‘Eco Park’, el estadio de fútbol de madera del único equipo vegano del mundo

Hay vida más allá del tópico que considera el fútbol de élite un espectáculo de masas dopado con petrodólares, donde 22 millonarios con dificultades para completar los estudios secundarios corretean en calzón corto detrás de un balón. El Forest Green Rovers F.C., señalado por la FIFA como el club más sostenible del planeta, sería la antítesis de esa cáustica imagen. Aunque, teniendo en cuen...

Hay vida más allá del tópico que considera el fútbol de élite un espectáculo de masas dopado con petrodólares, donde 22 millonarios con dificultades para completar los estudios secundarios corretean en calzón corto detrás de un balón. El Forest Green Rovers F.C., señalado por la FIFA como el club más sostenible del planeta, sería la antítesis de esa cáustica imagen. Aunque, teniendo en cuenta que el conjunto juega en la League Two inglesa (que vendría a ser una tercera división española), tampoco es que lo suyo se pueda considerar “fútbol de élite”.

Desde que su presidente, Dale Vince, llegó al cargo en 2010 su terreno de juego funciona con energía renovable y tiene una huella de carbono cero. Además, en su campo solo se sirve comida vegana, tanto a jugadores y personal como a aficionados, convirtiéndose en el primer equipo profesional vegano del mundo. Y, desde hace unas semanas, el barcelonés Héctor Bellerín, defensa del Arsenal, presume de ser su segundo mayor accionista. “Son veganos y eco-friendly. Son un claro ejemplo de cómo debería actuar un club de fútbol en estos tiempos”, aseguró el futbolista-inversor en su primer mensaje a los seguidores. Un jugador también abonado desde 2018 a una dieta sin productos animales y que este año cumple su décima temporada en la escuadra londinense tras abandonar la cantera del Barça.

Con sede en Nailsworth (Gloucestershire), una población de unos 6.000 habitantes, el Forest Green, propiedad de Ecotricity, la empresa de energía renovable fundada por Vince, tiene ahora un próximo objetivo verde: levantar por fin su nuevo estadio totalmente sostenible. “Eco Park”, que así se llama la cosa, ha sido diseñado por Zaha Hadid Architects (ZHA) y lleva la firma de Patrik Schumacher y de la propia arquitecta anglo-iraquí. De hecho, este fue uno de los últimos proyectos de la ganadora del Premio Pritzker (en 2004 se convirtió en la primera mujer que consiguió este galardón), antes de fallecer de un infarto en 2016.

Precisamente ese fue el año en el que Zaha Hadid Architects, autores también del Riverside Museum de Glasgow, de la Ópera de Guangzhou o del Centro Heydar Aliyev de Bakú, ganaron el concurso para diseñar el novedoso “Eco Park”. Aunque hasta diciembre de 2019 no obtuvieron el permiso de construcción para el que será el primer estadio del mundo edificado con madera y alimentado totalmente con fuentes de energía renovables. El proyecto se retrasó durante casi tres años debido a las preocupaciones del gobierno local sobre su impacto en el paisaje, ahora mitigadas por diferentes medidas que incluyen un revestimiento translúcido que suaviza su apariencia en el horizonte y que refuerza su visión holística.

“Este edificio es icónico, podría ser incluso una atracción turística”, afirmó entonces la concejala del distrito Miranda Clifton. Por su parte, Vince recalcó la importancia de utilizar únicamente madera de origen sostenible, incluso para la estructura y el techo voladizo. “La importancia de la madera no es solo que se produce de forma natural, sino que tiene una huella de carbono muy baja -explicó-. Hay que tener en cuenta que alrededor de las tres cuartas partes del impacto de carbono durante la vida de cualquier campo proviene de sus materiales de construcción. Por eso tendrá la huella más baja del mundo. Será el más ecológico del planeta”.

La sinuosa silueta del futuro terreno de juego, con capacidad para 5.000 espectadores (tan solo 1.000 menos que los habitantes de la localidad), será la pieza central de un parque empresarial de tecnología verde de 40 hectáreas, que cuenta con un presupuesto de 110 millones de euros financiado por Ecotricity. La nueva estructura también se podrá adaptar para otros usos públicos cuando no sea día de partido y en sus alrededores se plantarán quinientos árboles y casi dos kilómetros de setos. Además, desde ZHA aseguran que, si se necesitara en el futuro, con unas modestas obras de ampliación se conseguiría doblar su aforo hasta los 10.000 asistentes sin necesidad de demoler lo ya construido.

Para Bellerín, “Forest Green demuestra a los clubes que dicen que no tienen recursos para ser sostenibles que sí es posible serlo. Con el nuevo estadio el club está haciendo un trabajo alucinante. La gente de todo el mundo ama el fútbol, por lo que no hay mejor industria para promover la sostenibilidad y ver lo que podemos hacer como aficionados para ser más conscientes respecto al medio ambiente”. Con las obras de construcción en stand-by, por ahora el equipo sigue peleando en su antiguo campo. Y con cinco victorias y tres empates en la presente temporada (están terceros en la clasificación, en posición de ascenso), parece que los “Green Devils” carburan.