El caso Lecquio, un espejo incómodo sobre cómo la televisión gestionó el silencio durante décadas

El despido de Alessandro Lecquio de Mediaset ha reabierto una historia que llevaba décadas a la vista de todos. Todo estalló tras una entrevista en EL PAÍS en la que Antonia Dell’Atte, exmodelo y exmujer del tertuliano, detalló la violencia que asegura haber sufrido durante su matrimonio en los años ochenta.
Un relato que nunca fue secreto, pero sí ignorado. Dell’Atte llevaba años hablando de maltrato y también años siendo desmentida o tachada de “loca”.
- Pero mientras tanto, Lecquio seguía en los platós.
- Ella señala ahora la complicidad de programas, directores y tertulianos que, según sostiene, conocían los hechos y optaron por callar.
Las pruebas que cambiaron todo. Entre la documentación entregada por su abogado está la denuncia de 1991 y el auto de 2004 en el que la Justicia concluyó que Dell’Atte no mintió al llamarlo “maltratador”.
- Ese respaldo judicial fue decisivo para que Mediaset tomara una decisión firme y consensuada con la productora del programa.
¿Y ahora qué? Dell’Atte solo quiere un perdón: que quienes la desacreditaron lo reconozcan, que Lecquio asuma su responsabilidad y que ese gesto anime a otras mujeres a contar lo vivido.
Una frase: “Estoy llorando. ¿Por qué tuve que pasar 35 años viendo a Lecquio en televisión atacando a otras mujeres?”, ha afirmado Dell’Atte a EL PAÍS.
©Foto: Pablo Cuadra (Getty Images)