
Igualdad fue informada de fallos en las pulseras antimaltrato... pero no se solucionaron a tiempo
Esta semana las pulseras antimaltrato acabaron en el centro de la polémica. Se descubrió que sufrieron fallos de funcionamiento durante unos meses en 2024, lo que dejó a más de 4.500 mujeres víctimas de violencia machista potencialmente expuestas a sus agresores.
¿Cómo funcionan las pulseras? Cuando un juzgado lo decreta, se instala una pulsera en la muñeca o el tobillo del agresor que tiene orden de alejamiento. A la víctima se le proporciona un teléfono inteligente que alerta en caso de que el hombre se acerque a ella.
¿Qué pasó exactamente? El centro que se ocupa del seguimiento de los dispositivos, Cometa, cambió de gestión en la primavera de 2024: las adjudicatarias dejaron de ser Telefónica y Securitas Direct y pasaron a ser Vodafone y Securitas. La migración, generó fallos.
Hubo varios avisos internos desde que se cambió de empresa:
- Un técnico del centro Cometa alertó en un correo a la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género sobre graves fallos en el sistema. La subdirectora general de Coordinación Institucional, Zulema Altamirano, reconoció estos problemas y se reunió con el personal y con la ministra Ana Redondo. El técnico que denunció la situación asegura que fue despedido por Securitas advertir de deficiencias.
El efecto en los juzgados. Dos resoluciones de 2024 en procesos por quebrantamiento de orden de alejamiento muestran cómo la pérdida temporal de datos contribuyó a la no condena de los acusados. “Durante la migración de la información [del sistema Cometa] se ha perdido información”, dice una de las sentencias absolutorias.
©Foto: J.J. Guillén (EFE)