Cinco buenos vinos blancos gaditanos para tomar pescaíto frito
Son un perfecto acompañante por sus aromas, marcados por el mar y la albariza, y una refrescante acidez que armonizan con la textura crujiente y el sabor salino del plato
El pescaíto frito gaditano es un bocado exquisito que disfrutan los miles de visitantes de sus pueblecitos y playas durante el verano. Y los frescos y aromáticos vinos de Cádiz, un perfecto acompañante. Sus aromas, marcados por el mar y las tierras albarizas, y la refrescante acidez se complementan y armonizan a la perfección con la textura crujiente y el sabor salino del pescado frito. No es de extrañar que esta fritura popular, emblemática de la gastronomía gaditana, ya popular en la época de romanos, atraiga tanto a locales como a turistas que buscan saborear la frescura del mar en cada bocado. Quién lo ha probado lo sabe, sea en los simpáticos y baratos cartuchos de cartón para tomar durante el paseo, o en plato del restaurante y chiringuito: la combinación de pescado fresco, rebozado crujiente y el ambiente relajado de los chiringuitos playeros hacen del pescaíto frito una experiencia culinaria inigualable.
De arraigada tradición en la cultura gaditana, el pescaíto frito es mucho más que una manera popular de comer pescados de sus costas. Es una refinada técnica de freír el pescado en aceite de oliva caliente hasta conseguir un rebozado dorado y crujiente, transmitida de generación en generación. Los pescados más populares para freír abarcan una gran diversidad, lo que permite numerosas combinaciones según predomine unos u otros: de roca, de estero, morena, pijotas, chocos, mollas, ortiguillas, acedías, boquerones, puntillitas, entre otros. Cuando las piezas son muy pequeñas, habitualmente desecho de pesca, se conoce como morralla. Hay que comerlos con las manos en una manifestación de primitivismo gozoso como pocos. Un atractivo añadido más es el adobo que cobra todo su sentido en los boquerones, lo mismo ocurre con la tortilla para los camarones. Cada bocado es una explosión de sabor a mar, realzado por la sencillez de la preparación.
La experiencia del pescaíto frito se eleva aún más cuando se acompaña de los vinos blancos de Cádiz. Hay una amplia variedad de vinos blancos donde escoger de acuerdo con el tipo de pescado, tanto por sus variedades de uva, como palomino fino, moscatel de Chipiona, garrido, pedro ximénez, perruno, o montúa, como por su elaboración, desde jóvenes con crianza sobre lías en depósito, hasta fermentados en barrica de roble, sin olvidar los tocados por la magia de la crianza bajo flor. Estos cinco blancos, amparados por la indicación geográfica Vinos de la Tierra de Cádiz, son una buena muestra de su variedad y calidad.
SOCAIRE FERMENTADO EN BARRICA 2020
Primitivo Collantes
·Teléfono: 956 400 150
·VT: Cádiz
·Tipo: blanco crianza, 13%
·Cepas: palomino fino
·Precio: 24,20 euros
·Puntuación: 9,4/10
VIÑA MACHARNUDO ALTO PALOMINO 2023
Valdespino
·Teléfono: 956 340 216
·VT: Cádiz
·Tipo: blanco crianza, 13%
·Cepas: palomino blanco
·Precio: 11,25 euros
·Puntuación: 9,3/10
EL MUELLE DE OLASO 2023
Luis Pérez
·Teléfono: 956 031 193
·VT: Cádiz
·Tipo: blanco crianza, 13,5%
·Cepas: palomino fino
·Precio: 11,50 euros
·Puntuación: 9,2/10
MIRABRÁS 2022
Barbadillo
·Teléfono: 956 385 500
·VT: Cádiz
·Tipo: blanco crianza, 13,5%
·Cepas: palomino fino
·Precio: 16 euros
·Puntuación: 9,2/10
BARBAZUL BLANCO 2023
Huerta Albalá
·Teléfono: 956 101 300
·VT: Cádiz
·Tipo: blanco crianza, 13%
·Cepas: chardonnay
·Precio: 10,65 euros
·Puntuación: 9/10