
El alto el fuego no borra la devastación: Gaza intenta reconstruirse tras dos años de guerra
Dos años después del ataque de Hamás que desató una de las ofensivas más devastadoras del siglo XXI, el alto el fuego en Gaza entró en vigor en la madrugada del pasado viernes.
Contexto. El acuerdo, impulsado por Estados Unidos y firmado con mediación de Egipto, Qatar y Turquía, pone fin —al menos temporalmente— a un conflicto que ha dejado al menos 67.000 muertos y un territorio arrasado. La tregua abre un nuevo capítulo en Oriente Próximo, aunque su alcance y estabilidad siguen rodeados de incertidumbre.
¿En qué consiste el plan impulsado por Trump? Contempla la liberación de rehenes por parte de Hamás, la excarcelación de 2.000 presos palestinos, la retirada parcial de tropas israelíes y una entrada masiva de ayuda humanitaria.
El día después. Los equipos de emergencia trabajan entre los escombros para recuperar cuerpos y asistir a los heridos.
- Miles de personas regresan al norte en busca de lo poco que queda de sus hogares, aunque el ejército israelí advierte de que moverse por algunas zonas sigue siendo “extremadamente peligroso”.
La mayoría de los desplazamientos son internos. No hay pasos fronterizos abiertos y el de Rafah, que conecta con Egipto, sigue cerrado.
- Según la ONU, más del 90% de las viviendas de Gaza han sido total o parcialmente destruidas. Algunos regresan por convicción, otros por pura desesperación.
Una frase: “Nuestro regreso significa que la guerra se ha detenido”, resume Ahmed Kamil, de 43 años, que volvió con su familia a Ciudad de Gaza.
¿Y ahora qué? El lunes se firmará oficialmente el acuerdo en Egipto, con la presencia de Donald Trump, varios líderes árabes y europeos, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
©Foto: Abdel Kareem Hana (AP)