El ingrediente inesperado para conseguir bizcochos jugosos
Antes de ponerte a gritar “¡cómo le voy a poner verdura a un pastel!”, lee: el calabacín rallado no añade ningún sabor, pero sí una textura y una jugosidad que te convencerán si lo pruebas
Si tus bizcochos no alcanzan la excelencia, se quedan secos al primer día o se parecen más a un ladrillo que a un pastel, tenemos una información que te interesa, y que recomendamos leer atentamente y sin prejuicios. Existe un ingrediente mágico que, convenientemente rallado, puede añadir jugosidad a un bizcocho, sin perturbar en absoluto su sabor tradicional. Se llama, oh sorpresa, calabacín.
Antes de escandalizarte y ponernos una denuncia ante la policía de la repostería por añadir una hortaliza a un dulce, escucha un momento. Cuando lo añades a la masa de un bizcocho, el gusto del calabacín es indetectable: como bien sabrás si la has probado sola, esta verdura es definitivamente sosa. Lo que nos interesa aquí es aprovechar su textura y su líquido. Y no, no lo usamos para engañarnos a nosotros mismos y pensar que estamos comiendo un “dulce saludable”: la receta de hoy, que es la del zucchini bread de Spend with Pennies, lleva su harina y su azúcar correspondiente, así que ni healthy, ni fit, ni fot. Si miras el vídeo de arriba y lo pruebas en casa, te convencerás de que lo que decimos es cierto.
Ingredientes
Para un bizcocho de unos 600 g
- 120 g de harina
- Entre 80 y 100 g de azúcar (dependiendo de lo dulce que se quiera)
- 2 huevos
- 1 calabacín pequeño (unos 200 g)
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de canela en polvo
- ½ cucharadita de sal fina
- 75 g de aceite de oliva suave o girasol
- Unos 75 g de nueces picadas
- La ralladura de 1 limón
- Azúcar glas para decorar (opcional)
- (molde 20x10 cm aprox)
Instrucciones
Calentar el horno a 180 grados.
Mezclar en un bol los ingredientes secos: la harina, el azúcar, el bicarbonato, la canela y la sal.
Batir los huevos con la ralladura de limón en un bol grande. Añadir el calabacín rallado con la parte gruesa de un rallador o con un robot de cocina, y el aceite. Mezclar bien.
Añadir a esta mezcla los ingredientes secos en tandas, integrando cada vez.
Cuando el conjunto esté mezclado, añadir las nueces picadas.
Untar con aceite un molde alargado de unos 20x10 centímetros (u otro equivalente en volumen), y cubrirlo con papel de horno para poder desmoldar el bizcocho fácilmente después.
Verter la mezcla en el molde y hornear unos 50 minutos.
Una vez listo, dejar que pierda temperatura y desmoldar. Se puede espolvorear con azúcar glas y algo más de ralladura de limón por encima.
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