Estos son los productores señalados por entrevistarse con El Chapo
Fernando Sulichin y José Ibáñez son dos ejecutivos de Hollywood que han producido los filmes más políticos de Oliver Stone
El encuentro clandestino de Sean Penn y Kate del Castillo con El Chapo Guzmán tenía hasta este jueves dos cabos sueltos. Las autoridades mexicanas han señalado a dos productores de Hollywood que acompañaron a los protagonistas en esta cita que se dio en octubre del año pasado. Fernando Sulichin y José Ibáñez, un argentino y un español que han trabajado a la sombra del director Oliver Stone en sus filmes más comprometidos políticamente.
El Chapo quería hacer una película sobre su vida desde antes de fugarse, de ello se iba a encargar, según fuentes oficiales, la actriz mexicana Kate del Castillo. Fuera de la polémica relación afectiva entre ambos, plasmada en unos mensajes de texto, el objetivo era acordar quién y cómo se haría el ansiado filme autobiográfico. Sulichin e Ibáñez estuvieron presentes, siempre según señalan las autoridades mexicanas, en la reunión de siete horas que Sean Penn recogió en su entrevista para la revista Rolling Stone. Pero a diferencia de los demás, ellos quisieron pasar completamente desapercibidos.
Tanto Sulichin como Ibáñez coinciden en la producción de películas y series de televisión que rodó Oliver Stone entre 2003 y 2014. Al sur de la frontera, del 2009, fue uno de los documentales más polémicos en los que trabajaron. En él su director destacó que era un "visionario" y un "incomprendido" y que estaba liderando un movimiento que estaba "cambiando América Latina". El documental está centrado en el líder venezolano pero también aparecen otros presidentes como Evo Morales (Bolivia), Cristina y Néstor Kirchner (Argentina) Rafael Correa (Ecuador), Raúl Castro (Cuba), Fernando Lugo (Paraguay) y Lula da Silva (Brasil). En el proyecto, tanto Sulichin como Ibáñez son los principales productores.
Fernando Sulichin ha reconocido que entre las motivaciones que tiene para producir películas destacan sus convicciones políticas: "Me gusta hacer filmes que ayuden a pensar a la gente", señala en una entrevista. El argentino participó también junto a Ibáñez en una de las series de Stone, La historia no contada de los Estados Unidos (2012-2013), y ambos se encargaron de producir 10 episodios. El trabajo televisivo pretendía mostrar la cara oscura de la primera potencia mundial. A la pareja se sumó José Ibáñez para la cinta Comandante (2003), la entrevista con Fidel Castro en la que también figuró como productor Jaume Roures, cabeza del grupo Mediapro.
José Ibáñez es el menos conocido de los dos. Es dueño de la productora española Pentagrama films y ha trabajado en la película biográfica del papa Francisco, Historia de un cura y en algunos largometrajes españoles como Va a ser que nadie es perfecto (2006) y Ladrones (2007), que tiene como protagonistas a Juan José Ballesta y María Valverde. Pero de sus últimas producciones más relevantes destaca de nuevo una de Oliver Stone: Snowden (2016). En ella coincide también con Fernando Sulichin.
Sulichin se ufana de su red de relaciones. Ha trabajado como productor para Spike Lee, Abel Ferrara y Woody Allen, y se dice cercano al ex presidente francés Nicolas Sarkozy, quien le concedió la Orden de la Legión de Honor.
Pero con quien hace mancuerna frecuente es Oliver Stone. La dupla ganó acceso al comandante Hugo Chávez gracias a la afinidad ideológica compartida y, sobre todo, la mediación del varias veces ministro venezolano de Información y de Turismo, Andrés Izarra —puente también con los actores Sean Penn, Danny Glover y Tim Robbins, entre otros miembros de la aristocracia liberal de Hollywood que viajaron a Venezuela a visitar al líder revolucionario—. Stone estrenó en marzo de 2014, en el primer aniversario de la muerte del expresidente venezolano, el documental Mi Amigo Hugo, un homenaje póstumo producido por encargo por la cadena regional de televisión chavistas Telesur.
En 2005 participó en la producción de la multipremiada Babel, del mexicano Alejandro González Iñárritu. Viajó con Oliver Stone a Colombia en 2007 para filmar la operación fallida de liberar a tres rehenes de las FARC y se metió en el conflicto de Medio Oriente con el episodio Persona non grata, en 2003, del mismo director.
Sulichin e Ibánez aparecen en la larga lista de agradecimientos que antecede el libro biográfico sobre Chávez, Mi primera vida: Conversaciones con Hugo Chávez, de Ignacio Ramonet. El autor hispano-francés junta a Sulichin e Ibáñez con el dirigente y diputado de Podemos Íñigo Errejón, el ex embajador de España en Caracas, Raúl Morodo, o el catedrático de la Universidad de Valencia, Roberto Viciano, entre quienes “contribuyeron también a la elaboración de esta obra”.
Los dos productores se adentraron en las tierras del narcotraficante más buscado del mundo con el objetivo de hacer la película del año. Pero la operación se vio frustrada por la detención de El Chapo antes de tiempo. El 8 de enero se paralizaron los delirios de grandezas del capo y su traslado al penal lo alejó, por el momento, de las estrellas de Hollywood.
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