Mis séptimos Premios Icon

Lo que mola de los galardones que entrega la revista es comprobar cómo la masculinidad no deja de oscilar en este mundo en constante cambio

La cantante Róisín Murphy en los premios Icon, celebrados en Madrid el 24 de noviembre de 2022.Tamara Rozas

Noviembre se ha convertido en el mes de los premios de las revistas. Un amigo muy conectado de Barcelona y que aparece en First Class, una de las apuestas de Netflix para indagar el universo de los instagramers cuando no posan, me explicó en una cena en el hotel Majestic que estas veladas de premios sirven tanto para hacer promoción como para absorber los presupuestos de publicidad. Quise indagar más, pero mi fuente empezó a manifestar incom...

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Noviembre se ha convertido en el mes de los premios de las revistas. Un amigo muy conectado de Barcelona y que aparece en First Class, una de las apuestas de Netflix para indagar el universo de los instagramers cuando no posan, me explicó en una cena en el hotel Majestic que estas veladas de premios sirven tanto para hacer promoción como para absorber los presupuestos de publicidad. Quise indagar más, pero mi fuente empezó a manifestar incomodidad y señales inequívocas de inquietud laboral.

Cierto o no, en noviembre se acumulan fiestas y premios. Si no las presento, las espío como invitado. Como en los premios Mujerhoy, que condujo impecable y formal Nieves Álvarez. A Eugenia Martínez de Irujo la presentaron como broche de oro y recogió su premio Mujerhoy 2022, preocupada por el medio ambiente y el cuidado de los animales. Lo dedicó a su hija Tana. “Mi mejor joya”, dijo. Y a su marido, Narcís Rebollo: “Porque sin ninguno de los dos podría estar aquí”. Aristocracia, amor y joyas, un triángulo perfecto.

La noche de los premios Icon resultó más iconoclasta, con más desparpajo y menos formalidades. Mientras esperaba en el camerino sentí un poco de nostalgia. Siempre con una convocatoria alucinante, espacios sorprendentes, premiados de todo rango, rasgos y valores. Una vez, en la Embajada de Francia en Madrid, la algarabía de los presentes fue tal que Jean Paul Gaultier subió la voz en su idioma para aquietar a la enfebrecida audiencia. En otra ocasión, antes de la pandemia, la Real Fábrica de Tapices se colapsó con la afluencia de público joven. El premiado principal era Dries Van Noten, un diseñador belga asombrosamente serio que no dejaba de dibujar en su rostro señales de temor. En otra de las entregas, conocí a C. Tangana y sentí la excitación, que creía perdida, ante el erotismo y el talento. Y también sentí ternura y continuidad cuando Almodóvar entregó el premio Icon de la Música a Rosalía.

Foto de equipo de premiados, entregadores, maestro de ceremonias y el director de ICON, Daniel García.Tamara Rozas
La cantante Roisin Muyrphy al recoger el premio ICON música.Carlos de Lucas
El actor Manu Rios recoge el premio ICON revelación.Tamara Rozas
Palomo Spain, un habitual de las fiestas y las páginas de ICON, recogió el premio ICON moda.Carlos de Lucas
Anna Castillo y Hugo Silva se abrazan sobre el escenario mientras él recoge, de manos de ella, el Premio ICON actor.Tamara Rozas
El Jeep Wrangler a la entrada del hotel Edition, donde se entregaron los premios. Ante el Jeep, Guillermo Santomá, que recibió el premio Innovación Jeep.
Fernando Trueba fue el encargado de hacer entrega a Javier Mariscal del premio icono.Carlos de Lucas
Boris Izaguirre, maestro de ceremonias de los premios ICON practicamente desde que existen.Carlos de Lucas
Diego Guerrero al recoger el premio Instinto Azpilicueta.Tamara Rozas
La ginebra Marin Miller sirvió de ingrediente principal para los cócteles de la fiesta posterior a la entrega de premios.Carlos de Lucas
Los invitados pudieron observar una instalación con piezas de Artesanía Castilla la Mancha, responsables además de uno de los premios más especiales de la noche.Carlos de Lucas
El artista Aitor Saraiba recogiendo el premio Artesanía Castilla La Mancha.Carlos de Lucas
Milena Busquets, que recogió el Premio ICON Literatura.Carlos de Lucas
Un frasco gigante de Hubo Boss recibía a los invitados.Carlos de Lucas
El arquitecto Andrés Jaque, premio ICON arquitectura.Carlos de Lucas
El cantante Alizz durante el concierto que puso fin a la entrega de premios.Carlos de Lucas
Detalle de los galardones ICON, diseñados por Gonzalo del Val.Carlos de Lucas
Guillermo Santomá recoge su premio ICON innovación Jeep.Carlos de Lucas
La modelo Laura Ponte, que entregó el premio ICON música a Roisin Murphy.Carlos de Lucas
Panorámica del salón donde se celebraron los premios ICON, el el hotel Edition de Madrid.Carlos de Lucas
El actor Ander Puig, que entregó el premio ICON a Manu Ríos.Carlos de Lucas

¿Qué pueden ver en mí los premios para mantenerme como presentador? Debe ser esa vena historicista que también identifica a la publicación. Ese punto que les gusta tanto a los de la moda, a los creativos, de pendular entre la tradición y lo arriesgado. Es lo que mola de estos premios: comprobar cómo la masculinidad no deja de oscilar en este mundo en constante cambio.

El salón de fiestas del hotel Edition es como una boîte minimalista, con satinadas paredes de color piel que alguien se atrevió a llamar “tono prepucio”, dando ese rollo acogedor donde se vuelve fantasía ver a uno de los entregadores derretirse delante de Róisín Murphy, premiada y vestida de color escarlata y flecos. Recibir besos de varones tan genuinos y asumidos como Xavi Serrano, modelo ganador, o el mago que abrió la noche, John Steiner. Y también del actor revelación, Manu Ríos, de quien escuché suspirar que “tiene los ojos del novio de Candy Candy”. Podía ver las caras de curiosidad en la mesa de autoridades, donde estaban Rosauro Varo y Miguel Barroso. Al final de acto, confesaron la sensación de estar vestidos poco apropiados ante el desfile de vanguardia cancán de los asistentes. “Representáis la heterosexualidad perdida”, sinteticé, atrevido. Fueron los primeros en jalear a Mariscal cuando conjugó las palabras “Icon” y “coño” como solo un maestro puede hacerlo.

Bravo por el dúo Hidrogenesse, ataviados como Marlene Dietrich de andar por casa. Una tendencia entre queers de cierta edad (se lo vi a Carlos Areces en el concierto de Ojete Calor), recuperando a Marlene como icono y al velo tuneado como accesorio chic. Hugo Silva gana mucho, tanto de cerca como con los años. Igual que el director Albert Serra, que tiene el desaliño de una noche loca en el Chateau Marmont. O el mismísimo Manuel Jabois, celta y casi tan sexy como lo que piensa.

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