacarla. El enfermo requiere terapias muy costosas, podemos seguirlo manteniendo en terapia intensiva, pero ¿qué futuro es ese?”, reflexiona el doctor en Planeación Urbana por la Universidad de Berkeley, en el marco del Día Mundial del Agua, celebrado este 22 de marzo.
El principal problema de este sistema hidráulico, explica Perló, es la forma de organizar el consumo y el desalojo de agua. Es un sistema ineficiente y dispendioso que permite la pérdida de gran parte del agua que extrae, y sigue dependiendo de fuentes lejanas a la Ciudad, como los sistemas Lerma y Cutzamala, que extraen agua del vecino Estado de México para evitar la sobreexplotación de los pozos que tiene la capital. Tan sólo el Cutzamala provee el 25% del agua que se consume en el Valle de México, tiene las plantas de bombeo más grandes de Latinoamérica y una sola planta potabilizadora. Por ello, el investigador de la Universidad Nacional asegura que se trata del sistema hidráulico más complejo del mundo, incluso más que los de Los Ángeles y Shanghai.
“Tenemos un sistema que no ha valorado el agua en toda su dimensión y por eso acabamos pagando el precio más alto, pero no la tarifa: una de las cosas más contradictorias es que no pagamos ni el 15 o 20% de su costo real, el del drenaje ni lo pagamos, y ese es tan costoso o más que el sistema de abastecimiento de agua”, señala Perló sobre el subsidio de casi 70% del que actualmente gozan los capitalinos sobre el costo real del servicio.
¿Cuántos tienen agua?
En México,el porcentaje de viviendas con disponibilidad de agua fue de casi 89% hasta el año 2010, lo que significa más de 74 millones de personas, el resto se abastecían de agua entubada fuera de la vivienda pero dentro del terreno que habitan: desde pozos, ríos o arroyos, de la llave pública, o de otra vivienda.
En la Ciudad de México, el porcentaje de la población que tiene agua potable se redujo en cinco años: en 2005 era 98.1 y para 2010 bajó a 97.5.
Fuente: Inegi
El Valle de México –compuesto por el Distrito Federal y algunos municipios del Estado de México- requiere una reestructura completa de su sistema hidráulico, según el investigador. Uno sustentable que se enfoque en usar eficientemente sus propios recursos, en lugar de reforzar el traslado desde fuentes lejanas. Como ejemplo, mencionó la captación de agua pluvial, que si cayera en un drenaje separado del de aguas negras, podría utilizarse para actividades alternas al consumo, como el riego y la limpieza de edificios públicos. El sistema actual de la Ciudad es combinado, por lo que el drenaje se lleva el agua de lluvia junto con los desechos, y sólo un 15% del agua es tratada en plantas potabilizadoras, según Perló.
“Hay que empezar con transformaciones muy puntuales: cambiar la red de agua potable en distintos puntos, reparación de fugas, dejar de extraer agua del subsuelo en pozos donde hay sobreexplotación; se debería usar agua tratada, tenemos grandes inversiones en plantas tratadoras y se subutilizan, algunas incluso están abandonadas. Se requiere un gran programa de cambio estructural del sistema, pensar en una transformación completa, no hay acciones particulares que resuelvan todo el problema”, puntualiza el experto, autor de dos libros y diversos artículos sobre el problema del agua en la Ciudad de México.
Iztapalapa, ¿sin agua potable?
La delegación Iztapalapa, al oriente de la Ciudad, es el referente obligado para explicar la gravedad del problema hídrico de la capital de México. Es la demarcación más grande, la más poblada y la que siempre tiene problemas de acceso al agua, por ser la última alcanzada por el sistema Cutzamala y por la dificultad de irrigar el agua a sus cerros de gran altura. En esa delegación, según el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre, hay zonas que no tienen agua potable y viven con la que el Gobierno les distribuye a través de pipas.
Esto se debe a que Iztapalapa tiene cerca de 75 pozos propios de donde se extrae agua pero su calidad no es óptima. “Se tiene que potabilizar a pie de pozo y en ocasiones llega con olor desagradable y no es cristalina, para quitárselo habrá que introducir otros sistemas de tratamiento además de la potabilización”, explica Manuel Perló. El Gobierno de la Ciudad ha anunciado que construirá 20 potabilizadoras más en esa delegación, así como un “parque hídrico” en un terreno que actualmente está en abandono.
Durante la conmemoración del Día Mundial del Agua, el alcalde Miguel Mancera anunció que su administración invertirá 9.000 millones de pesos (unos 500 millones de dólares) en el tema del agua. Aseguró que se están sustituyendo las tuberías de asbesto por poliuretano y anunció la construcción de una planta de tratamiento en Chapultepec, que dará servicio a todos los lagos de esa zona y servirá para el riego de todo el Bosque.
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